Las campañas políticas o manipulación se han iniciado con dos candidatas: las impuesta por AMLO y la de tres partidos

1. Fuera de las formalidades de leyes, las campañas políticas se iniciaron abiertamente con el año 2003. El presidente López Obrador seleccionó a su candidata (la Sheinbaum) desde que la impuso como candidata al gobierno de la CDMX; luego, a través de todo el tiempo, en el país es sabido que ella es la "corcholata" impuesta. Obviamente las otras cinco "corcholatas" seleccionadas por el mismo presidente por su incondicionalidad, son un vistoso adorno. La realidad es que no sólo son fieles, sino oportunistas, que esperan nuevos nombramientos con buenos salarios y la posibilidad de hacer negocios como se han hecho desde hace un siglo por lo menos.

2. Frente al gobierno y su partido, surgió desde que AMLO tomó el gobierno, una alianza de tres partidos muy corruptos (PRI, PAN, PRD), sobre todo cuando cada uno ocupó el gobierno nacional o estatal. De este trío surgió –"sin mucho querer, pero queriendo"- una candidata que el presidente creó al negarle despóticamente una réplica. Así surgió y creció Xóchitl Gálvez, hoy senadora, pero antes había ocupado otros tres cargos en el gobierno. La realidad es que es muy tibia en su enfrentamiento quizá por miedo, por falta de asesoría o es su estrategia. Bien, de la noche a la mañana la Xóchitl se convirtió en la obsesión de AMLO, a quien no deja de atacar.

3. El problema de esta triple alianza es la militancia de viejos políticos que han hecho gigantescos negocios, muy superiores –sólo hasta ahora- a los hechos por el gobierno de López Obrador y su partido. Además de Xóchitl, van junto a ella otros seis precandidatos muy inferiores en simpatía, aunque posean los más altos conocimientos entre los políticos. ¿Con quién se puede estar gente honesta si las dos corrientes sólo buscan más poder y dinero? Por ello llevo más de 60 años sin votar por algún candidato o gobierno que es una garantía de poder, robos, desfalcos y todo lo más funesto de los seres humanos. He trabajado por que la gente en vez de votar, luche en las calles.

4. A Xóchitl le falta ser aguerrida, hablar sin miedo y un equipo de asesores que le reúnan millares de denuncias contra lo representado por López Obrador que hasta ahora ha gobernado con y para los ricos; que en vez de luchar contra la desigualdad los miserables salarios siguen predominando; que, en lugar de solucionar los problemas de salud y educación, han empeorado para la población; la inseguridad, los asesinatos, etcétera, son ya imparables. Pero lo más importante en la campaña será hacer la denuncia acompañada de investigación. Xóchitl puede barrer a López Obrador y a su candidata, y el mismo AMLO lo sabe, pero Xóchitl debe pasar a la ofensiva. ¿O debemos olvidar que pertenece a la misma familia de los políticos de siempre? (7/VIII/23)

 



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Pedro Echeverría


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