Colombia y su berraquera a la vista

Colombia vive una fase entre el gobierno actual producto de luchas populares añoradas desde hace muchos años, frente a la oligarquía troglodita no dispuesta a aflojar sus dominios. El día del amor y la amistad desde el Palacio de Nariño, GUSTAVO PETRO el Presidente progresista de izquierda, les dijo que el cambio colombiano no podía ser retórico. Estimo que los petristas necesitan verdadero caldo de sustancia por encima del bla, bla, el exguerrillero si demuestra que tiene con qué.

En Colombia será más que requetedifícil me decía un paisa con muchos años radicado en Aragua, porque en Colombia hay que vencer a la oligarquía tradicional y a los neoricos que hicieron fortunas con liberales y conservadores bajo presidentes pitiyankys, peor que sus homólogos venezolanos "representativos". Acá no hemos asesinado como en Colombia a varios candidatos presidenciales de izquierda, Venezuela fue mucho tiempo conchabada en democracia mediante gobiernos liberales y conservadores es decir, adeístas y copeyanos, regalándoles a los gringos lo que ellos quisieran.

En Bogotá PETRO aprobó un proyecto de reforma del sector salud priorizando el trabajo y las pensiones, renglones manejados por empresas privadas, PETRO ha jurado que se va a cumplir lo prometido a las mayorías votantes y asegura que irá hasta donde el pueblo quiera. En el enfrentamiento o confrontación con los que en Colombia llaman parásitos de gobiernos anteriores, no hay escondrijos oficiales ni disimulos, son como las verdades de Chávez a las que en "El Tiempo," diario oligarca bogotano llamaron en forma vulgar "Las cagadas de Chávez" y así publicaban una columna.

Desde hace 30 años los bancos colombianos se hicieron de los recursos oficiales para disponer los servicios de salud, tema v¡tal en la atención socialista petrista, los empresarios colombianos articulan servicios de aseo, agua, fondos de pensiones, manejando el mayor presupuesto de ingresos provenientes de la colectividad, eso no es democracia ni representativa ni nada, el socialismo del exguerrillero y la afrodescendiente vicepresidenta FRANCIA MARQUEZ han señalado que serán parte del cambio necesario.

Negocios como los del exquisito café, la caña de azúcar, empresas navieras, aéreas y corporaciones financieras no dan respuesta efectiva al colectivo, la banca pública colombiana brilla por su ausencia, lo que se ha hecho en Venezuela hace falta en Colombia. La construcción del socialismo colombiano es entonces algo muy berraco para un cambio. Por fortuna PETRO actua claramente en pelea limpia y con planes a la vista, pues sabe que los fondos manejados por pitiyankys no aguantarán explicaciones de no seguirles aceptando sus desmanes consuetudinarios en alianza con aquellos presidentes corruptos y corruptores.

PETRO ha sido muy prudente y convincente señalando que pese a los medios de comunicación opositores dedicados a asustar al colectivo, su gobierno defenderá con uñas y dientes el derecho de todos los habitantes y en esencias el sector popular desasistido. Hay conciencia que para aprobar reformas sociales y vencer en elecciones regionales en octubre 2023, deben denunciar y derrotar las estratagemas de la derecha. Luce difícil o requetedifícil porque los medios de comunicacón están volcados a presentar ahora los problemas colombianos, lo más mínimo que suceda, como negativo porque afirman que eso pasa donde hay un gobierno "comunista".

Ya sabemos que en Venezuela han fracasado, pero en Colombia es distinta la lucha y la estrategia contrarrevolucionaria aupada por gringos está en marcha. Los colombianos pitiyankys con gobernantes bastardos trabajaron para que no se aprobara la paz y lo lograron en el 2026 en elecciones donde perdió la solicitud por la paz, pues les interesaba no salir de la lucha armada intestina. Es posible con mucha prudencia vencer la estructura de poder privado que guarda relación en Colombia con la iglesia y sectores encumbrados de empleadores corruptores, con caras de yo no fui porque aducen darte trabajo y tienes que agradecérselo, dándoselas de pulcros cuando son peores que cualquier delincuente y la colectividad lo murmura.

El proceso de cambio en Colombia no ha logrado desde la oligarquía unida a liberales y conservadores desgastados, pasar la página o hacer transición como lo han dicho asustados al llegar la izquierda al poder, a los medios de comunicación apenas los menciona PETRO e igual que en Veneuela le tiran con todo al presidente electo. Las luchas populares colombianas, prosiguen, se consolidan desenmascarando a la burguesía negociante, antes comprando tierras y voluntades tanto en el medio rural como en las ciudades.

Una amplia coalición democrática que llevó al exguerrillero a la presidencia, tiene oportunidad de mostrar y demostrar lo que hace el socialismo sin miedo a la influencia capitalista vorazmente salvaje, preciso dejar atrás las bestialidades del capital dominante y satisfacer a los más desasistidos en sus necesidades. Si algún pueblo ha sufrido es el colombiano, desplazado y asesinado en sus luchas civiles con influencia militar que permitió jefes corruptos responsables de falsos positivos.

Ya basta, póngale usted la acepción que quiera al adjetivo berraco y no tiene desperdicio haberlo escogido para esta ácida y a la vez constructiva. BERRACO: persona destacada, sobresaliente, talentosa o práctica y valiente (el Presidente PETRO). Y si como ocurre los partidarios de la democracia colombiana vivida hasta mediados de 2022, actúan como lo han hecho y pretenden hacerlo, les cabe esto también del diccionario: furioso o resentido, lo de Colombia es y también del DRAE complicado y difícil.



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Luis Sánchez Ibarra


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