Cuando expongo mis modestas ideas respecto a la política de mi país, así como de algunos acontecimientos en otras latitudes, no hago narraciones de eventos buscando una mentirosa imparcialidad de los sucesos y hechos, pues no soy neutral en el análisis de opinar, mi compromiso de vida con los explotados y con todos los que luchan en contra del sistema capitalista y por las construcción de la esperanza con dignidad por un sistema de igualdad, donde el pueblo sea el único y verdadero conductor de su destino en el cual impere una genuina justicia social plena, bajo la dirección de los excluidos del mundo, nos hace ser militantes comprometidos con personas y procesos que van camino hacia la revolución.
Después de la larga época de las dictaduras militares fascistas de los años setenta y luego la larga noche del neoliberalismo impuesto a los pueblos, en momentos en que se derrumba el muro de Berlín y cuando el valeroso pueblo de Nicaragua tiene que hacer un compás, después de la arremetida criminal de los EE.UU. y cuando Cuba sigue siendo hostigada, pretendiéndola a que claudique en la defensa de su “terca “dignidad. Aparece un ex-militar que conocimos dando un golpe de estado, nada menos que a un “gobierno democrático” sirviente de los intereses norteamericanos, paga su culpa en cárceles venezolanas por tan tamaño “atrevimiento”, para luego convertirse en la posibilidad cierta de un nuevo líder, para su país y más allá.
Sus planteamientos al pueblo venezolano logran movilizar a las masas y a los que estamos más lejos y nos preciamos de “saberlas todas”, en principio no nos convencía su discurso de la “tercera vía” camino a la revolución, pero no era indispensable si convencía a otros pueblos, los venezolanos vieron en él a su nuevo conductor llevándolo a la presidencia de la República en forma mayoritaria y con su ofrecimiento electoral de una asamblea Constituyente, se consagra con el ya famoso juramento en el día de ascensión al gobierno cuando expresó a los venezolanos y al mundo que “juraba por esa moribunda constitución” obsoleta de la cuarta república, ese fue su primer desafío al orden corrupto anterior.
Los pueblos en sus momentos de crisis reclaman a sus mejores ciudadanos para ser los conductores de procesos y Chávez no falló a la confianza depositada por las mayorías excluidas de su país. El presidente lo rememora frecuentemente que fueron varios los intentos tanto del imperio como de la burguesía criolla que no escatimaron esfuerzo alguno por hacer de Chávez otro servil a sus intereses de clase como hicieron con los anteriores presidentes entreguistas de las ingentes riquezas naturales de los venezolanos.
La práctica y la realidad demostró al imperio y a las oligarquías y a nosotros mismos en el campo popular, que en Venezuela se estaba gestando otra cosa diferente, Chávez afinaba su discurso antiimperialista y fue aclarando que la “tercera vía” no era la solución y sobre todo sosteniendo que no hay “capitalismo salvaje o no salvaje”, el capitalismo es el gran depredar y explotador del planeta y es uno sólo, con esa aclaraciones ideológicas y más las medidas de su gobierno respecto a la tenencia de la tierra y las leyes habilitantes además su política antiimperialista, y su efectiva solidaridad con otros pueblos del continente, colmó la furia del imperio y de la derecha criolla que se decidieron acabar con Chávez , y dieron el golpe militar el año 2002, con la consigna imperial de asesinar al presidente, pero grande fue la sorpresa de los golpistas civiles y militares, que una vez más no contaron en su planes macabros con el pueblo venezolano que salió a las calles y logró con su lucha restaurar a su presidente en el gobierno.
Estaba cambiando América latina, gracias a la acumulación de fuerzas de la lucha de los trabajadores, campesinos y pueblo en general. Fidel y nuestra Cuba socialista ya no estará nunca más sola, desde el inmortal Allende, estamos asistiendo al surgimiento de los nuevos líderes, viene Evo en Bolivia, Correa en Ecuador, con Lula en Brasil, los Kirchner en la Argentina, y nuevo gobierno del Frente Amplio en Uruguay, el presidente Ortega en Nicaragua y para rematar con la llegada al gobierno de El Salvador del presidente Funes, apoyado por el Frente Farabundo Martí. Cada uno de ellos con su respectivo peso en sus diferentes países y con diferentes discursos unos en la línea liberadora de sus pueblos y otros con medias tintas procurando siempre “no provocar al imperio ni a las burguesías”, tratando de estar por encima de las clases en su afán incierto de que “gobiernan para todos”, con sus características propias se va conformando así una nueva correlación de fuerzas respecto al norte y a partir de ahí el marco político de nuestra América es diferente, refleja en su justa dimensión la voluntad de los pueblos de no ser más el patio trasero de los EE.UU. salvo algunos gobiernos serviles estancados en la historia a quienes ya les llegará su turno.
Todo lo ocurrido hasta el presente con el acoso del imperio y sus lacayos a los diferentes gobiernos que no se someten a sus dictados, incluido el golpe fascista en Honduras ha tenido un objetivo militar, acabar principalmente con Chávez, pues su liderazgo ha traspasado las fronteras del continente y es hoy como lo fueron otros revolucionarios en diferentes momentos y circunstancias, sin lugar a dudas un dirigente que ha sabido interpretar los sueños y realidades de los pueblos oprimidos y por largo tiempo excluidos de que es posible luchar y conquistar un futuro con igualdad en libertad con dignidad y coraje, y su credibilidad de conductor está sustentada en su honestidad y capacidad intelectual y solidaria como su mejor capital de lucha pregonando incansablemente la unidad Latinoamérica y de todos los pueblos del mundo, en contra de toda hegemonía imperial, como base para vivir en un mundo sostenible en paz y en plena convivencia con la naturaleza como el mejor legado a las futuras generaciones .
Chávez hoy por hoy es la figura más visible que encabeza la lucha en la contradicción principal, contra la política hegemónica del imperio norteamericano y por un mundo multipolar de respeto a la dignidad, soberanía y a la autodeterminación de todos los países del orbe.
Aquí se está ventilando no un” capricho socialista”, sino el derecho legítimo de administrar para beneficio de nuestros pueblos las inmensas reservas del planeta de hidrocarburos, minerales, biodiversidad, existencias de aguas dulces y tierras fértiles que ratifican a nuestro continente como el granero para alimentar a un mundo que de continuar con el saqueo y depredación capitalista, pone en peligro la existencia de la humanidad.
Esa es la talla continental del c. Presidente Chávez, su destino y el proceso venezolano esta indisolublemente concatenado al destino de los procesos que se desarrollan en nuestra América y otros países del planeta, Chávez entiende que la lucha es globalizada o nos liberamos todos unidos o los sueños se esfumarán.
Chávez es humano y seguro comete y cometerá errores, pero no dudemos que al igual que Evo y Correa, Ortega y quizás Funes, no cometerán el delito de dejar de ser antiimperialistas y luchadores por la liberación nacional y por la construcción de la igualdad social con poder popular. Esa es la única garantía de contar con los pueblos dispuestos a darlo todo en defensa de sus intereses clasistas para hacer realidad los sueños de una sociedad justa, solidaria y con revolución social.
Vamos todos a la cabeza de Chávez, Evo, Correa, Ortega y todos quienes se quieran sumar para hacer una gran idea fuerza del internacionalismo revolucionario continental nuestro norte de lucha, para consolidar y ampliar los procesos de cambios en América latina y en los demás pueblos del mundo, sólo unidos se resiste mejor para vencer.
(*)Ex dirigente de la Central Obrera Boliviana (COB)
josejustinianol@hotmail.com
