Caracas, 22 Ago. AVN .- Otros tres campesinos hondureños fueron asesinados en la región Caribe del país, entre los que se encontraban el vicepresidente del Movimiento Unificado Campesino del Aguán (Muca), Pedro Salgado, y su esposa, Reina Mejía.
Ambas personas fueron acribilladas y luego degolladas en la comunidad de La Concepción, en el Valle del Aguán, departamento de Colón, donde el accionar de los agentes de seguridad privados de los grandes terratenientes ya dejaron como saldo unos 50 labriegos muertos.
La información fue brindada por el jefe policial Julio Espinal y confirmada por el dirigente hondureño de Vía Campesina, Rafael Alegría.
La semana pasada, el gobierno del presidente Porfirio Lobo envió a la región unos 600 policías y militares, después de que al menos 14 personas murieran en enfrentamientos entre campesinos y agentes de seguridad privados.
Alegría indicó que Canales y su esposa fueron asesinados en su casa, y que otro campesino también fue ultimado, pero que se desconoce su nombre, reseñó Telesur.
El referente social se preguntó para qué sirve el despliegue de uniformados en la región y señaló que esa presencia genera sospecha, si se tiene en cuenta lo que sucede en la zona.
Alegría expresó: “Los dirigentes campesinos están escondidos, preocupados porque están siendo asesinados a mansalva y bajo la presencia de esa fuerza policial y militar”.
El sábado pasado, motociclistas enmascarados asesinaron a tiros en la zona de Tocoa al presidente del Movimiento Auténtico Reivindicador de Campesinos del Aguán (Marca), Secundino Ruiz, e hirieron a su tesorero, Eliseo Pavón.
Una semana antes, cinco guardias de seguridad de una finca del empresario Miguel Facussé fueron muertos en una emboscada y otros 11 pobladores heridos, mientras cinco personas fueron asesinadas en una carretera.
La crítica situación del campesinado en el Valle del Aguán empeoró luego que fuera derrocado el presidente Manuel Zelaya, en junio de 2009.
Facussé junto a otros grandes empresarios son apuntados como los responsables de las muertes de campesinos, además de ser señalados como instigadores del golpe de Estado.
El Comité Hondureño de Derechos Humanos (Codeh) denunció que en el Valle del Aguán se instaló un escuadrón de la muerte, financiado por terratenientes y dirigido por ex militares ligados a la represión de los años 80.
Por su parte, el presidente Lobo anunció que se abrirá una investigación y se manifestó muy preocupado por lo que sucede en la actualidad.
En tanto, el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP), que coordina el ex presidente Zelaya, condenó los asesinatos a campesinos y denunció "el clima de terror que ha implantado la oligarquía terrateniente de la zona".
La organización también apuntó contra el gobierno de Lobo por jactarse "de haber militarizado el Valle del Aguán", razón por la cual "es inaudito que se realicen crímenes tan flagrantes al amparo de los que deberían proteger a la población desarmada".
