Y montando el show y cayendo el bombardeo. El galo presidente que tiene metida su sucia cuchara en el terror-islamismo no aguanta dos pedidas ante el negocio redondo de equivocar ataques discriminados contra pueblo sirio a fin de acelerar el derrumbe del democrático legítimo gobierno de Bashar al Asad. De inmediato convoca poderes que conmuevan al pueblo galo para que exasperen crecimiento eufórico de la emprendida escalda islamofóbica. Y uno se pregunta: ¿Será que los horrendos crimines a otros países aupados por François Hollande no le generan ningún sentimiento de culpa y que hay ciudadanos con más derechos que otros? El tablero imperial mueve peones porque se agota el tiempo y el espectáculo pierde efecto ante la apresurada opinión que analiza los por menores que en tiempo instantáneo pondrá en tela de juicio el porqué de los raros hechos y el resultado sería desastroso, retardaría significativamente el macabro plan de gobernar bajo la figura de lacayos títeres a todo el componente del Medio Oriente, aun muy a pesar de los interminables y reiterados fracasos demostrados ante el mundo. La opción de destruirle con bombardeos supera cualquier alternativa de paz. Y no hay mucho que esperar para que suban al unísono escenario galo otros faranduleros de exquisitísima calaña actoral, se encarama la "raza aria" de Alemania, exhibe su propia representación teatral; hay que echarle más lecha al fogón para hierba el caldo y se ponga morado. La navidad promete un panorama de mucha iluminación; veremos por los aires del Medio Oriente las luces de bengala de los exterminantes bombardeos para que los niños/as árabes disfruten del colorido arcoíris decembrino. Será el mejor obsequio de la ONU-OTAN con silencio conspirativo de la Unicef y desde luego, que no faltarán las justificadas e hipócritas bendiciones y mensajes. En enero se contarán los decesos que arroje el masacrante festín. EEUU se lavará las manos como Pilatos para que Herodes cumpla con la cacería de cualquiera que hubiere osarse llamar o parecer a el no encontrado Osama bin Laden. Ecos de la historia de ayer que se re-escenifican como el acto sin fin de una comedia del Grupo del Norte de título "Sembrando Islamofobia".
