Los políticos demagogos cuando están frente al pueblo para exaltar la euforia popular, tienen un arsenal de frases hechas y consignas vacías, que las utilizan y repiten incansablemente y la convierten en verdades, en el mundanal ruido de la politiquería.
Lo peor es que algunos de ellos terminan creyéndoselas y como los lisonjeros que los rodean son incapaces de advertirles sobre los yerros y errores cometidos, so pena de buscarse la animadversión del que adulan, los errores continúan y se expanden.
Una de esas frases hechas a las que me refiero es tan vieja como manida: "Los pueblos nunca se equivocan"
Los pueblos sometidos a situaciones extremas, cansados de promesas falsas, desilusionados, cuando no ven salidas inmediatas a los problemas que lo acorralan, cuando están sometidos a procesos inflacionarios que lo depredan y empobrecen, pueden llegar y hay muchos ejemplos en la historia, que lo demuestran, toman decisiones desesperadas, de las cuales a la larga se arrepienten.
Oportunamente, el Papa Francisco en declaraciones sobre la situación de Argentina, lamentablemente poco difundidas, expreso su preocupación, sobre los riesgos de votar por un desconocido, por alguien a quien no se le conocieran sus raíces, en fin, por un desconocido. Probemos con este, que nadie lo conoce, dijo, con Adolfito, haciendo referencia al caso de Alemania, y enfatizo: ASI TERMINAMOS.
Si, así, termino el pueblo alemán, acuciado por un estado de pobreza desesperante al cuál lo llevo el proceso inflacionario que a la sazón existía, a votar por Adolfo Hitler, quien llevo al mundo a una Guerra Mundial, que ocasiono millones de muertos y a la eliminación de millones más, por su conducta anti semita, racista, homofóbica, discriminatoria y de odio a cualquier ideología diferente a la que el profesaba.
El Papa no lo nombro en esa oportunidad, pero lo dejo entrever, el desconocido a que se refería era a Milei, quien se presento al electorado con un lenguaje agresivo, excluyente, despreciando toda tendencia política diferente, menospreciando la cultura en general, anunciando el rompimiento de relaciones con cualquier país que no estuviese en sintonía con la ideología de Ultra Derecha que el preconiza. Y otras barbaridades recogidas por algunos medios, como por ejemplo, que el (Milei) conversaba con un perro de su propiedad, que había muerto y era el que lo orientaba en lo que debía hacer políticamente. (Imagínense)
En esa misma entrevista el Papa alerto sobre el avance de la Ultra Derecha en El Mundo, que califico de Centrípeta y de la cual afirmo: "LA ULTRA DERECHA SE RECOMPONE SIEMPRE, ES CENTIPRETA, NO CREA HACIA AFUERA POSIBILIDADES DE REFORMA".
Entonces nos preguntamos: ¿A caso no se equivoca el pueblo? No se equivocó en Alemania cuando escogió a Adolfo Hitler. Todavía las secuelas de ese error, las sufre el mundo y hoy la mayoría del pueblo alemán lo reconoce a pesar de algunos brotes de irracionales que tratan de revivirlo.
Así, como afirmamos, que el pueblo Alemán se equivocó cuando eligió a Adolfo Hitler, también afirmamos, que el pueblo argentino se equivocó, acaba de cometer un craso error, al votar, para llevar a la presidencia a un demagogo, a un vendedor de ilusiones, con rasgos patológicos, que además de las barbaridades que preconiza, reivindica las dictaduras militares que llevaron al pueblo argentino a tanto dolor, donde las infatigables y honorables Madres de La Plaza Mayo, todavía buscan las decenas de nietos que fueron arrebatados a sus padres naturales, a los cuales asesinaron las dictaduras, para ser entregados a hogares de personas desconocidas.
Por eso también afirmamos, en lenguaje de la disciplina deportiva que los ha hecho famosos, El Futbol, que el pueblo argentino, se ha propinado un auténtico AUTOGOL, del cual más temprano tarde, lo veremos arrepentido.