Chavez dio a conocer las medidas anti-crisis el pasado fin de semana y ocurrió lo que todos imaginábamos, la oposición chillo!
Lo de la oposición es predecible; pero lo poco predecible es la reacción de la QUINTA COLUMNA del PSUV y sus acólitos. Y es que ellos son los que tienen en poder y dudo que se queden tranquilos frente a las pretensiones del presidente de adecentar la administración publica reduciendo salarios y bonificaciones, además de eliminar los gastos suntuarios.
Y es que esta gente debe pensar ya en como conseguir los recursos para seguir tomando Wisky en diciembre, pasar sus vacaciones en el caribe, hacer una buena cena navideña y por supuesto celebrar con los mejores vinos los días del funcionario publico y de la secretaria.
¿Qué es un gasto suntuario? Para responder está pregunto me remito a mis recuerdos.
Recuerdo muy bien aquella cena navideña del año 2.007 en el circulo militar de Mérida, cuando estaba a cargo del Voluntariado Social Ezequiel Zamora y la gente de nuestra gloriosa Juventud Comunista de Venezuela dirigía los destinos de la Misión Negra Hipolita, misión que tenia por finalidad ayudar al reintegro social de las personas que viven en situación de calle, ósea los indigentes y niños de la calle. Recuero el frío de aquel diciembre; el dolor de confirmar la pobreza extrema en nuestro estado, específicamente en el vertedero de basura de ONIA, en el Vigía. Recuerdo los mas de 12 millones de bolívares viejos que se usaron para la cena de fin de año del personal del INAM y de la Misión Negra Hipolita. Recuerdo el asco que sentí al sentarme en una mesa con wisky, hallaca, vino, pernil y al fondo una orquesta de música bailable, tipo Billos Caracas Boys, amenizándole la fiesta a los burócratas del INAM y de Negra Hipolita que nunca se habían sentado a comer con un indigente. Recuerdo que tuve que tomarme unos buenos tragos de Los Andes (miche claro) para poder aguantarme el espectáculo hipócrita de una fiesta millonaria. Recuerdo la impotencia de saber que con 12 millones de bolívares se les pudo haber hecho una buena cena a los niños de la calle y a los indigentes. Recuerdo aquella mentada de madre de Portillo. Recuerdo la tristeza de darme cuenta que los cuadros de la Juventud Comunista de Venezuela, eran iguales o peores que los adecos, copeyanos o el mismísimo MVR (hoy PSUV).
Y recuerdo todo eso ya que, estoy seguro que los quinta columnas serán los que conseguirán las mil trampas para burlar el decreto del comandante para eliminar o disminuir el gasto suntuario; ya no será el estado quien pague un teléfono corporativo, serán las comisiones de los empresarios o quien sabe que trampa... Mientras siguen existiendo niños en la calle e indigentes que a pesar de que hay una misión para ellos, el dinero lo sigue manejando los burócratas que buscarán la manera de que sus beneficios del poder no se vean tan afectados.
A pesar de eso, las medidas son muy buenas y como dijo José Vicente, adecentará la administración pública. No podíamos esperar menos del comandante.