El anarquismo en la formación de un socialista irreductible

Ni en el más remoto de sus pensamientos podía llegar a suponer aquel hombre, envejecido más que por los años vividos por azares de una vida turbulenta, que esas conversaciones con aquel chico sembrarían la semilla que 50 años después al germinar partiría la historia de ese pequeño país suramericano y lo convertirían en un referente histórico de lucha política en un mundo que apenas salía de los horrores de una guerra que además de acabar con la vida de 10 millones de personas devasto buena parte de los territorios en Europa.

Corría la segunda década del siglo XX y habían transcurrido ya casi 30 años desde que aquel turinés había dejado su terruño para asentarse en el Sur de América y algo había aprendido de esa doctrina política, que tanto prometía a quienes como el soñaban con cambiar el mundo y las injusticias en el reinantes.

De Malatesta aprendió que "la armonía de los intereses y los sentimientos, el concurso de cada uno en el bien de todos y el de todos en provecho de cada uno, es el único estado en el que el hombre puede manifestar su naturaleza y obtener el máximo de desarrollo en el máximo de bienestar".

Es fácil suponer que Chicho comprendiera poco o casi nada de aquel enrevesado discurso anarquista que el viejo De Marchi recitaba como si de versículos bíblicos se tratara. Pero lo que mas fascinaba al chico era aquella cita donde el discípulo citando a Malatesta aludía la palabra solidaridad "la cooperación es la única manera que el hombre tiene para progresar. El hombre ha podido salir del estado de animalidad gracias a su instinto de sociabilidad cooperativa, haciendo que la conservación de la especie mediante la solidaridad llegue a ser el fondo de la naturaleza moral del hombre"

Asi supo que el padre del anarquismo fue un francés llamado Pierre Proudhon, quien sentó las bases filosóficas de esta doctrina surgida a mediados del siglo XIX; seguido por Bakunin quien asumiendo posturas más radicales que su antecesor confrontó al marxismo reivindicando la abolición de las clases, la igualdad de los sexos, la propiedad común de la tierra y de todas las riquezas.

Algo que repetía De Marchi de las enseñanzas de Errico al muchacho, quien lo grabo hasta las trágicas horas de su muerte, lo resumía diciéndole "si no fuese por las escuelas socialistas que rompen artificialmente la unidad natural de la cuestión social y por los equívocos con que se trata de estorbar el paso a la revolución, podríamos decir que Anarquía es sinónimo de socialismo, porque una y otro significan la abolición de la tiranía y de la explotación del hombre por el hombre, ya se ejerzan mediante la fuerza de las bayonetas, ya mediante el acaparamiento de los medios de vida.

Pero Chicho aunque se interesaba por las enseñanzas del ebanista no menos que por las partidas de ajedrez que complementaban sus encuentros, sin dejar de atesorar todas aquellas ideas libertarias del maestro se fue decantando por las ideas socialistas hasta convertirse en un referente político de esta corriente política.

Después de la más intensa de las campañas, a las que ya el candidato parecía más que acostumbrado, el 4 de septiembre de 1970 se anuncia el triunfo de Allende sobre una derecha claramente dividida, pero apenas esto ocurrió se dio inicio a una larguísima cadena de sucesos que conducirían a aquel fatídico 11 de septiembre de 1973, último día de vida de Salvador Guillermo.

Basta con oír el último discurso de ese chico, ya hecho hombre y convertido en el avezado político, llamado Salvador Guillermo Allende Goseen, pero que prefería el apelativo de "Compañero Presidente", mientras los sublevados bombardeaban el Palacio de la Moneda, para entender que, dadas sus profundas convicciones políticas, su suerte estaba echada desde aquel 4 de noviembre de 1970 cuando desde la Presidencia decidió dirigir un proyecto de revolución pacífica que se conoció como la vía chilena al socialismo, en pleno periodo de Guerra Fría, cuando el imperio de los Estados Unidos no podía permitir que en su "patrio trasero" se reeditara una experiencia socialista con algún parecido a lo que desde 1959 ocurría en la Cuba, con Fidel Castro y una revolución que pujaba por hacerse continental.

Ahora que se conmemoran 50 años del golpe en Chile y de la instauración de una de las mas feroces dictaduras en Latinoamérica se hace imprescindible rememorar a Allende y su gesta.



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Carlos Luna Arvelo


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