La sombra de la censura y el veto, utilizando como excusa la guerra en Ucrania, tenía que llegar también al Deporte. Es así como desde occidente, siguiendo el mandato de los Estados Unidos, mediante la OTAN, se toman medidas para descalificar e impedir la participación de deportistas rusos de varias disciplinas en competencias regionales e internacionales, una manera no muy sutil, de quitarse de encima un competidor de la talla de los deportistas rusos, medallistas mundialistas y olímpicos admirados por los amantes del deporte a nivel mundial.
Lo han hecho en el Tennis, por ejemplo en el importante centro de competición de Wimbledon, donde han vetado a los tenistas rusos, ocasionando, incluso, la respuesta airadas de competidores como el Serbio Djokovic Novak, quien la calificó como "dirección equivocada, no consultada con nadie". Ciertamente, fue una medida tomada unilateralmente por la All England law Tennis Roquet Club, que de esta manera se suma a la orquesta rusofóbica occidental, dirigida desde el Pentágono. Agregó el tenista, que con esta medida, "todos pierden," no contribuye a la unificación sino, a la desunificación. Con esa medida concluyó, "Todos Pierden".
El Comité Olímpico Internacional, organismo que a mi juicio tendría que cuidar ligar la política al deporte, perdió toda cordura y sumado a la campaña de rusofobia dirigida desde la Casa Blanca y seguida a pie juntillas por Europa, ha llamado a vetar a los atletas rusos, posibles competidores en los Juegos Olímpicos.
Es así como ha vetado a los competidores en Atletismo, Baloncesto, Fútbol y Hockey, quitándole por supuesto el brillo a estas competiciones, porque marginan atletas de alta calidad, justamente lo que los aficionados esta deseosos de ver participar y disfrutar de sus actuaciones. Pero la razón de la sin razón, también afecto a los directivos del Comité Olímpico Internacional.
La Unión de Patinaje Internacional sobre hielo, conocida por sus siglas en Ingles (ISU), nos dejó fríos al establecer también, haciendo suya la campaña de rusofobia, veto para los competidores masculinos y femeninos de este deporte de nacionalidad rusa y extendió la sanción a la República de Bielorrusia. A todos los que nos gusta ver este deporte conocemos de la destreza y la belleza de la competición de los y las atletas rusos en este deporte; por lo que sus seguidores se han quedado helados frente a ese descomunal error. La Federación de Baloncesto, no se quedó atrás y encestó un veto a todos los deportistas rusos de esta disciplina, llevando su sanción al extremo de eliminar a Rusia, como sede del Campeonato Mundial, que ya había sido escogida con anterioridad al suceso de Ucrania.
Vemos entonces como esta absurda medida, aplicando un término beibolístico, se ponchan, al tomar esta sanciones porque en fin de cuentan le restan brillantes a la competiciones y los atletas en todas esas disciplinas repudian las medidas, porque si una cosa quiere un jugador, un atleta competitivo, es enfrentar a los mejores.
La Federación Internacional de Ajedrez (FIDE), movió sus peones y aplicando un gambito de dama, vetó al Gran Maestro Internacional, ruso, Sergey Karjakin, de 32 años de edad, quien competiría en el Torneo de Candidatos, para seleccionar allí, al que se enfrentaría al actual Campeón Mundial Magnus Carlsen, sanción que se extiende a otras competiciones, lo que significa prácticamente sacarlo del juego, porque una inactividad en esta disciplina por largo tiempo es fatal.
Pero como buen Maestro internacional, Sergey, le dio a la FIDE un verdadero Jaque Mate, al responderles de la siguiente manera: "Con esta medida no me deshonran a mí, sino, a sí mismos".
Lo último y esto no tiene nombre fue el veto a los atletas Paraolimpicos Rusos y Bielorusos, por parte de Comité Paraolimpico Internacional (CPI), dejando paralizado, de algún modo, a la opinión deportiva internacional, que nunca se esperaba esta medida discriminatoria contra estos atletas.
Todas estas medidas, a mi juicio, van contra el espíritu deportivo. Mezclar la política al deporte de esta manera tan burda no le hace bien a la confraternidad internacional que debe privar en este tipo de actividades, que hasta ahora, unen al mundo, a pesar de las adversidades y de los enfrentamientos políticos e ideológicos.
Se desdicen de sí mismos, los Directivos Olímpicos y las demás Federaciones y organizaciones que toman estas medidas absurdas, porque el Artículo 50 del Reglamento que los rige, contempla expresamente la separación del Deporte y la Política. La politización que están desarrollando traerá graves consecuencias a futuras competiciones, porque no habrá excusas para el saboteo, el veto e incluso acciones violentas contra los eventos, atletas y organizaciones deportivas. Un mala ejemplo, que cosechará graves riesgos para los deportistas y las organizaciones internacionales que los dirigen. La política llegó al deporte y al parecer para quedarse, grave precedente que perjudicará notablemente una actividad, que ha servido históricamente para unir a los pueblos y la confraternidad universal. Medidas como esta dan al traste con el objetivo de las competiciones olímpicas, iniciadas en Atenas, Grecia, 1896, que ha sido el desarrollo pacífico de la humanidad. Es por eso precisamente que en la Carta de Principios Olímpicos, no falta el valor ético, el fomente de la educación, la unión y la confraternidad entre los pueblos como norte para el Desarrollo en Paz de la Humanidad.