"Lo más importante es que Putin ha mantenido a Rusia soberana y una vez más la ha puesto en el mapa de las principales potencias geopolíticas. Y ahora, no sin la ayuda de líderes occidentales ineptos, Rusia es uno de los líderes en la construcción de un nuevo mundo justo y mutuamente beneficioso regido por el derecho internacional real, en lugar del llamado "orden basado en reglas". (Alexander Dugin).
En un contexto de plena guerra, no sólo con Ucrania, sino también contra quienes la apoyan abiertamente, en todos los terrenos, léase EEUU y La OTAN, Vladimir Putin ha realizado claras advertencia y ha dicho que no se descartan realizar prácticas o simulacros de eventuales ataques nucleares, justamente, en la zona fronteriza con Ucrania.
En ese contexto, tomó posesión, el martes 07/05/2024, como presidente para un quinto mandato, de seis años, durante una ceremonia oficial celebrada en el Gran Palacio del Kremlin.
Putin, de 71 años, juró el cargo con la mano derecha sobre un ejemplar de la Constitución y allí dijo: "En el ejercicio de las facultades de presidente de la Federación de Rusia, juro respetar y proteger los derechos y libertades del hombre y del ciudadano, cumplir y defender la Constitución de la Federación de Rusia, proteger la soberanía y la independencia, la seguridad y la integridad del Estado, servir fielmente al pueblo".
Según el escritor y hombre de confianza del presidente recién electo, Alexander Dugin: "Este período del mandato presidencial de Putin es crucial. No se trata simplemente de elecciones ordinarias, sino de un momento decisivo de la historia rusa moderna. Putin ha llegado a la cima de su carrera histórica al frente de Rusia. La Federación Rusa se creó a principios de los años 90 como imitación de un país periférico de Europa del Este que depende del Occidente global liberal y se encamina hacia una humilde integración en él. Rusia estaba en vísperas de la inexistencia, tras el trágico destino de la Unión Soviética. Pero luego llegó Putin y salvó al Estado, a la gente".
En su discurso de toma de posesión, muchos analistas concuerdan en que, Putin, estuvo sereno, tranquilo e imperturbable ante una histérica incandescencia en toda la esfera de la OTAN.
En ese discurso, habló de diálogo en los siguientes términos: "Nosotros no rechazamos el diálogo con los países occidentales. Depende de ellos" y se preguntó: "¿Tienen intención de seguir intentando frenar el desarrollo de Rusia, proseguir la política de agresión y la presión que no ha cesado durante años sobre nuestro país, o buscar vías de cooperación y paz?".
"Hemos estado y estaremos abiertos a fortalecer buenas relaciones con todos los países, que ven en Rusia un socio fiable y honesto. Y esa es efectivamente la mayoría mundial".
Para Putin, el diálogo con Occidente en materia de seguridad y estabilidad estratégica es "posible", pero advirtió de que éste no debe transcurrir "desde una posición de fuerza", sino "sin arrogancia, prepotencia ni exclusividad personal, y sólo en igualdad de condiciones, respetando los intereses de cada uno".
Dijo que está dispuesto a desarrollar relaciones cordiales con esos países - liderados por Estados Unidos - pero advirtió: "De ellos depende si eligen un marco de confrontación con nosotros".
Destacó que, Rusia, como una de las potencias que están en disputa por la hegemonía del mundo, continúa la labor de "formación de un mundo multipolar y un sistema de seguridad equitativo e indivisible".
También mencionó que las últimas elecciones confirmaron "el correcto rumbo del país", algo que definió como "importante en un contexto de graves retos". Y aquí, habló claramente y dijo que su país es más fuerte para realizar todos sus proyectos y planes a gran escala, y que Rusia es una gran nación que unida superará todos los obstáculos que quieran oponerle. Y, en ese "mundo complejo que cambia rápidamente, debemos ser autosuficientes y competitivos"
Señaló que la seguridad del pueblo ruso es una prioridad para él, momento en el cual, recordó a los "héroes" de la campaña militar en Ucrania, que, se dice, es la asignatura pendiente para su quinto mandato.
Sintetizando, podríamos decir, que, en ese discurso, Vladimir Putin, dejó claramente establecido que:
-Sólo Rusia, más nadie, determinará su propio destino.
-Rusia atravesará con dignidad este período difícil y decisivo y se volverá aún más fuerte; deberá ser autosuficiente y competitiva.
-La principal prioridad para Rusia es salvaguardar a su pueblo y preservar sus valores y tradiciones ancestrales.
-Que la prioridad clave para su nación es la preservación de valores y tradiciones centenarias, recalcando que: "Estoy seguro de que el apoyo a los valores y tradiciones familiares centenarias seguirá uniendo a las asociaciones públicas y religiosas, a los partidos políticos y a todos los niveles del Gobierno".
Rusia está dispuesta a fortalecer las buenas relaciones con todos los países y con la mayoría mundial.
Rusia seguirá trabajando con sus socios en la formación de un orden mundial multipolar y al respecto, enfatizó: "junto con nuestros socios de la integración euroasiática y otros centros soberanos de desarrollo continuaremos la labor para la formación de un orden mundial multipolar".
Rusia no rechaza el diálogo con Occidente, está dispuesta a dialogar sobre seguridad y estabilidad estratégica, pero sólo en pie de igualdad.
Que el sistema político debe ser resistente a cualquier amenaza, pero puntualizó que "estabilidad no significa rigidez", el sistema debe ser "flexible". "Somos una gran nación unida y juntos superaremos todos los obstáculos, realizaremos todo lo que hemos planeado, juntos venceremos".
Podríamos terminar comentando que el mensaje en este discurso está claro para EEUU y sus aliados de occidente.
Amanecerá y veremos.