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Con el Cuento de Vaqueros de que Sánchez no recibió a Leopoldo López en su carácter de Presidente sino como Secretario general del Partido Socialista, España firmara una película del género Spaghetti western.
Como el personaje creado por el humorista y editor argentino Guillermo Divito, El Otro Yo del Dr. Merengue, se presentó ante los medios españoles e internacionales el flamante Presidente de España Pedro Sánchez, para recibir al delincuente fugado de Venezuela, Leopoldo López, ambos con tapa bocas, no sé si para protegerse del Covid o para evitar la fetidez de uno y otro, ante tanto hipocresía en su postura frente a Venezuela.
Los medios españoles informaron que el recibimiento había sido realizado en Ferraz y no en el Palacio de la Moncloa, como para dar a entender que no lo recibía como Presidente de España, sino, como Secretario General del partido socialista español, lavándose las manos como Pilatos.
La verdad es que esto es el colmo de la hipocresía, que un personaje de la relevancia pública como la que tiene Sánchez por su condición de presidente, pueda pretender desdoblar su personalidad para aparecer cuando le conviene como Presidente y cuando no le conviene como militante del partido socialista español.
Lo cierto es que el Presidente Sánchez, con esta postura mejoró el personaje de Davito, El Otro Yo del Dr. Merengue, cuando su otra personalidad, la real y no la que aparenta, salió como un fantasma a pocos días de Halloween, para apurruñarse con el convicto venezolano, que deja atrás una serie de crímenes, con madres y padres de luto e hijas e hijos, huérfanos, producto de sus aventuras golpistas y de su incitación a la violencia con guarimbas, que produjeron no sólo víctimas personales sino, incuantificables daños económicos y sociales para nuestro país.
Esta conducta demuestra lo que era un secreto a voces, la complicidad del Gobierno Español (del partido popular y ahora de los socialistas), con los factores conspirativos contra un gobierno constitucional como lo es el de Venezuela, que mantiene relaciones diplomáticas con España, a pesar de la conducta hipócrita que ambos partidos han mantenido contra Venezuela, desde que Hugo Chávez Frías llegó al poder por elecciones legítimas.
Claro, ya en artículos anteriores habíamos denunciado las jugarretas de los diplomáticos españoles en Venezuela, que recibieron como en un hotel cinco estrellas al conspirador y le daban todo tipo de facilidades incluso, violando las normas de Derecho de Asilo, le permitían declarar permanentemente contra el gobierno venezolano y su liderazgo.
A cielo abierto conspiraba contra el gobierno constitucional de Venezuela, a pesar de que le habían concedido Casa por Cárcel (Algo inexplicable porque miles de venezolanos exigían justicia por sus crímenes) y ejemplo de ello, fue el fallido golpe de Estado del 2019, donde, desde su residencia, apareció en un puente de Altamira, fotografiándose con los golpistas. Tamaña impunidad, no se veía en Venezuela, desde hace muchos años.
Luego de fracasar en un nuevo intento golpista, sin ningún respaldo popular, desde Altamira, correteando por toda Caracas, sin que ningún organismo de seguridad lo detectara, llegó a Embajada de España, donde fue recibido con manos de seda y declarado "huésped". Allí al amparo de esta figura inventada por la diplomacia española, continuó conspirando ahora, con el apoyo incondicional de la diplomacia de ese país y su Embajador. Si se profundizara en estos nexos es muy probable que pudieran encontrarse también pistas sobre el financiamiento español a estas actividades contra la constitucionalidad de nuestro país, su gobierno legítimo y el pueblo venezolano.
En otra nueva aventura, con la complicidad del gobierno español y su embajador acreditado en Venezuela, y aprovechándose también de las debilidades de seguridad del Estado venezolano, Leopoldo López, andaba como Pedro por su Casa, de conspiración en conspiración, salía de la embajada a reunirse con factores conspirativos, hasta que frustrado en todos sus intentos, cuestionado por factores de la derecha que en una oportunidad lo apoyaron y con sus parciales en bancarrota, planificó la fuga, con el respaldo de los funcionarios diplomáticos españoles.
Desde de su condición de huésped cinco estrellas, aupando todos los robos que se hacían contra los bienes Venezuela en el exterior, abandonando a sus pocos seguidores en el país y dejando en descrédito a su propia esposa que por los medios a todo leco, decía: "Leopoldo nunca se irá de Venezuela", decidió con la complicidad de los diplomáticos españoles fugarse de nuestro país.
Ahora ira a reunirse en el exterior y particularmente en la guarida que tienen en España con el resto de la banda de delincuentes que disfrazados de políticos se han concitado con gobiernos extranjeros para apoderarse de los bienes de nuestro país, a disfrutar de lo robado, solicitar más sanciones para Venezuela y continuar con esta estela delictiva que asombra al mundo por la complicidad de muchos gobiernos que quieren apoderarse de los recursos naturales de Venezuela , utilizándolos a ellos como lacayos.
Toda esta red de complicidades queda al descubierto cuando el Otro Yo del Doctor Merengue Español lo recibe, tratando todavía de engañar al mundo, y simulando que el saludo y el abrazo no era del Presidente sino, del militante del partido socialista. Bueno señor Sánchez, Ud. Mejoró el Personaje del Otro Yo del Dr. Merengue, pero por favor, no piense que le vamos a creer y que el mundo le va a creer ese cuento de Vaqueros, muy digno del género Spaghetti western, rodado en España e Italia. ¡A OTRO PERRO CON ESE HUESO!, Sr. SÁNCHEZ