La campaña de imagen de Micheletti era manejada por un ”ex” de Ros-Lehtinen

Micheletti

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Credito: Archivos

20 de diciembre de 2010.-Juan Cortiñas-Garcia quién manejó el contrato de 292 000 dólares atribuido por la dictadura hondureña de Roberto Micheletti en septiembre de 2009 a una firma de relaciones públicas de Washington, fue Secretario de Prensa y Asistente Legislativo de la congresista Ileana Ros-Lehtinen en el Capitolio. La representante de Miami, hoy máxima representante republicana en la Cámara Baja en materia de relaciones internacionales, luego encabezó una campaña para que fuera reconocido el régimen usurpador.

De origen puertorriqueño, Juan Cortiñas-Garcia fue durante seis años la sombra de Ros-Lehtinen en Washington. Es ahora vicepresidente de Chlopak Leonard Schechter and Associates (CLS) una firma que se enorgullece de haber asesorado al colombiano Álvaro Uribe en sus campañas presidenciales.

De acuerdo a documentos presentados al Departamento de Justicia, Cortiñas-Garcia ejecutó la “tarea hondureña” con el apoyo de su colega Sharon Castillo (quien fue portavoz de la campaña Bush-Cheney) con quién había ya trabajado en el 2002, en Bolivia, en la campaña presidencial de Gonzalo “Goñi” Sánchez de Lozada, hoy refugiado en Estados Unidos por ser reclamado en su país por el asesinato de 60 campesinos.

La relación indelicada entre la congresista golpista que hoy controla el posicionamiento de los republicanos en el Congreso en materia de política extranjera, y su ex brazo derecho fue subrayada hace unos días en una investigación realizada por el especialista Brendan Fischer del Center for Media and Democracy, titulada “Honduras: El Golpe de Relaciones Publicas”.

Condenado universalmente, el régimen de Micheletti logró reconstruir su imagen en Washington gracias a una autentica operación de relaciones públicas cuyo único propósito era de facilitar a sus partidarios en el Departamento de Estado alcanzar la “legitimación” de un gobierno totalmente ilegítimo.

Muchos en Washington se recuerden como Ros-Lehtinen se salvó en el 2005, del escándalo que desencadenó el cabildero americano-israelí Jack Abramoff, cuando su amigo el Senador John McCain, encargado de la investigación senatorial, se “olvidó” de revisar su implicación en el caso.

A la representante para Miami siempre le agradó asociar a sus cruzadas en el Capitolio alguna ventaja personal. No iba a hacer una excepción en el caso de sus amigos, los golpistas hondureños. Aún menos cuando observó con que generosidad se había ya regado a otros cabilderos.

De acuerdo con el periódico hondureño El Libertador que consiguió evidencias escritas de la operación, la autorización del contrato a favor de Cortiñas-Garcia y sus socios se llevó a cabo mediante el decreto ejecutivo PCM-M-011-2009 con fecha del 8 de septiembre 2009 y fue firmado por el secretario espurio de la Presidencia, Rafael Pineda Ponce.

La empresa Chlopak Leonard Schechter and Associates es denominada en el contrato como el “consultor” con la tarea de “implementar un plan estratégico de comunicación para lograr un mejor posicionamiento del gobierno (Micheletti) ante la opinión pública internacional, buscando en todo momento, mayores niveles de coordinación y diseminación de mensajes objetivos sobre el quehacer del gobierno”.

Ya el 5 de octubre, Ros-Lehtinen viajaba a Honduras y, en un gran show mediático, promulgaba su total apoyo a Micheletti y a su régimen.

Según un reporte de Lindsay Young, investigador con la Sunlight Foundation, Cortiñas-Garcia obtuvo el asesoramiento para la realización del jugoso contrato hondureño de por lo menos tres otros “ex staffers” de Ros-Lehtinen.

Consultó tres veces a Robyn Wapner, dos a Yleem Poblete, ambos del personal republicano del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara, y cinco a Fred Ratliff, funcionario del mismo comité. Todos son sus ex colegas de la oficina de Ros-Lehtinen.

Los datos aparecen inscritos en el registro de la ley FARA que obliga a revelar los contactos establecidos a favor de una nación extranjera. Estas declaraciones establecen que el “relacionista” estableció unos 60 contactos entre el 21 de septiembre y el 11 de noviembre 2009 en relación con el contrato Micheletti.

El día primero de octubre, Cortiñas-Garcia estaba además negociando con el congresista Jim DeMint un viaje a Tegucigalpa a la cabeza de una delegación de políticos. DeMint no se olvidó de incluir en su delegación a su colega Aaron Schock, de California, que había organizado la redacción por el Analista legal de la Librería del Congreso de un informe basado en datos erróneos que “legitimaba” el golpe hondureño y que uso ampliamente la extrema derecha en sus campañas.

El 13 de marzo de 2006, la publicación especializada Roll Call revelaba como lRos-Lehtinen había sido investigada por el Departamento de Justicia, en el marco de esta investigación sobre el caso Abramoff. Ya la representante del distrito 18 de la Florida tenía fama de ser aficionada a los “junkets”, estos viajes de lujo ofrecidos por los cabilderos para estimular a políticos corruptos.

El 6 de diciembre 2009, un articulo del New York Times, señalaba como Ros-Lehtinen había disfrutado una estancia en el lujosísimo hotel King David Hotel de Jerusalén con una fiesta de gala en su honor en el curso de uno de sus numerosos viajes pagados a Israel.


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