Son diversas la modalidades, las formas, como los gobiernos imperiales expanden su dominación. Ensayan los variados modelos, los van adaptando a las circunstancias, los van perfeccionando, hasta que logran calzarlos a la medida para en definitiva lograr sus propósitos.
Ensayo y error, hasta lograr ir penetrando, interviniendo, y luego consolidar sus esquemas de dominación.
Nuestra región es actualmente, campo de experimentación para sus ensayos. Con la idea muy clara de impedir el progresismo, neutralizar a los gobiernos que bailan al son de sus intereses y continuar con sus ansias de mantenernos como patio trasero, persisten y persisten hasta buscar los puntos débiles y por allí se cuelan para lograr sus fines.
Su maquinaria intervencionista estudia cualquier posibilidad. En el caso concreto de nuestros países, acuden a golpes de estado militares, cuando estos son ya criticados, buscan otras modalidades del golpe, como por ejemplo, los parlamentarios, que actualmente están de moda. Si esto no les funcionas se van por el camino de la desestabilización, financiado y aupando grupos violentos, preparando el terreno para las asonadas. Acuden a las sanciones, bloqueos contra los gobiernos para buscar la sublevación de sus pueblos y ellos pescar en rio revuelto. Sobornan parlamentarios y políticos corruptos para que estos desde el parlamento aprueben leyes, den permisología que les facilite su penetración.
Todo lo narrado lo hemos vivido y sufrido en nuestra región. Bajo el lema de la celebre frase: “América para los americanos”, han buscando las más disimiles formar de dominación.
El establecimiento de Bases Militares, “Misiones Humanitarias”, han sido algunas de las modalidades preferidas. “Estados Unidos tiene bases militares repartidas por todo el mundo y, según el informe del Conflic Management and Peace Science Journal, habría 173.000 tropas norteamericanas en todo el mundo desplegadas en unas 254 bases e instalaciones militares”
Y donde entran no salen, al menos que los pueblos se subleven, y los echen.
De acuerdo al informe publicado en 2015 del Departamento de Defensa Estadounidense, llamado Base Structure Report y revisado por los periodistas Diego Pérez Damasco y María García, los países que cuentan con bases militares estadounidenses instaladas son Cuba (Guantánamo), Honduras, El Salvador, Colombia y Perú. Sin embargo, en el informe también se menciona tipo de participación militar en Costa Rica.
Algunas de ellas, han sido instaladas “temporalmente”, o como el caso de Colombia, con el argumento de la lucha contra las drogas. Pero terminan siendo permanentes y por el contrario de querer retirarse, medran y esperan la oportunidad para instalarlas en otros países de nuestra región.
Por tales razones nos parece preocupante que la dictadora actual del Perú Dina Boluarte lo solicite: Dina Boluarte solicitó aprobación al Congreso de Perú el ingreso de tropas extranjeras a su país. Se trata del Oficio N° 015 - 2023 que lleva las rúbricas de la presidenta peruana y del premier Alberto Otárola. La recepción del documento se llevó a cabo el pasado 19 de enero.
Presencia que a nuestro juicio, tiene toda la intención de fortalecerla en el cargo presidencial que ha usurpado, porque ya sabemos que el gobierno de los Estados Unidos ha manifestado su conformidad con todos los sucesos que la han llevado al cargo que detecta al margen de la voluntad popular.
Nos surge inmediatamente una interrogante, puede una persona que detenta la conducción del país, a espaldas de la voluntad popular, lo que la califica con dictadora, disponer una decisión tan grave, que pone en riesgo la soberanía de un Estado Soberano, como lo es la República del Perú.
Dejamos la pregunta en el aire y señalamos como preocupante, hasta qué punto pueden llegar estos cachorritos imperiales en su afán de mantenerse en el poder y comprometer el futuro de las nuevas generaciones.