01/11/11.-El parlamentario colombiano Iván Cepeda recordó con respecto al reciente cierre del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), que este organismo siempre funcionó desde su fundación como una policía política.
“Especialmente bajo los gobiernos de Álvaro Uribe, se dedicó muchos de sus recursos, incluso aquellos provenientes de la cooperación internacional, a espiar, fraguar atentados, destruir la honra de más de 300 ciudadanos que fuimos declarados por el ex-presidente Uribe como objetivos políticos”, señaló Cepeda.
El gobierno colombiano decretó este lunes la extinción del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS, policía secreta), inmerso los últimos años en escándalos por corrupción y espionaje ilegal.
Un comunicado oficial dijo que las funciones de inteligencia y contrainteligencia que desempeñaba el DAS serán asumidas por la recién creada Agencia Nacional de Inteligencia, entidad de carácter civil adscrita a la Presidencia de la República.
Cepeda advirtió que lo preocupante de la disolución es que los archivos del DAS, que guardan muchísimos de los hechos que hoy en día que la opinión pública no conoce, pasarán a la Procuraduría, y eso podría significar ir borrando la huella de todo lo que ocurrió sobre los “tenebrosos años” de gobierno de Álvaro Uribe.
“No basta con cambios de nombres simplemente, lo que se requiriría en Colombia es una renuncia explícita a cualquier forma de criminalidad de Estado”, apunta el parlamentario colombiano, quien posee una amplia trayectoria en el campo de la defensa de los derechos humanos. Añadió que la “Ley de Inteligencia” aprobada recientemente en el Congreso deja vacíos muy serios que permite que se sigan utilizando organismos del Estado con fines de persecución política.
Sobre el reciente proceso de elecciones regionales y locales en Colombia, Iván Cepeda, quien hace parte del Polo Democrático Alternativo, afirmó que casi todas las candidaturas del uribismo fueron derrotadas. También admitió una baja pronunciada en la votación del PDA, aún así las fuerzas de derecha no lograron su objetivo de destruir al Polo como fuerza política y se obtuvieron 600 mil votos, que aún resultan muy significativos.
