Hamburgo, febrero 22 - El sindicato de pilotos Cockpit inició hoy una huelga que durará hasta el jueves y dejará en tierra a la mayor parte de los aviones de la aerolínea de bandera y de sus filiales, Germanwings y Lufthansa Cargo.
Los grandes aeropuertos alemanes de Fráncfort, Düsseldorf, Múnich, Hamburgo y Berlín registraban ya esta mañana docenas de anulaciones y suspensiones de vuelos programados, que afectan fundamentalmente a rutas interalemanas, aunque también, en menor medida, extranjeras.
La compañía calcula que tan sólo este lunes se suspenderán unos 800 vuelos por la huelga convocada.
El ministro alemán de Transportes, Peter Ramsauer, intentó hasta última hora del domingo, aunque sin éxito, mediar entre los pilotos y la compañía para evitar la huelga, que puede alcanzar unas pérdidas de 25 millones de euros diarios para Lufthansa.
En total, se estima que unos 3.200 vuelos de la aerolínea de bandera, dos tercios del total programado de lunes a jueves, serán cancelados y un tercio podrá ser operado con la ayuda de pilotos con cargos en la gerencia.
Los pilotos que se plegarán a la huelga operarán los vuelos programados desde el extranjero hacia Alemania, donde dejarán aparcadas las aeronaves.
En el caso de la aerolínea de bajo coste Germanwings no despegarán un tercio de los aviones y los dos restantes serán operados por naves y tripulaciones de otras empresas contratados para los días en cuestión. La subsidiaria regional Cityline y la línea de bajo coste Eurowings no se verán afectadas por la huelga.
Lufthansa y Germanwings prevén que decenas de miles de pasajeros se verán afectados por las huelgas y ofrecen cancelar o modificar reservas sin costes. Asimismo habrá servicios especiales para los pasajeros que queden varados en los aeropuertos.
Los 4.500 pilotos de Lufthansa exigen más participación en las decisiones de la empresa y salarios alemanes para sus compañeros de las subsidiarias extranjeras de la compañía.
El sindicato de pilotos teme que la aerolínea traslade progresivamente trayectos a las subsidiarias, cuyos empleados perciben sueldos menores, y demanda que las tripulaciones de todas las aeronaves que lleven el logotipo o la inscripción de Lufthansa sean pagados según el convenio tarifario en Alemania.
Lufthansa argumenta que se encuentra en una mala situación económica. Sus beneficios cayeron de un récord de 1.700 millones de euros (2.300 millones de dólares) en 2007 a 600 millones de euros (815 millones de dólares) en 2008.
La línea aérea vio desplomarse por la crisis económica la venta de pasajes caros en las clases primera y ejecutiva y enfrenta una mayor competencia de líneas de bajo coste en tramos nacionales en los que antes eran monopólica.
