Honduras: el secuestro de un país

Con el secuestro del Presidente Zelaya la madrugada del domingo 28 de junio y su posterior expatriación a Costa Rica, por parte de un grupo de militares delincuentes encapuchados, se dio inicio al secuestro de un país completo.

Honduras está bajo control de unos secuestradores. La expulsión de los equipos corresponsales de Telesur y Venezolana de Televisión el pasado domingo 12 de julio, anuncia tenebrosamente el recrudecimiento de la represión.

Las detenciones ilegales y asesinatos selectivos de luchadores sociales que defienden la Constitución, se han incrementado en las últimas horas, y todo parece indicar que la dictadura ha ganado el tiempo que requería para fortalecerse.

Ahora sin Telesur y VTV, y con la complicidad de los medios de difusión hondureños, que cuando no pasan programas idiotas es porque están trasmitiendo el mensaje de los golpistas, la dictadura tiene el terreno abonado para arremeter contra el movimiento popular.

En la base gringa de Palmerola no ha pasado nada, todo está “normal”. Allí sigue funcionando normalmente la fuerza aérea golpista. Los militares hondureños continúan sus cursos “normales” en la Escuela de las Américas en Fort Benning, en Georgia.

La imagen del usurpador en San José recibiendo trato de Primer Mandatario por parte de un misterioso Oscar Arias, jugador taimado y oportunista, han dejado un mal sabor en el ánimo del movimiento democrático centroamericano y continental; más, si tomamos en cuenta la sospechosa coincidencia con el golpista Obispo Rodríguez, puesta en evidencia en plena reunión de la OEA.

Pero lo sustancial de este secuestro es el riesgo cierto de que se consolide el golpe con su consiguiente estela de represión, que tendrá por meta a corto plazo neutralizar la efervescencia revolucionaria del pueblo, realizar unas elecciones fraudulentas bajo la égida de los fusiles y establecer un gobierno oligárquico servil a los intereses imperialistas. Es decir, volver a la Honduras de siempre, toda pobreza, toda exclusión, toda injusticia.

Este escenario ideal para los ambiciosos fascistas que asaltaron el poder, tiene que pasar la prueba de la historia reciente de Nuestra América, donde el despertar de los pueblos ha modificado situaciones de hecho y conjurado conspiraciones similares, como la de Venezuela en 2002.

Mientras tanto, la actitud ambigua del gobierno de Obama, típico de la política del Partido Demócrata, con la táctica bipolar Clinton ganando espacio, y la burlesca complicidad del farsante Premio Nóbel, ayudan a consumar el golpe.

El Presidente Zelaya ha dado un ultimátum a la fase mediadora y ha llamado al pueblo hondureño a mantener la movilización para rescatar la democracia y restablecer el orden constitucional. Militantes del propio Parido Liberal están solicitando la expulsión del usurpador y la renuncia del candidato presidencial que ha apoyado al Golpe.

Sólo la Honduras secuestrada podrá vencer a los secuestradores.

"... los Estados Unidos que parecen destinados por la providencia a plagar la América de miserias en nombre de la libertad..."
Simón Bolívar, El Libertador.


caciquenigale@yahoo.es


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Ildefonso Finol (*)

Economista. Militante chavista. Poeta. Escritor. Ex constituyente. Cronista de Maracaibo

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