Mosca ¿Dónde estacionaste el carro? Satélite espía yankee que va a caer sobre la Tierra podría contener agentes altamente tóxicos

WASHINGTON, AFP, 28 de Enero de 2008.- Un satélite espía estadounidense está a  punto de estrellarse sobre la Tierra, suscitando inquietudes sobre la  posibilidad de contaminación de la atmósfera en el lugar del impacto, un recelo  que se ve fortalecido por el hermético sigilo que siempre rodeó este programa.

El Pentágono confirmó el domingo que el satélite estaba a punto de  abandonar su órbita. “El Departamento de Defensa está siguiendo atentamente la  situación ” , informó la teniente coronel Karen Finn, interrogada por  AFP .

La oficial declinó comentar la sospechada presencia de sustancias tóxicas  en el satélite, mencionada por la prensa norteamericana, ni precisó de qué tipo  de satélite se trataba.

El gobierno tampoco suministró ninguna estimación sobre la fecha prevista  de ingreso del artefacto en la atmósfera terrestre.

Estados Unidos cuenta con una red de satélites espías que es la más densa  del mundo, lo que le permite llevar a cabo una guerra de nuevo tipo,  renunciando al recurso de bombardeos masivos que caracterizó durante largo tiempo su estrategia militar, en favor de ataques quirúrgicos lanzados desde el  espacio con precisión de unos pocos centímetros.

Las características de estos satélites, cada uno de los cuales cuesta más  de mil millones de dólares, constituyen un secreto de Estado, pero se sabe que  algunos de ellos funcionan en forma coordinada, lo que permite contar con  imágenes en relieve de las zonas observadas.

Para atender necesidades militares, los satélites espías requieren  frecuentes correcciones de órbita, una exigencia que implica que disponen de  una reserva de energía más importante que los demás artefactos que orbitan  alrededor del planeta.

La hidrazina, una sustancia química altamente tóxica, es el carburante de  elección para los motores de los satélites  “clásicos” . Esta sustancia ataca el  sistema nervioso central y, en dosis altas, puede ser mortal.

Afortunadamente, según hace saber informe la agencia francesa INERIS, la hidrazina se degrada rápidamente bajo el efecto del calor y de los rayos  ultravioletas.

El combustible nuclear es otra opción utilizada para la propulsión de los satélites, con pilas que funcionan con plutonio o con uranio enriquecido.

Esta es la tecnología que se emplea normalmente en las sondas que deben alejarse de la Tierra, mientras que los satélites espías son colocados en una  órbita baja a fin de poder captar el máximo de detalles.

Pero el uso de energía nuclear permitiría aumentar la maniobrabilidad de un satélite espía y prolongar su vida útil, lo que no es un dato menor ante el  elevado coste de este tipo de equipos.

En enero de 1978, un satélite espía soviético  (Cosmos 954), movido por un  reactor nuclear, se estrelló en la inmensa área desértica del norte de Canadá.

“Muchos satélites han salido de sus órbitas en el pasado y cayeron sin  causar daño. Nos planteamos todas las opciones disponibles para mitigar  eventuales daños que su caída pudiera causar ”, expresó el sábado el portavoz  del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Gordon Johndroe, en un  mensaje electrónico a la  AFP .



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