Palo a Moodys el agente imperial

Una nueva agresión imperial. Esta vez atacan con sus “descalificadoras”. Con Moody's Investors Service abren otra vez sus fauces. En su último “Rating Action” fechado en “New York”, en “January 15, 2013”, los agentes imperiales de Moody's cambian la perspectiva de calificación de Venezuela de estable a negativa y afirman las calificaciones de los bonos en moneda local y en moneda extranjera de B1 y B2, respectivamente. Utilizan para ello una sarta de patochadas.

Su perspectiva negativa la reflejan en una supuesta “creciente incertidumbre política” y sus consecuentes “riesgos asociados a la economía venezolana y a las finanzas del gobierno”. El cuento no es nuevo. No cesan en su ataque al pueblo venezolano, un pueblo digno, soberano e independiente que ha decidido, de la mano de su líder, Hugo Rafael Chávez Frías, y de la Revolución Bolivariana, avanzar en la construcción del Socialismo.

Pero no por torpes y necias, estas embestidas imperiales, estas trilladas fábulas, deben desmerecer nuestra atención, toda vez que de la manera más arbitraria y rastrera, persiguen dañar, perjudicar, lesionar nuestra economía.

Ante esta nueva afrenta, en primer lugar los venezolanos, revolucionarios o no, socialistas o no, chavistas o no, debemos cerrar filas en la defensa de nuestro país. Identificar a los agresores y estar conscientes del papel que juegan estas “descalificadoras” en el mantenimiento del injusto y maloliente “desorden económico internacional”.

Moody's, al igual que las variopintas “descalificadoras de riesgo” del ámbito mundial, forma parte estelar de la nefasta y salvaje arquitectura económica neoliberal devenida los acuerdos de Bretton Woods, cuando en 1944, en vísperas de la finalización de la II Guerra Mundial, se establecieron las reglas que vendrían a regir las relaciones comerciales y financieras entre los países más industrializados del globo. Es allí donde se condena a nuestras naciones al subdesarrollo; es allí donde se nos asigna el triste rol de sólo producir materias primas y consumir productos manufacturados, generándonos atraso, hambre, miseria y represión.

En segundo lugar, conscientes de que la inversión pública y el financiamiento son actividades deficitarias en cualquier economía, siempre sujetas a la ofensiva del capital transnacional, debemos saludar la iniciativa de nuestras autoridades gubernamentales, por haber venido transformando el andamiaje económico venezolano y promoviendo la creación de mecanismos de financiamiento y cooperación bilaterales similares al Fondo Conjunto Chino-Venezolano, pues es la libertad económica que con esta estrategia se alcanza, la clave para batallar, vencer y seguir transitando, con mayor estabilidad, los caminos de la igualdad, de la solidaridad, de la eficiencia, de la productividad, de la armonía, de la democracia, de la independencia, de la justicia, del Socialismo en síntesis.

Palo a Moody's, el agente imperial. Hagamos realidad el sueño de Bolívar. Démosle a nuestro pueblo “la mayor suma de seguridad social, la mayor suma de estabilidad política y la mayor suma de felicidad posible”. Desarrollemos nuestras fuerzas productivas, sigamos revolucionando nuestra armazón económica con la ayuda de países aliados y así, con más autonomía, poder de negociación y visión soberana, enfrentemos la arremetida capitalista y demos un salto hacia el Socialismo.


¡Venezuela se respeta!

¡Rodilla en tierra con Chávez y el Socialismo!


villegas20@gmail.com


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