Occidente en pánico por la implosión del sistema dólar

En principio la situación internacional sigue siendo muy tensa. Las fuerzas imperialistas miden sus fuerzas. Se observan mutuamente. Están incursos en un importante impasse histórico en Oriente Medio. Ambos juegan al desgaste, el uno en lo militar y el otro en lo económico. Haber si uno y otro caen bien pronto. Pero de hecho a su alrededor hay cambios inevitables. El edificio occidental está desmoronándose. Mientras el asiático, aparentemente, se edifica. El asunto es que nada es eterno en el mundo. La historia es inflexible. Quienes sostienen lo contrario terminan como el Cesar en Roma, como Hitler en la Alemania Nazi y como Mussolini en la Italia fascista, arrasados por los pueblos. Entonces, se equivoca el eje militarista si cree que su poder perdurará eternamente. Ni siquiera su demoledora maquinaria bélica servirá para tal situación.

Definitivamente estamos en una coyuntura especial. Esto es observada con mayor claridad desde el 4 de octubre de 2011 cuando Rusia y China dieron un importante giro geoestratégico en el mundo al vetar la resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas operada por Estados Unidos contra Siria. ¿Sus antecedentes? Claro. Hay antecedentes. Incluso esto llega hasta el 11 de septiembre de 2001. De esa fecha hasta la actualidad el poder imperialista anglosajón u occidental ha estado en constante declive. Lo central de esto ha sido la implosión del sistema dólar en medio de la bancarrota de la economía estadounidense que ahora esta avanzando, aceleradamente, hacia una nueva moneda de Reserva Internacional.

Esto puede observarse en los siguientes hechos:                                                                  

Primero, es necesario admitir que la gran crisis actual es la “Gran Depresión de 2008”. La gravedad de está crisis es sólo comparable con aquella que ocurrió en 1929, es decir, con la “Gran Depresión del 29”. La sobre producción y sobre acumulación de capitales han sido determinantes y, aún más complicadas, por la mortal deslocalización que incurrieron las empresas estadounidense hacia China. Pero lo central de esta “Gran depresión de 2008” es haber llegado a afectar el nervio central e intocable del sistema, que en este caso, es nada más y nada menos, el sistema dólar. Es el meollo del sistema imperialista occidental. Acentuar esto es muy importante, tan importante que si no lo entendemos, simplemente, no entendemos nada de nada de lo que pasó en el norte de África (Libia), de lo que está ocurriendo ahora mismo en Oriente Medio (donde incluso se utiliza a Kofi Annan para arrasar Sira), del militarismo estadounidense y de los peligros de fascismo que hay en este mismo lugar y, en general, de esta especial coyuntura. Por supuesto las prensas occidentales y los apologistas del sistema han hecho causa común en ocultar esta situación. Para ellos la economía estadounidense está en un periodo de reactivación, incluso afirman que los índices de desempleo supuestamente habrían mejorado, cuando en los hechos sabemos que Europa y Estados Unidos están sumidos en un proceso de estancamiento económico y al que incluso van sumándose, ahora mismo, pese a sus grandiosos avances, los llamados países del BRICS que ingresan a un proceso muy peligroso de desaceleración económica que puede hacer crujir de raíz el conjunto del sistema imperialista, al no poder soportar una nueva recesión que se aproxima raudamente.

Y, a este respecto, los datos y las estadísticas son realmente contundentes. Veamos: En primer lugar el sistema financiero internacional esta enloquecido. Está claro que en las grandes tormentas, los especuladores y los inversionistas no van, precisamente a guarecerse en el dólar, como algunos afirman, sino, al oro. Eso explica, entre otras, el ascenso a niveles históricos en el valor de este metal precioso, solo frenado, en cierta forma, por el maquiavelismo de las autoridades económicas estadounidense. Las variaciones han sido persistentes en estos últimos meses e incluso, en agosto de 2011, el oro se puso por encima del platino en cuanto a costo, algo inusitado, según se dice, ocurrida sólo en las peores caídas. Detroit, la antigua meca de la industria automovilística, otrora faro deslumbrante del “sueño americano” y capital industrial del siglo XX, es una ciudad fantasma (ahora China es el mayor productor mundial de automóviles), Silicon Valley la meca de las tecnologías de semiconductores y de las computadoras también esta afectada por la preponderancia de las industrias chinas (Shangai, Guangdong y Chongqing que fue bastión de Bo Xilai). Fort Knox, prácticamente, se dice, estaría vacía (desde finales de los años cincuenta no hay auditoria), Wall street en quiebra (allí ahora se compran empresas a crédito, ya no es fuente de nuevas inversiones de capital), los laboratorios nucleares estadounidense (Alamos, Lawrernce Livermore, Oakriage) ya no son centros de postgrado para los físicos nucleares del mundo, ahora esto incluso lo encontramos en Pyongyang (RPDC), Petrochina ahora es la mayor empresa petrolera del mundo (por producción petrolera), además, tanto es el poder económico alcanzado por China en estos últimos años que ahora es el primer socio comercial de Europa, del Sudeste asiático, de Japón, de Alemania, de Rusia, de Brasil, de África, etc. etc. Sin olvidar que el desempleo en Estados Unidos es de 22 % y la Inflación de 11% (hay sobresalto y pánico en algunas prensas alternativas por difundir investigaciones de economistas como Bob Chapman). El 39 % de los hogares estadounidenses tienen problemas de desempleo, sus valores patrimoniales negativos y están en mora en los pagos de sus casas. El PIB oficial estadounidense (15 billones de dólares) estaría sobre dimensionada y en el que estarían incluyendo las exportaciones de dólares sin valor, las comisiones bancarias, los ingresos por especulación, las ventas de productos importados, etc.

Segundo, la implosión del sistema dólar. En efecto, si continuamos con nuestra abstracción, encontraremos que lo central del descalabro económico estadounidense es la implosión del dólar, es decir, la pérdida de su status de moneda de reserva internacional y el inicio en el mundo, que en este momento está, super-acelerado, de un periodo de transición hacia una nueva moneda de reserva internacional. Esto es muy importante que para algunos en un principio fue una verdadera subversión ideológica que felizmente ahora esta superándose. Entonces el yuan chino, el yen japonés, el rublo ruso, la rupia india, empiezan a jugar un papel muy importante. En esto, los acuerdos de la reciente IV Cumbre del BRICS efectuada entre 28 y 29 de Marzo de 2012 en Nueva Delhi, India, fueron realmente muy importantes. De hecho, allí ya se sentaron las bases de una futura banca mundial llamada BRICS, que en adelante, se encauzará en duros conflictos por el control de mercados, en este caso, con el FMI y el Banco Mundial. Además, allí se reforzaron los acuerdos de los negocios transfronterizos a base de sus propias monedas, pero, en especial a base del yuan Chino y que tienen mucha incidencia en el Sudeste Asiático (ASEAN) y la región del Pacifico. Proceso al cual, incluso, empiezan a adherirse países como Japón, Corea del Sur, Inglaterra y Francia. El asunto es realmente muy preocupante para los Estados Unidos. Pero el centro donde esto se caldea con mayor fuerza está en Irán. Allí los negocios del petróleo ya no son en dólares ni siquiera en euros (por el bloqueo petrolero de la Unión Europea contra Irán instigada por Estados Unidos) sino en monedas contantes y sonantes de sus compradores. Esta es una de las razones por las que hoy Estados Unidos se crepita duramente contra este país.  

Tercero, sobre esta base hay un proceso de militarización muy fuerte en Estados Unidos. En efecto, si bien es cierto, que en lo referente a industria en general, Norteamérica está quebrada, sin embargo, supo mantener sus tecnologías de punta y se ha reservado, por completo, la industria armamentística. Y, a razón de ello, es aún la primera potencia militar. Además, es el mayor fabricante de armas. Sigue a la delantera en tecnologías de guerra, que cuida con desesperación para que estos no se filtren a otros países, esto fue muy claro en lo del helicóptero MH-60 Black Hawk, Stealth, siniestrado cuando hacia su Show en el supuesto aniquilamiento de Bin Laden, el 02 de mayo de 2011 en abbottabad (Pakistán). También es el que desarrolla la mayor guerra de comunicación y espionaje y tiene bajo su control (elementos de escucha) sobre importantes regiones del planeta, particularmente, sobre Rusia, China, Europa, la península coreana, Cuba, etc. etc. Cuenta con el mejor ejercito. Una fuerza aérea incomparable. Una fuerza naval de lo mejor. También el que tiene la mayor industria de aviones asesinos sin piloto (robotización de la guerra). Además, el que tiene el mayor presupuesto militar del mundo (más del 50 %). Una infinidad de bases militares (ya no solo mil) que rodean el mundo. Esto sin olvidar a su maquinaria paramilitar fascista y su reacción religiosa (anti-Islam y anti-católica) desplegada en los cinco continentes. De hecho, una inmejorable posición que incluso rebasa la situación belicosa de la Alemania Nazi de Hitler cuando este inició la Segunda Guerra Mundial en 1939. Entonces lo anterior ¿Qué configuración puede mostrarnos? Ni más ni menos a un militarismo absolutamente agresivo. Es innegable esa situación.

Cuarto, entonces, toda esta situación ha agudizado en extremo las contradicciones interimperialistas y ha pulverizado, en primer lugar, el mayor acuerdo estratégico habido entre los principales representantes del sistema imperialista, es decir la ruptura del acuerdo estratégico-económico sino-estadounidense a finales de 2010. Como se recordará este acuerdo fue firmado en 1978 entre el presidente Jimmy Carter y Teng Siao Ping cuando este último se hizo cargo del PCCH tras la muerte de Mao Tse-Tung. Luego, fue reforzada cuando China ingresa a la Organización Mundial del Comercio (OMC) el año 2001. Y, desde entonces, China y Estados Unidos han sido socios inseparables. Algunos analistas han dicho que eran como dos borrachos que avanzaban abrazados por un despeñadero. Pero lo cierto es que desde inicios del presente milenio Estados Unidos ha sobrevivido a expensas de China. Este país ha estado, en los hechos, subvencionando las guerras y los dispendios de Estados Unidos. Pero ni se la crean, China también ha tenido su recompensa, se ha convertido en 2010 en la segunda economía mundial. Pero, en lo esencial, esta ruptura ocurre, precisamente, en circunstancias del ascenso económico de China y la implosión del sistema dólar inmersa, como hemos dicho más arriba, en la debacle de la economía estadounidense y en medio de la profundización de la Gran Depresión de 2008. Entonces, las relaciones bilaterales entre Estados Unidos y China se deterioraron gravemente. A esto contribuyeron, de una forma muy importante, el acuerdo de venta de armas de Estados Unidos a Taiwán en 2010 y que luego dieron origen al rechazo de las autoridades chinas del ingreso del Secretario de Defensa estadounidense a Pekín. Son muy importantes estos hechos. Sin olvidar, por supuesto, que hay otros antecedentes, como el ataque con misiles a la embajada China durante los bombardeos en los Balcanes. También, la expulsión de las inversiones chinas de Libia y Sudan, etc. El resto es retórica y, como se dice, pura “diplomacia”. Y, a partir de ahí, la contradicción interimperialista (en realidad principal contradicción interimperialista actual) entre Estados Unidos-China es muy ardua. 

Quinto, y como tenía que suceder, esto dio origen a una nueva geoestrategia mundial basada en ejes y alianzas militaristas. Un proceso que se inicia a partir de la estructuración de los dos bloques de imperialismo, es decir, el eje militarista liderado por los Estados Unidos e Inglaterra con la OTAN como su frente militar y la alianza tambien militarista de los países imperialistas de Asia, liderados por China y Rusia con su frente militar la Organización de Cooperación de Shangai (OCS), incluso, con apoyo muy importante de la OTSC (Organización del Tratado de Seguridad Colectiva). Son dos frentes de guerra en el mundo: OTAN y OCS. Todo empujado por la ascensión del mundo a la estructura multipolar y la cada vez mayor agresividad militarista estadounidense por contener esta situación.

Sexto, asimismo, la bancarrota de la economía imperialista estadounidense y los avances de China han llevado a finales de 2010 a la estructuración del sistema multipolar en el mundo. Cierto, sobre estas categorías, unipolar y multipolar, hay discusión en las prensas comunistas. En realidad es una discusión ideológica, por cierto, certera al cien por ciento. Sin embargo, aún así, considero muy importantes el uso de estas categorías en el análisis actual de la situación internacional. Por lo menos ayuda a entender la caída del más letal de los imperialismos establecidos sobre la faz de la tierra como en este caso es el imperialismo estadounidense. Por lo demás, es una consecuencia de las fricciones interimperialistas. En realidad, un proceso de equiparación de poderes imperialistas que empujan a un nuevo reparto del mundo. Entonces, el mundo unipolar establecido tras la caída de Moscú en 1991, cuando Estados Unidos hacía lo que le daba la gana sin contención de nadie ya es un recuerdo del pasado. En efecto, desde finales de 2010 el mundo ya es multipolar. Ocurrió, exactamente, después de la ruptura del Acuerdo Estratégico en economía entre Estados Unidos y China. Ayuda a entender esta situación la reacción de Rusia y China a finales de 2011 contra tres graves provocaciones del eje militarista, primero, contra la ocupación de Siria e Irán, segundo, contra el proyecto del Escudo Antimisiles en Europa contra, tercero, contra las graves provocaciones en el Mar Meridional de China. ¿Y, sus antecedentes? Los más importantes son: el acuerdo estratégico de China y Rusia cuando se formo la Organización de Cooperación de Shangai (OCS) el 15 de junio de 2001, luego fortalecida con la formación de los BRICS (su primera cumbre fue en junio de 2009 en Yekaterinburgo, Rusia). La dura respuesta de Rusia a la agresión de Georgia contra Osetia del Sur en agosto de 2008. También influye en esto el nuevo status internacional alcanzado por la RPDC como potencia nuclear.

Séptimo, con la estructuración multipolar se divide el planeta en dos regiones. Hay una clara línea divisoria que va demarcándose muy rápidamente desde el Mar Báltico (Estonia, Lituana y Letonia), Polonia, Eslovaquia, Hungría Rumania, Bulgaria, el Mar Negro, Turquía, Irak, el Golfo Pérsico, el océano Indico y con puntos de inflexión en las desembocaduras de los océanos, Indico y Pacifico, es decir, Sur de Asia, Malasia, Singapur (Estrecho de Malaca), Indonesia, Filipinas, Australia y más allá, Japón. Son puntos que indican que el lado occidental está bajo control del eje militarista encabezada por la OTAN y el lado asiático conformado por un importante conglomerado de países, entre los que destacan, Rusia, China e India (prácticamente el BRIC), además, Irán, Pakistán, los países que conforman la OTSC, incluso, Siria (muy valiosa en la estrategia de estos países emergentes). Sin olvidar que en ambas regiones las disputas son muy fuertes (por el lado occidental, África, Europa, América Latina y, por el lado asiático, Asia Central y Sudeste Asiático).

Octavo, finalmente, la concreción más importante y peligrosa de la presente coyuntura especial que se vive es la instauración del fascismo en Estados Unidos. Esto ya es un hecho que no puede seguir soslayándose. El mito de democracia en Estados Unidos es una cuestión del pasado. Ya los intelectuales progresistas deben ir tomando nota de esta situación. Pero esto sólo puede entenderse a partir de la comprensión que tengamos de la implosión del sistema dólar, del trasvase estadounidense hacia el militarismo y su avance en la estructuración del eje militarista que empieza a sacudir el mundo de una manera muy fuerte, y, todo, en medio del traspaso del poder mundial de Washington hacia Pekín.


(*)Sociólogo peruano, especialista en geopolítica y análisis internacional.

henry764@hotmail.com

Su Página Web es: www.enriquemunozgamarra.org

 


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Enrique Muñoz Gamarra(*)

Sociólogo peruano, especialista en geopolítica y análisis internacional. Autor del libro: "Coyuntura Histórica. Estructura Multipolar y Ascenso del Fascismo en Estados Unidos". Su Página web es: www.enriquemunozgamarra.org

 e3879459@hotmail.com

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