A lo largo de los últimos años, las condiciones de estudio en las universidades austriacas han disminuido dramáticamente. La introducción de un pago de matriculación, una reducción masiva de las estructuras democráticas y la falta de disponibilidad de cursos, son sólo algunos ejemplos. Las razones pueden encontrarse en el gran descenso en los fondos destinados para las universidades por un lado, y la introducción de los tres niveles del sistema “Bologna” por otro lado, dando lugar a la aplicación de las reducciones y límites de admisión.

El 22 de octubre, la insatisfacción de los estudiantes se convirtió en protesta salvaje. Al mediodía, varios cientos de estudiantes de la Academia de Bellas Artes (que fue ocupado el día antes) y de la Universidad de Viena se reunieron para dar a conocer su situación desesperada. En una acción espontánea, tomaron el auditorio más grande de Austria en el edificio principal de la universidad. La noticia de la ocupación se extendió rápidamente y pronto estudiantes de otros departamentos se unieron.

Lo que comenzó como un acto de protesta espontánea, dentro el curso de un sólo semana, se convirtió en protestas masivas de estudiantes en todas las principales ciudades universitarias austriaca. La Universidad de Viena, por ejemplo, ha sido constantemente ocupada por varios miles de personas. Grupos de acción auto-organizada han construido una infraestructura eficiente, que incluye una cocina pública, primeros auxilios y asesoramiento jurídico. Además, se han formado 100 grupos de trabajo, cuyo tema principal es la discusión de la estrategia y sus reivindicaciones.

El 28 de octubre, siete días después de la ocupación inicial, la cuidad de Viena fue testigo de uno de las más grandes manifestaciones relacionados con el tema de la educación en la historia de Austria, en la cual participaron 40.000 personas. Al día siguiente, en Graz, la segunda ciudad más grande de Austria, se llevó a cabo una manifestación con varios miles de personas.

Los estudiantes han presentado un amplio pliego de demandas al gobierno y los responsables de la política universitaria. Las demandas incluyen la democratización de todos los aspectos de la vida universitaria, un incremento masivo en los fondos destinados para las universidades, igualdad y entrada libre para todos quienes cumplen los requisitos necesarios y la aplicación de una política de estudio accesible y libre de barreras para las personas con necesidades especiales. Los estudiantes también piden una cláusula de “50% de mujeres” para todos los puestos en la administración universitaria y el sistema educativo.

Junto con diversas organizaciones y grupos de todos sectores de la sociedad austríaca y el mundo, muchos profesores universitarios y trabajadores administrativos han demostrado su solidaridad con los estudiantes que protestan. Esto y el increíble poder y esperanza que se ha desarrollado, favorecer el crecimiento y persistencia del movimiento hasta que se cumplan las demandas de los estudiantes.

El movimiento que se ha formado a raíz de las protestas está abriendo espacios sociales libres, practicando una democracia de base y vigorizando la vida universitaria con la comparecencia de conferencias, talleres y grupos de trabajo auto-organizados. Los estudiantes se están involucrando de una forma sin precedentes y están recibiendo un gran apoyo público en pro de sus intereses.

Figuras prominentes de la política, la cultura y la sociedad en general consideran el movimiento de protesta como un sismógrafo de los problemas que van mucho más allá del sistema educativo. Hasta la fecha, más de 350 profesores universitarios e investigadores han declarado su solidaridad con los estudiantes de ocupación y muchos participan activamente en las protestas. Las condiciones de trabajo muy precarias en las que el personal de la universidad se enfrente cada vez más, incluyendo contratos de corta duración y escasa seguridad laboral, tienen un efecto perjudicial sobre la calidad de la investigación y la enseñanza.

Después de la ampliación de las protestas y las numerosas declaraciones de solidaridad de todo el mundo, el gobierno austriaco finalmente reaccionó. El ministro de la Ciencia y la Investigación, Johannes Hahn, prometió 34 millones de euros del presupuesto de reserva del Ministerio. Los manifestantes creen que este gesto no es en lo absoluto adecuado para resolver la serie de problemas estructurales. Además, se critica que el ministro aún no se ha acercado a los manifestantes para discutir sus demandas en detalles.

El movimiento de protesta está planteando, para mañana 5 de noviembre, un día nacional de acción para reforzar sus demandas y además fomentar el debate público sobre el sistema educativo austriaco.
Para ponerse en contacto con los estudiantes de la Universidad de Viena Ocupada comunicase a internationalpress.unsereuni@gmail.com, llamar +43 699 1920 3371 y visite http://www.unsereuni.at