Que no retorne la diplomacia del micrófono y el papel

Los últimos acontecimientos internacionales en los que se involucra el nombre de Venezuela, dejan al descubierto que retrocedimos de la diplomacia de la acción con el objetivo de un mundo pluripolar, a la política exterior meramente declarativa de forma verbal o escrita. Me refiero específicamente, a la carta suscrita por el secretario general de la Organización de Estados Américanos, Luis Almagro, en la que insulta al Presidente Nicolás Maduro; así como a las declaraciones del expresidente uruguayo, Pepe Mujica, en la que lo tilda de "loco". Como venezolana, no puedo si no catalogar de inaceptables y repudiables sendas conductas, pero extenderme en el tema, sería caer en lo mismo que hoy reprocho: una gran parte visible de nuestra política exterior es confusa, débil y basada en un interminable número de "dimes y diretes", que lejos de verse como estrategia se perciben como desesperación.

El cuarto objetivo del Plan de la Patria contempla: "contribuir al desarrollo de una nueva geopolítica internacional en la cual tome cuerpo el mundo multicéntrico y pluripolar que permita lograr el equilibrio del universo y garantizar la paz en el planeta." Para la consecución de tal aspiración hace falta más que que los foros, reuniones y declaraciones. Es necesario delinear y acometer la política exterior al detalle, es decir, hasta en el pensamiento de cada ciudadano, sea o no afecto al gobierno. Es necesario, demostrar al mundo lo que significa para el Gobierno Bolivariano este objetivo. La comunicación en este campo es requisito prescindible para materializar la paz. Tan sencillo como efectuar una campaña publicitaria de todo lo bello y bueno que tenemos y somos como Nación. Tenemos un equipo diplomático grande desplegado en el mundo entero, no podemos permitir que sus miembros se conviertan en "momias cocteleras" como calificó el Presidente de Ecuador Rafael Correa, a aquellos embajadores que sólo se dedican a ofrecer "recepciones" o "copa de vino en honor a".

La Diplomacia Bolivariana se rige por los principios de solidaridad, cooperación, complementariedad, no injerencia y respeto a la autodeterminación de los Pueblos. Lo anterior debe ser nuestro credo en todo escenario, foro o realidad internacional. Ya en ocasión de la recolección de firmas para rechazar el Decreto emitido por el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, en el que nos califica de "amenaza", desmontamos la mentira y demostramos con hechos, que los venezolanos somos de espíritu pacífico y noble. No nos desdibujemos ahora, saliendo a responder con peores ofensas a personas que valiéndose de su rol circunstancial en el plano internacional atacan o critican al Gobierno nacional para ganar centímetraje a costa de la estirpe criolla.

Tuve la oportunidad de formar parte de ese equipo diplomático, y me consta que Nicolás Maduro es un hombre de acción, que rechaza el burocratismo. Hace poco lo escuché pedir "acción a favor del Pueblo". Pues bien, en el plano internacional debemos también responder a ese llamado de atención. Tenemos la posibilidad de convencer al mundo y a nosotros mismos que tenemos problemas, como cualquier otro país, y que tenemos la voluntad y trabajo para resolverlos. La imagen que percibe el planeta sobre Venezuela no puede puede ser elaborada por nuestros enemigos. Regresemos de la palabra a la acción revolucionaria, sin estridencias pero con firmeza. Usemos los medios de comunicación social de gran alcance para darlo a conocer.

ramirez_raiza@yahoo.com

 



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