La Habana.-7 feb (AIN) El documental Guerra a la Democracia del australiano John Pilger, resulta una denuncia a la manipulación, el dominio de los Estados Unidos en América Latina y muestra el apoyo que los pobres dan a gobiernos honestos.
Este material fílmico, presentado en la Mesa Redonda de la televisión cubana, ofrece una visión del mundo a través de las esperanzas, sueños y extraordinarias acciones de las masas humildes e ignoradas.
Muy claro queda demostrado cómo el mundo empieza a despertar del engaño, rompe poco a poco las ataduras que frenan su desarrollo social, el derecho de los ciudadanos a trabajar, leer, escribir y recibir servicios de salud.
Pilger trasmite al documental su talento como reportero de tendencia izquierdista al contraponer de manera razonada, hábil y directa los criterios de las clases altas (funcionarios de la Casa Blanca) con los emitidos por los pobres, reconocidos en Venezuela por vez primera en el Gobierno de Hugo Chávez.
El periodista de origen australiano, quien comenzó su carrera como reportero en 1958, tiene importantes publicaciones en Estados Unidos y el Reino Unido, además escribió libros y realizó materiales para la televisión.
Oficiales gubernamentales estadounidenses y agentes de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) revelan por primera vez cómo Estados Unidos ha desplegado una estrategia particular en América, encaminada a obstaculizar el avance de la democracia.
A través de entrevistas a personalidades políticas, como Hugo Chávez, Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, adeptos y enemigos al proceso revolucionario, y agentes de la CIA, devela la manipulación del Imperio para derrocar a un Gobierno elegido democráticamente.
Así, recorre más de medio siglo de derrocamientos violentos de Gobiernos democráticos que buscaban justicia social, desde Jacobo Arbenz, en Guatemala, los crímenes contra los chilenos tras el Golpe de Estado contra Salvador Allende, elegido por el pueblo, y el triunfo del sandinismo en Nicaragua
El excelente realizador presenta el despertar de humildes e indígenas en América Latina, dispuestos a luchar en favor de los derechos que por centurias les fueron negados y que hoy ven nacer en manos de políticos honestos, aunque no sea del gusto de Washington.
