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Ambas van dirigidas fundamentalmente a destruir vidas, pero eso no le importa a los Estados Unidos, porque luego, ellos se apoderan de las estructuras y los bienes que quedan después de cada conflagración. Así de inhumana es la naturaleza imperial.
Un nuevo anuncio "humanitario", realizó el mandatario norteamericano, Joe Biden: "Estados Unidos enviará a Ucrania bombas de racimo para ayudar al país europeo en su contraofensiva contra Rusia".
Según sus propias declaraciones, fue una decisión "dificilísima", tuvo que persignarse primero, comulgar después y consultar a sus aliados, que son de la misma calaña, y también a los del Pentágono, que aguantan dos pedidas para autorizar apertrechar de bombas a otros países, porque eso les redunda beneficios económicos.
Todos sabemos que gran parte de la economía norteamericana, además, del lavado de dinero proveniente de los Carteles de Drogas, se sostiene, por la industria armamentística, armas, que venden al mejor postor, sin importarle la violencia y la vidas que puede generar esa conducta irresponsable.
Ahora, bien, son declaraciones hipócritas porque no es la primera vez que los Estados Unidos, utiliza estas bombas. En Laos, por ejemplo, se cansaron de utilizarlas
"Desde 1964 hasta 1973, se lanzaron más de dos millones de toneladas de municiones sobre el país en unas 580.000 misiones de bombardeo, lo que equivale a una carga de avión cada 8 minutos, las 24 horas del día durante 9 años". La Guará dijera un barquisimetano.
"Y de eso, al menos 270 millones de bombas de racimo fueron arrojadas como parte de la campaña de bombardeos",. Fuente CNN.
Decisión que le resultó también "dificilísima" a Lyndon B. Johnson, presidente a la sazón de EEUU y cumplió también con el mismo ritual de persignase y comulgar y otros rituales religiosos que ellos realizan cada vez, que van a ejecutar una acción "humanitaria". También las utilizaron en la Guerra del Golfo, la antigua Yugoslavia, Afganistán e Irak.
Y también, casi me olvidaba, las utilizaron contra el pueblo Vietnamita, en Guerra, donde salieron con las tablas en la cabeza, pero que dejó millones de muertos y mutilados.
Es decir, que no es la primera vez que acuden a esta arma de guerra que tiene como propósito fundamental matar gente, no obstante a que más de cien países censuran su uso.
Y esto nos recuerda, precisamente, y de allí, el título de esta reflexión, que en este esfuerzo "humanitario", intentaron crear otro nuevo artefacto de guerra, y creo que lo lograron, crear un Bomba de Neutrógeno, que los medios de comunicación social, la denominaron, La sólo Mata Gente.
Denominada así, porque era una bomba, dirigida exclusivamente a matar a los seres vivos y que dañara poco las estructuras, es decir, los bienes, porque luego, ellos, se apoderarían de ellos, al no quedar nadie que pudiera reclamarlos.
Y esas intenciones, revelan, la verdadera naturaleza imperial deshumanizada. En verdad poco les importa la vida de los seres humanos, como el Cronos de la Mitología Griega, que devoró a sus propios hijos. La verdad en que a los gobiernos de los Estados Unidos, en su voracidad por recursos energéticos, poco interesa el daño que causan a otros pueblos y a la humanidad en general. Y para lograrlo, se llevan por delante cualquier norma, cualquier, pacto internacional, cualquier principio ético o moral.
Fíjense como juegan con la vida del pueblo ucraniano, a quien los Estados Unidos y su parapeto la OTAN, lo utilizan como carne de cañón en sus intentos de aislar a Rusia. Allí no solamente enviarán como lo ha acordado Biden, bombas de racimo; experimentaran, también, con nuevas armas, sin importarles los millones de muertos que puede tener una conflagración como la que estamos viendo en los actuales momentos. Las Bombas de Racimo y la Solo Mata gente (sólo para eliminar vidas), demuestran una cosa: La verdadera naturaleza inhumana imperial.