América Latina Post Chávez continuará alejándose de EEUU


Traducción desde el inglés por Sergio R. Anacona
Strategic Culture Foundation
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Muchas preguntas se están planteando en torno a qué dirección tomará la República Bolivariana de Venezuela y América Latina luego del deceso del Presidente Chávez. Pareciera ser que la tendencia hacia la autonomía y el populismo regional, en lo que un académico llamaría una cuestión real o imaginaria de multimensionalidad y poder, seguirá adelante. Esto es mucho más que la denominada “marea rosada”. Se trata de alianzas anti hegemónicas que han logrado juntar a grupos diferentes en América Latina. La obra de Antonio Gramsci, activista italiano y líder de los Consejos de Fábrica en Turín, podría ayudarnos a conceptualizar este proceso. No solo Gramsci inspiró a Chávez sino que sus ideas pueden ser utilizadas para explicar estas alianzas.

A pesar de haberse alienado lo que podría llamarse clases medias venezolanas, Hugo Chávez durante su presidencia se empeñó en formar frentes unidos nacional e internacionalmente. Desde un comienzo, cuando irrumpió en la escena política de Venezuela con una coalición de activistas, una gama de izquierdistas, soldados profesionales y pequeños capitalistas. Chávez trató de juntar de manera formativa este mosaico de gentes diferentes que representaban la sociedad venezolana. Aun cuando la clase media se estaba alejando de su bolivarianismo en la medida que este se radicalizaba, Chávez señaló que era de mucha importancia alinearse con ellos. Como parte de un proyecto cultural mayor, esto incluía comunicarse con ellos a través de una política que el sociólogo Stuart Hall denominaría “articulación.”

La Construcción del Bloque Histórico Bolivariano

En un contexto de hegemonía de clase, la coalición que Chávez construyó es lo que Antonio Gramsci describiría como un proceso de “construcción de un bloque histórico.” Este proceso de construcción de un bloque es parte de una guerra permanente de maniobras y una guerra permanente de posiciones por la hegemonía. En el mes de junio del 2007 Chávez incluso se referiría a la Revolución Bolivariana en términos gramscianos, como un proceso de edificación de un bloque y que se estaba desarrollando una crisis histórica con la muerte de la vieja sociedad capitalista de la República de Venezuela (Venezuela de la IV República) y la formación de la nueva sociedad socialista de la República Bolivariana de Venezuela.

La formación de un bloque no solo ha sido importante para el Proyecto Bolivariano de Chávez. Si no todos ellos, la formación de bloques históricos ha sido una parte importante en el vasto espectro de los movimientos sociales, de ahí que el especialista Peter Thomas se refiera al trabajo de Gramsci sobre los bloques históricos como conducentes hacia una “teoría del poder social” para varios movimientos sociales. En la obra titulada “Algunos Aspectos de la Cuestión del Sur” Gramsci pone énfasis en que el movimiento de los obreros fabriles en el norte de Italia no podría alcanzar la dirección del estado italiano sin la creación de un bloque histórico con los campesinos del sur de Italia. Esta alianza fue realmente la “fórmula mágica” para apoderarse del estado según Gramsci y no la división de la tierra y las fincas para el campesinado como lo sostenían los socialistas.

Venezuela en el pasado, luego de declarar su independencia el 4 de julio de 1811 fue derrotada por los realistas españoles, quienes convencieron a los esclavos y a las capas más pobres de la sociedad venezolana que se alinearan con ellos contra los patriotas republicanos de Simón Bolívar. Luego de la derrota de lo que se llamó la Primera República de Venezuela, la Segunda República se estableció el año 1814. Esta también fue derrotada porque los esclavos y los estratos más pobres se oponían a los republicanos. Bolívar se dio cuenta que había que abolir la esclavitud y que él necesitaba formar un bloque histórico con los esclavos y los estratos más bajos para alcanzar el éxito. En el caso de Chávez y otros socialistas de América Latina, esto también ha incluido a sectores del capitalismo local.

La Construcción del Bloque Histórico Bolivariano en Términos Neo-Gramscianos

El giro político en Venezuela también puede ser analizado en términos gramscianos por el desarrollo de una crisis orgánica en América Latina. Esto incluiría la nacionalización y la localización de la toma de decisiones políticas en América Latina. Hasta cierto grado, las transformaciones en la sociedad venezolana podrían considerarse en pequeño como las transformaciones en América Latina. Detrás de estas transformaciones hay una corriente populista que apunta hacia el establecimiento de la autonomía tanto para los movimientos socialistas como para el capital nacional, lo cual explica las extrañas alianzas de Venezuela con gobiernos latinoamericanos que apoyan el neo-liberalismo como Argentina y Brasil.

Dentro del contexto hegemónico a nivel de relaciones internacionales, los neo-gramscianos también emplearían el término construcción de bloques para describir las alianzas que América Latina ha construido con países como Rusia e Irán. Este concepto de frente unido ha producido alianzas de carácter pragmático. Por ejemplo, la alianza del Presidente de Honduras, José Manuel Zelaya, con Venezuela y el ALBA aunque Zelaya es relativamente de derecha. Esto, una vez más, está ligado a la plataforma común de la autonomía regional que está sirviendo para unir a gobiernos de izquierda con gobiernos de derecha en América Latina.

Chávez hizo que Venezuela adelantara una agenda regional como una fuerza anti hegemónica con el objeto de reducir la influencia regional de Estados Unidos. Igual como lo concibió Simón Bolívar durante su exilio en Jamaica el año 1815 en el sentido que la libertad de Venezuela solo podía alcanzarse a través de un proyecto latinoamericanista hemisférico. Lo mismo hizo Chávez. Es por eso que ambos adoptaron regional e internacionalmente agendas de construcción de bloques históricos. Ambos se dieron cuenta que la lucha o luchas más amplias estaban siendo reflejadas localmente y que al entrelazarlas con las luchas de otros contra el mismo enemigo era importante. Es por eso que Bolívar consiguió que Gran Bretaña fuera neutral y lo que ha conducido a las modernas alianzas de Venezuela con China, Bielorrusia, Irán y Rusia.

Regionalmente, Bolívar construyó una alianza con los haitianos, quienes lo armaron a cambio de la promesa de liberar a todos los esclavos que él encontrara en su camino. Del mismo modo, Chávez ha formado el ALBA, organización regional que ha alineado a Venezuela con Cuba, Bolivia, Ecuador y Nicaragua. La humillación que sufrió Estados Unidos el año 2005 durante la Cumbre de las Américas en Mar del Plata donde fue rechazado el proyecto de Área de Libre Comercio de las Américas, ALCA es un ejemplo de éxito compartido de construcción de bloque y la creciente demanda de autonomía regional para los movimientos socialistas y el capital nacional de América Latina.

La Misión Cultural Bolivariana

Los movimientos sociales quedarían incapacitados sin la formación de bloques o una política de articulación que apunte a asegurar un consenso para que su dirección convenza a la mayor parte de la sociedad para que los apoye. Esta lucha por el poder que se sitúa en el corazón de la noción gramsciana de hegemonía, está también vinculada al proyecto cultural y educativo que necesita de la intelectualidad. Los medios de comunicación de masas y los intelectuales son una parte importante de esto.

Chávez también captó a muchos intelectuales venezolanos y los llevó al gobierno. Esto también tiene características gramscianas. Primeramente, los intelectuales son los representantes de la cultura. Segundo, los intelectuales orgánicos trabajan como agentes y funcionarios de sus clases. Tercero, los intelectuales actúan para organizar las estructuras de la sociedad dentro de los ámbitos público y privado.

Gramsci pensaba que cada persona a través de su facultad para razonar era un intelectual y que no existía tal cosa como lo no intelectual. Lo que define a un intelectual, en el sentido gramsciano, es la función intelectual social inmediata como profesional o especialista dentro de la sociedad. Además, él catalogó al intelectual dentro de una doble tipología: orgánico y tradicional. Los intelectuales orgánicos son los representantes de sus clases sociales y trabajan para su beneficio colectivo. Los intelectuales tradicionales son aquellos especialistas que no están directamente involucrados en la política de clase; supuestamente la evaden. De este modo, los intelectuales orgánicos juegan un papel importante en el proceso de establecer la hegemonía o crear movimientos anti-hegemónicos como funcionarios de una agrupación específica con sus intereses. Es a través de ellos que se construye la ideología dominante en una sociedad.

Sin los intelectuales, los estratos bajos que conforman la masa de la sociedad tampoco darían su consentimiento a la clase dominante de la sociedad. Dentro del contexto de clases social, Gramsci explica que una de las tareas más importantes de la lucha por el poder es asimilar de manera efectiva y captar a los intelectuales tradicionales y ganarlos para la lucha como intelectuales orgánicos. Gramsci escribió que era muy importante quebrar el vínculo entre los intelectuales y el campesinado en el sur de Italia, debido a que los intelectuales tradicionales de manera engañosa mantenían al campesinado adormecido y controlado bajo la explotación capitalista por parte de los grandes terratenientes, los bancos y el capital del norte de Italia. El Proyecto Bolivariano de Chávez también ha tratado de hacer esto.

Los aspectos culturales del proyecto de Chávez están también vinculados a una política de articulación, lo cual incluye sus apariciones especiales en televisión. Chávez logró transmitir su mensaje a las masas en el sentido que el Bolivarianismo está trabajando en su beneficio. Esto desbancó la articulación de la vieja elite lo suficientemente para permitirle a Chávez quebrar su dominio ideológico en la sociedad Venezolana. Adicionalmente, esto ha polarizado a la sociedad venezolana ya que dos proyectos culturales están compitiendo por hegemonizar la sociedad.

Simón Rodríguez, maestro de Simón Bolívar, héroe de Chávez, dijo que las personas que iluminan los horizontes de la humanidad, no nacen cuando ven la luz del mundo sino que nacen cuando ellas comienzan a irradiar su propia luz interna sobre el mundo. Se odia o se ama al fenecido Presidente Hugo Chávez, quien sirvió como vanguardia en la lucha por la autonomía de América Latina y ayudó a países como Argentina a pagar sus deudas con el Fondo Monetario Internacional, FMI. El proceso que él lideró en Venezuela ha permitido que gran parte de América Latina se arme de coraje para ir en contra de Washington.

Traducción desde el inglés por
Strategic Culture Foundation Sergio R. Anacona

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