México, DF 15 de mayo 2008. - Durante su intervención en el segundo encuentro continental de pueblos originarios que se realiza en la Ciudad de México, Rigoberta Menchú, Premio Nobel de la Paz, exigió un ya basta a las cumbres internacionales donde las naciones asumen compromisos en favor del planeta que luego no cumplen.
“Basta de cumbres; yo les debo decir que me siento profundamente frustrada de las conferencias internacionales”, dijo Menchú durante su participación en ese foro.
Señaló que condena todas aquellas promesas que no se han cumplido, luego de haber formado parte de la cumbre de Río de Janeiro, donde los indígenas entraron a empujones y dejaron un mensaje y una preocupación, así como de la cumbre que dio paso al protocolo de Kyoto, donde todas las naciones del mundo se comprometieron a cambiar el timón de su dinero y de su negocio para que hubiera una sociedad mucho más equitativa y a sancionar a las compañías trasnacionales a las que no les importa la vida del planeta.
En conferencia de prensa, la Premio Nobel mencionó que para los pueblos originarios los problemas de la humanidad como el hambre, que afecta a diversas zonas del mundo, entre los que citó Chiapas, la Huasteca y regiones de África, así como enfermedades como el cáncer, son provocadas por el enfrentamiento que hay entre el reloj material -que representa la energía y el Internet, y sobre todo el dinero, los bancos y la acumulación de recursos naturales- y el reloj natural, que marca el planeta.
Acerca del reloj natural y el reloj material, Menchú refirió que es un concepto que manejan los pueblos originarios “porque los humanos no somos los únicos y exclusivos seres vivos. Existe la sociedad natural de la que los humanos somos apenas un elemento; entonces, esa falta de conexión con el reloj natural produce un choque y ya ustedes saben, no hace falta mencionar las millones de personas que mueren de hambre en Guatamala, en Chiapas, en la Huasteca; en distintos lugares del planeta igual hay hambre que en Africa”.
De igual forma, dijo, hay también otras causas y agregó que “no sé cuántos de nosotros vamos a ser víctimas de ese cáncer que hemos producido y de muchas otras cosas”, tras advertir que no debemos ver sólo lo que ocurre a nivel de nuestro barrio, sino que debemos pensar que el mismo destino de éste es el mismo de la humanidad.