Periodistas norteamericanos indignados por la "norma" que impide cubrir el desastre por derrame petrolero de BP en el Golfo de México

Pelícano cubierto de petróleo en el golfo de México

Pelícano cubierto de petróleo en el golfo de México

Credito: web

9 de Julio.- A los medios se les impide cubrir el desastre que produjo en el Golfo de México el derrame petrolero de BP.

La Guardia Costera anunció nuevas "normas". Éstas impiden que el público, los fotógrafos y los periodistas que cubren el derrame, se acerquen a una distancia de menos de 20 metros de cualquier buque de respuesta o barrera de contención en el agua o en las playas. Los que infrinjan estas "normas" pueden ser multados con hasta 40.000 dólares y acusados de cometer delito. Para poder traspasar el límite de los 20 metros, los medios tienen que solicitar permiso al capitán de la Guardia Costera del Puerto de Nueva Orleáns.

Anderson Cooper de CNN, indignado ante la nueva normativa: “Me encontré con una cantidad de funcionarios locales desesperados porque se tomaran fotografías y se escribieran notas acerca de lo que está sucediendo en sus comunidades. Nosotros no somos el enemigo en esto. Quienes estamos aquí tratando de mostrar con exactitud lo que está sucediendo, no somos el enemigo. Ningún periodista quiere retrasar las tareas de limpieza ni empeorar las cosas. Si un funcionario de la Guardia Costera me pidiera que me corriera, lo haría. Pero generar una norma de que todos deben permanecer a 20 metros de distancia de las barreras de contención y de los botes, eso no suena a transparencia.”

Al límite de 20 metros le sigue la "norma" que exige que los vuelos con personal de prensa permanezcan a 900 metros de altura. Al igual que el gobierno de Bush, que prohibió tomar fotografías de los ataúdes envueltos en la bandera de Estados Unidos que llegaban de Irak, el gobierno de Obama parece estar confabulándose con BP para limitar la difusión de imágenes del desastre. En virtud de las normas actuales, y en vista de que los fotógrafos pueden ser acusados de cometer delito, se esperan muchas menos fotos y videos de los pelícanos empetrolados y de las tortugas de mar moribundas. Probablemente se vean menos tomas de cerca que muestren lo lamentable e inadecuada que es la limpieza, mientras 16 millones de litros de petróleo se vierten en el Golfo diariamente.

Las noticias sobre la negación del acceso a los medios se acumulan al igual que las bolas de alquitrán en la playa (que ahora han llegado hasta el Lago Pontchartrain de Louisiana y a las playas de Texas). La periodista de Mother Jones, Mac McClelland describe su experiencia. “Mi problema con el acceso se remonta a más de un mes atrás. Las calles estaban bloqueadas por subcomisarios en cualquier lugar que podía ser bloqueado por una carretera. Y en los lugares donde no se puede bloquear el acceso a la carretera, donde solo hay playas abiertas, hay guardias de seguridad privados que le dicen a la gente que se tiene que ir. Hay trabajadores de limpieza que le dicen a la gente que no pueden pasar. Fui ECHADA de varias playas públicas y reservas de vida silvestre”. A los periodistas de “PBS NewsHour” se les negó acceso en reiteradas ocasiones al tráiler donde funciona el “Sistema Nacional Médico para Desastres” del Departamento de Salud y Servicios Humanos, que está cercado por alambre de púas. Un equipo de “CBS Evening News” que estaba en un bote fue abordado por otro bote con cinco contratistas de BP y dos miembros de la Guardia Costera de Estados Unidos, y se les negó acceso a una playa inundada de petróleo.

Y la periodista independiente Georgianne Nienaber dijo, “Simplemente estábamos haciendo un recorrido por el Gran Lago cuando los funcionarios de vida silvestre de Louisiana detuvieron nuestra embarcación – e insistieron en que nos pusiéramos chalecos salvavidas, que son necesarios si se está en un bote de menos de 5 metros. Y cuando el funcionario vio mi cámara, me dijo que la guardara, que no se podían tomar fotografías. Claramente parecía tratarse de algo más que su preocupación por nuestra seguridad, fue un mensaje de que no podíamos tomar fotografías y es un sentimiento horrible”.

El Dr. Leifer considera que informar es una parte esencial de todo el proceso:

“El acceso de los periodistas es parte del proceso de aprendizaje como sociedad para que cuando haya accidentes en el futuro, de hecho podamos responder de forma inteligente y no con un montón de suposiciones plagadas de desconocimiento y simplemente agitando los brazos y esperando HACER bien las cosas”.

Si BP y el gobierno federal permitieran que la información fluyera tan libremente como el petróleo, probablemente estaríamos en camino a lidiar con esta catástrofe.


Traducido por Mercedes Camps y Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org



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