Si buscáramos una palabra para calificar, las denuncias que mutuamente se hacen las dos figuras más importantes en el ruedo electoral norteamericano, la más apropiada sería el escándalo, que ya trasciende sus fronteras y los pone al desnudo ante el mundo, donde su poderío mediático los había posicionado como una democracia casi inmaculada.
Pero lo escandaloso no sólo es referente a las acusaciones mutuas que se hacen Trump y Biden, sino, las que el propio sistema judicial de ese país les imputa e investiga.
Ni siquiera la guerra rusia-Ucrania, ni el Genocidio contra el pueblo palestino, donde EEUU, está- involucrado hasta los tuétanos, ha podido ocultar la podredumbre que allí existe, producto del deterioro general del sistema que lo sostiene, cuyo lema de exportación era: "American way of life".
Eso paso a la historia, la sociedad norteamericana hoy, no es buen ejemplo para nadie. Su sociedad es adicta, sus grandes ciudades se encuentran inmersas en un oleaje de drogadicción, que espanta, con miles de ciudadanos deambulando como zombis, sin ningún tipo de asistencia médico-social por parte del estado.
El estado norteamericano, ya no puede brindar asistencia a los millares de ciudadanos, que viven en condiciones de insalubridad, en carpas ubicadas en sus grandes ciudades. Es tal el fracaso, que, frente a la imposibilidad de dotar a sus ciudadanos de viviendas, han aprobado como un nuevo derecho civil, que las personas tienen el derecho de dormir en sus carros en cualquier parte del país. En su desespero por la crisis económica, han acudido al expediente de legalizar la Marihuana, para obtener divisas, en contra de la opinión de cientos de sus investigadores que han determinado lo perjudicial para la juventud y en general para todos, de esta droga. No hablemos para alargar la lista de calamidades, las frecuentes matanzas que se producen en el seno de su población.
Frente a este patético panorama, Trump y Biden se lanzan baldes de agua sucia y lo que resulta más grave, es que, en las denuncias, ambos tienen razón, son verdades que apuntan al grave deterioro social de ese país y a los negociados internos entre sus familiares, amigos y el entorno político.
¿QUE DICE BIDEN DE TRUMP?
Lo acusa de ser un peligro para la democracia, de liderizar un movimiento extremista, que, a su juicio, atenta contra los valores de la democracia al estilo norteamericano y agrega que, de llevarse a cabo, se alterarían los fundamentos de ese estilo de gobierno.
¿QUE DICE TRUMP DE BIDEN?
Lo acusa de ser incompetente en la toma de decisiones sobre diversas materias, que a su juicio afectan a los Estados Unidos.
Pero a su vez, el sistema judicial de los Estados Unidos, los tiene a ambos en la mirilla.
A Trump se le ha venido acusando de haber utilizado la presidencia de la república para fortalecer sus negociados, que abarcan mas de 500 empresas y al mismo tiempo de complicidad en el asalto, que llevaron a cabo sus partidarios a la Casa Blanca. Se le acusa también de otros actos delictivos, como sobornar, para lograr el silencio de actrices del mundo porno, como es el caso de Stormy Daniels, con la cual, le montó cachos a su esposa Melania y luego le pagó, es decir la sobornó, para que mantuviera silencio absoluto.
Por su parte, a Biden se le acusa de beneficiarse de los negociados que su hijo Hunter Biden, ha realizado y por los cuales hoy es investigado. El Gran Jurado acusa al hijo del presidente de nueve cargos fiscales, mentir a las autoridades tributarias, de evadir impuestos, devoluciones falsas etc. etc.
Imagínense como está el zaperoco en los Estados Unidos. Por menos de ese estercolero, ya sus gobiernos hubiesen pedido una invasión a otro país, para restaurar la democracia, como es su estilo.
Hoy a grandes titulares se anuncia que la Cámara Baja del Congreso de los Estados Unidos aprobó investigar al presidente Biden, lo que pone una guinda a la grave situación que allí se vive y que demuestra la crisis política-social que los carcome.
Hay que estar atentos al desarrollo de los acontecimientos, es probable que ellos, como acostumbran, se den un apretón de manos y decidan que, por razones de Seguridad Nacional, archiven los expedientes, eso no tendría nada de extraño. Pero nos preguntamos: ¿Esos son los que pretenden ser líderes morales del mundo? ¿Es ese el modelo de democracia que pretender imponer por la fuerza a otros países?