¿Quién es más corrupto, Trump o Biden?

  • Como en la letra del tango de Gardel por Una Cabeza, estos dignos representantes de la dictadura demócrata-republicana, se pelean cabeza a cabeza, en medio de insultos, por la nominación presidencial, con el asombro del mundo, a quien se le vendía,  los Estados Unidos, como el modelo de democracia ideal e impoluta.

  • Ya empiezan a desaparecer y bloquear a los posibles testigos de las investigaciones que están en curso contra ambos contendientes, un estilo muy característico de los Estados Unidos, heredado de la mafia y el Ku Kluk Klan que impuso la violencia por muchos años en su territorio.

 

A lo mejor es más fácil responder ¿Quién fue primero el huevo a la gallina?, o como preguntan en Venezuela ¿Por dónde le entra el agua al Coco?, porque la pregunta que aparece como título de esta reflexión, de acuerdo a los trapos sucios que salen cada día en la campaña pre electoral de los  Estados Unidos, la lucha es cabeza a cabeza y al final de cuentas, como se resuelven las cosas en el norte, todo termine con un apretón de manos, porque si  realmente se responde, se pondría en peligro la seguridad nacional.

De acuerdo a como están las cosas y así lo informan medios internacionales, Papeles Secretos del Pentágono, se han encontrado hasta en los baños, mezclados con papel higiénico usado. Poco le faltó a Trump,  poner en práctica la estratagema de Papillon, cuando escondía los reales, en la Isla del Diablo.

Por otro lado, Donald  Trump, le lanza piropos a Biden, calificándolo, con sus propias palabras: “Joe Biden es el presidente más corrupto de Estados Unidos”

A ese nivel de altura, digno de la Democracia impoluta, que allá impera,  según los demócratas y republicanos, ha llegado el debate en los Estados Unidos, mientras la población como jarrón chino, está inmersa,  en los vapores del Fentanillo, la violencia interna que va desde las iglesias hasta los supermercados y las carpas de indigentes en las grandes ciudades de ese país.

Democracia, que según Uds. Pueden ver es un modelo de exportación y es precisamente la que sus grandes medios de comunicación y el liderazgo político, quiere imponer a otras naciones del mundo.

Durante la campaña pre electoral que lo llevó a la presidencia, Donald Trump, al hacer referencia a la corrupción en EEUU, decía, “que sacaría al país de ese pantano”.  Pero por lo que vemos, se enterró en el pantano y ahora tanto él con Biden, lanzan pancadas de ahogados, para salirse, pero al moverse se hunden más y más, como si estuvieran en tierra movediza.

 Biden como buen religioso, pone al revés  el lema de “familia que reza unida, permanece unida”,  para él, “familia que roba unida, permanece unida”, de allí que las acusaciones contra él, no se limitan a su persona, sino,  a toda la familia. Es así como señalan algunos medios, que “en familia”, ha recibido más de diez millones de dólares, de inversores extranjeros, en particular de Ucrania, empresarios que se reunieron con el propio Biden (estaba también su hijo Hunter Biden), cuando era candidato a la Vicepresidencia, algo totalmente prohibido por sus propias leyes.

El Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos ha acusado formalmente al presidente Joe Biden: “que él y su familia, empresas y asociados han recibido más de 10 millones de dólares”, de empresas extranjeras.

Por su parte al el ex presidente Donald Trump, además de los supuestos papeles secretos del Pentágono, que se encuentra en los baños (Los documentos en cuestión incluían información sobre las capacidades de defensa y de armamentos tanto de EE.UU. como de otros países, los programas nucleares de Washington etc. etc..), también se le acusa de  falsificación de registros comerciales, pagos a una actriz del cine porno para que silenciara sus relaciones íntimas con él, fraude y evasión de impuestos, entre otras cosas.

 Observamos entonces en el extenso prontuario de ambos líderes norteamericanos, que para efectos de sus promociones como  candidatos a la presidencia, son currículo y detrás de cada uno, hay maquinarias, que les limpian la imagen, tratan, tarea dificilísima, de ocultarle las arrugas y reciben, por ello, beneficios multimillonarios. Todo un sistema de corruptelas que su poderosa maquinaria mediática silencia, porque también recibe beneficios en ese vulgar reparto de dinero y poder.

Mientras tanto en las encuestas que ocasionalmente se realizan pero que  poco se publicitan, se revela la opinión del pueblo: “Nuestros gobiernos funcionan muy bien para los ricos, pero no para los demás”. Es decir, en palabras nuestras, que la gran mayoría de la población en ese país, se considera desasistida y marginada.



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Jesús Sotillo Bolívar

Docente en la UCV

 jesussotillo45@gmail.com

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