Operación Cóndor (I)

Los nexos de las dictaduras del Cono Sur  
 
Esta operación criminal efectuada entre las dictaduras de Chile, argentina y Paraguay en las décadas de los setenta y ochenta en pleno apogeo fascista en el Cono Sur fue bautizada con el nombre de esa hermosa ave andina “Cóndor” que siempre ha custodiado desde las alturas aquellas vetustas cordilleras que recorren buena parte del mundo. Tal vez encontraron ese nombre de “Cóndor” para describir que la siniestra mano del fascismo no tendría fronteras y finalmente para asesinar a hombres, mujeres y jóvenes que lograban esquivar las dictaduras en países de origen y que tenían la oportunidad de escapar de las garras de los verdugos siempre insaciables de sangre proletaria. 

Las alas voladoras del Cóndor volaban a gran altura para encontrar las presas de combativos compatriotas que habían emigrado por escuetos senderos en búsqueda de refugio para continuar la lucha. El asesinato de dirigentes con vocación revolucionaria incluía además a los familiares o amigos que tuviesen alguna relación con los perseguidos. 

La intervención orientadora de Washington que dispuso adecuadamente de funcionarios de la CIA y con gigantescos aportes económicos quedó al descubierto en el momento  de la desclasificación de antecedentes probatorios que se vislumbraron abundantemente.

La masacre selectiva se ha calculado en unos cuatrocientos mil latinoamericanos que fueron perseguidos implacablemente, no solo en América Latina, sino que además, en Europa y Asia. 

Muchos periodistas norteamericanos que tuvieron acceso a los archivos en Paraguay se informaron en detalle del asesinato de Orlando Letelier ex Canciller de Chile  y ex Embajador de Salvador Allende en los Estados  Unidos de Norteamérica. En este atentado que le costó la vida a ese ilustre chileno también fue asesinada la secretaria, quienes fallecieron al impactar con bombas detonantes el vehículo donde viajaban para ese entonces. 

En el año 1999 se desclasificaron nuevamente unos 5800 documentos secretos sobre el trabajo sucio del dictador Augusto Pinochet donde claramente se involucraba a George Busch (Padre) y al ex secretario Henry Kissinger. También se evidencia la participación en la Operación Cóndor de Richard Nixon quien había financiado en Chile toda la paralización del transporte e interviniendo para que el Presidente Allende no fuera confirmado por el Congreso Pleno, conforme a las disposiciones constitucionales de la Constitución de 1925 que tenía vigencia para 1970. 

En una reunión sostenida entre Pinochet y Kissinger, este último le expresó lo siguiente al dictador chileno: “En Estados Unidos, como sabe, simpatizamos con lo que usted está intentando hacer en su país. Por lo tanto le deseo lo mejor…” En esta misma reunión, Pinochet  le habló al Secretario de Estado de los problemas que le ocasionaba Orlando Letelier en la cuestión de los derechos humanos, con lo cual quedó sellada definitivamente la muerte del chileno, ocurrida tres meses después de esta reunión, en el año 1976. 

El plan orquestado en Washington a nivel mundial en contra del comunismo, fue diseminado, además, por el organismo terrorista de Chile (DINA) que incluyó servicios de inteligencia de varias asociaciones criminales; como la triple A de Argentina, Escuadrones de la muerte , Patria y Libertad, Escuadrones Cubanos, anticastristas, terroristas, sicarios, grupos de comandos y de tareas de la guerra sucia, grupos de ultra derecha de Brazil(que tuvieron destacada labor  en los interrogatorios de lkos estadios deportivos de Chile, nacional y los campos de concentración de Charabuco en el oriente de Atacama y la Isla de Dawson en los canales australes en la zona sur de Chile. 

Todo lo cual quedó adscrito en la mas grotesca y terrorista operación internacional que se haya llevado a efecto en los años del poder del imperio norteamericano.

En la medida en que con posterioridad se continuaron conociendo horrorosos antecedentes, quedaron con la mayor claridad la participación del imperio y todos los lacayos dictadores que habían firmado un pacto voluntario para liquidar todo vestigio del hombre nuevo o que tuviere alguna relación con la revolución cubana. 

Los nexos del gobierno de Nixon y su secretario, dejan en nuestra civilización un episodio jamás antes develado, como también la decisión de enfrentar en todos los medios posibles, especialmente en todos los patios traseros con la intervención de las Fuerzas Armadas que habían sido preparadas en Panamá (Casas de Las Américas).

Los organismos represivos como el FBI  y la CIA tuvieron especial inherencia en la conducción de la Operación Cóndor y teniendo el apoyo permanente del propio gobierno fascista y cruel de los Estados Unidos, que no ha renunciado ni renunciará al clarificarse como hegemónicos y dueños de la civilización actual.

Toda esta terrible e inédita relación quedó circunscrita al enfrentamiento de occidente con el este en un claro episodio de dominación imperial. 

Nuevas informaciones de complicidad entre las dictaduras  

Los archivos continuaron en su desclasificación para dar paso a documentos oficiales manejados en su totalidad por los militares que habían accedido a los mandos con absoluta libertad y sin tener ninguna obligación en todas las horrorosas ejecuciones, desapariciones forzosas, cuerpos lanzados a lagos, mares, océanos; todos ellos identificados como partícipes en movimientos, organizaciones o partidos políticos populares. 

El gobierno paraguayo jugó un papel preponderante en la ejecución y orientación de la Operación Cóndor con la señoría directa de una misión diplomática en ese país que tenía nexos con el FBI y la CIA.

En el año 1973 a la hora del golpe militar por las Fuerzas Armadas de Chile en contra del gobierno legítimo de Salvador Allende se había comprobado que las remesas de miles y millones de dólares llegaban con oportunidad desde Paraguay a cada camionero que para aquella huelga del transporte se había convenido con los interesados la cancelación de 100 dólares diarios por cada camión paralizado.

La férrea unidad de propósitos de la dictadura de Paraguay con Chile  se había fortalecido y toda la ayuda económica fluía sin ningún  inconveniente en la planificación de toda la Operación Cóndor, hasta en sus más mínimos detalles; incluyendo, claro está, los asesinatos de todos los dirigentes populares. 

Como resultado de la reunión entre Nixon-Helms-Kissinger y su declaración de “guerra sucia”, se enviaba una nota con la oficialización del tema “cóndor” en los siguientes términos: .-El Presidente Nixon ha decidido que el gobierno de Allende no es aceptable para los Estados Unido. El Presidente ordenó a la CIA impedir que asuma el poder o proceder a su desestabilización posterior para lo cual se hace entrega de 10 millones de dólares para realizar la operación bajo la dirección del general Pinochet.  

Al final de la escueta nota se decía que el jefe de la CIA se reunirá directamente con Kissinger. Es decir, el mismo bandido que hablaba de democracia y de libertad en algunos conferencias por el mundo, tenía la responsabilidad directa de planificar en las naciones sudamericanas todas las acciones golpistas y derribar los gobiernos existentes en la época.

El mismo 11 de septiembre de 1970 en Santiago de Chile confirmaba textualmente que “las armas, ametralladoras y municiones habían sido enviadas por los canales normales”.

El día 16 de octubre de 1970 se hizo llegar un cable con las siguientes instrucciones: .-Es política firme y establecida de esta administración (Nixon) que Allende debe ser derrotado por un golpe militar”. 

Dentro de otros documentos se comprueba que la diplomacia de los Estados Unidos de Norteamérica estaba interesada en la represión que comenzó a ejecutar el régimen de Augusto Pinochet Ugarte a partir del golpe militar del 11 de septiembre de 1973.

Dos generales patriotas y constitucionalistas, el 22 de octubre, dos días antes que el Congreso pleno confirmara a Allende como Presidente electo mayoritariamente, fue herido de muerte el general René Schneider fue baleado con alevosía al salir de su propia casa de habitación.

Este general se identificaba con aquellos aciagos días de enfrentamiento con el apoyo irrestricto de la vigente Constitución de 1925. Este horrendo crimen se ejecutó por el fascismo con la idea de culpar a las organizaciones revolucionarias del gobierno de Allende que tenían en el interior de la Unidad Popular divergencias políticas (MIR). 

Sin embargo quedó perfectamente claro que el responsable de tan abominable crimen que el general ultra fascista Viaux Marambio funcionario pagado por la CIA. Obviamente que este general cumplía las instrucciones del Secretario de Estado Kissinger. 

El imperio, o mejor dicho, el gobierno norteamericano de Nixon que no pudo bloquear la designación de Allende en el Congreso, en buena medida por el temor al pueblo alzado, comenzó entonces y de inmediato, en primer lugar a asfixiar económicamente a Allende, obstruyendo la renegociación de la deuda externa. Vetaron todos los préstamos  de Chile en la Banca Internacional; evitaron la inversión de capitales norteamericanos y de los países que estaban bajo la influencia del gobierno; no permitieron el arribo de repuestos vitales para las Fuerzas Armadas y maquinarias industriales. 

Hoy, cuando se analiza con mayor tranquilidad la Operación Cóndor y sus métodos fascistas se puede comprender que se trataba de una actitud estratégica y global lo suficientemente perdurable y efectiva para ser aplicada en diversos países del planeta tierra. 

La creación en Chile de  “una fuerza de tarea” entre el 15 de septiembre y el 3 de noviembre de 1970, precisamente como se recuerda esa fecha en que Salvador Allende se enfrentaba de manera directa a la intervención del imperio, comienza el nuevo plan de desestabilización organizada con oficiales de la CIA desde Buenos Aires, Argentina “torpedeando las iniciativas populares particularmente en Chile “donde se había establecido el compromiso de poner en ejecución el Programa Socialista de la 40 medidas”.

Nos interesa establecer en esta descripción con ciertos detalles el asesinato del general Carlos Prats y su señora esposa Sofía quienes fueron ejecutados bajo la tutela de la Operación Cóndor en Buenos Aires, Argentina. 

Como se recuerda, el General Prats había emigrado en busca de refugio político  a la Argentina, pero la mano siniestra del fascismo había decidido quitarlo del camino por considerarlo sumamente peligroso para el gobierno de Pinochet. 

En 1972, Allende había nombrado al General Prats Ministro del Interior  y en agosto (muy cerca del golpe militar del 11 de septiembre de 1973), Ministro de Defensa Nacional. La puesta en marcha de la conspiración de los institutos armados chilenos fueron cerrando las pinzas para hacer del General Prats  una nueva víctima de los crímenes que sacudieron espantosamente la sociedad chilena.  
 
 
 ravbuli@gmail.com
 



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