Santiago de Chile 04 de noviembre 2008. - . El director para las Américas de Human Rights Watch (HRW), José Miguel Vivanco, dijo este martes que las violaciones a los derechos humanos que se cometen en Colombia en un año equivalen a todas las realizadas en la dictadura chilena de Augusto Pinochet.

En declaraciones a la radio chilena Cooperativa desde Estados Unidos, Vivanco dijo que "en un año en Colombia usualmente se cometen el equivalente a las violaciones a los derechos humanos cometidas durante toda la dictadura de Pinochet".

De acuerdo con el informe de la oficial Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación de Chile, durante los 17 años de la dictadura de Pinochet murieron dos mil 115 personas producto de violaciones a los derechos humanos y 164 debido a la violencia política.

Organizaciones humanitarias, sin embargo, afirman que un total de dos mil 008 personas murieron por violaciones a los derechos fundamentales y otras mil 183 fueron detenidas y luego desaparecidas por los agentes represores del régimen militar (1973-1990).

Vivanco responsabilizó a los agentes del Estado colombiano y a los grupos paramilitares de las violaciones a los derechos humanos y dijo que hace varios años denunciaron "la práctica de ejecuciones extrajudiciales por parte del Ejército de Colombia".

"Esto consiste sencillamente en la ejecución de personas inocentes, pobres muchas de ellas, marginales, gente sin trabajo, cesante, de regiones abandonadas de Colombia, que son secuestrados por el Ejército y ejecutados", denunció Vivanco.

Detalló que las víctimas son vestidas como integrantes de las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) "y luego presentadas como muertos en combate para mostrar resultados" en la lucha del Ejército contra el grupo guerrillero.

Añadió que los comandantes militares colombianos a cargo de esos operativos son ascendidos de cargo "y obtienen premios y recompensas por dar de baja a combatientes enemigos", los cuales en realidad serían personas inocentes.

Un total de 27 oficiales y suboficiales del Ejército colombiano fueron destituidos en octubre pasado tras denuncias sobre la ejecución extrajudicial de un grupo de jóvenes que desapareció en Bogotá y luego fueron reportados como muertos en combate.

Precisó que los grupos paramilitares de ultraderecha "muchas veces actúan en coordinación estrecha con los agentes del Estado", lo cual constituye una responsabilidad "muy seria y grave porque también hablamos de masacres y ejecuciones, atrocidades espantosas".

Vivanco, de nacionalidad chilena, reconoció sin embargo que las FARC "cometen atrocidades de toda naturaleza, desde secuestros hasta abusos de niños y uso de armas prohibidas, entre otras violaciones además de masacres y ejecuciones".

Aseveró que las declaraciones en su contra de los presidentes de Colombia, Alvaro Uribe Vélez, y de Venezuela, Hugo Chávez "no son propias de gobernantes demócratas, sino de autoridades que han acumulado poder y cuentan con pocos controles".

Indicó que ambos "acostumbran a gobernar casi sin crítica y cuando se les critica, no sólo por parte de un organismo internacional de derechos humanos como el nuestro sino también de la sociedad civil local, inmediatamente son descalificados".

Vivanco precisó que, en el caso de Uribe Vélez, quienes le critican son calificados como "terroristas o guerrilleros de las FARC", mientras que Chávez los llama "títeres del imperio".

Uribe Vélez calificó la víspera a Vivanco como "cómplice y defensor" de las FARC y criticó el informe de Human Rights Watch que llamó al mandatario a no obstaculizar las indagaciones por nexos de políticos, empresarios y tropas del Estado con paramilitares.

En septiembre pasado, por otra parte, Vivanco fue expulsado de Venezuela horas después que se divulgó un crítico informe de la organización humanitaria internacional que integra sobre el gobierno de Chávez.