Método para acallar el hambre…

La cuerda

La “crisis alimentaria”, estimulada y generada por este insano sistema de distribución de los recursos, tiene una expresión dantesca en varios países del continente africano. Son millones de personas que están en riesgo de muerte (y mueren) por hambre, en un mundo en el cual hay excedentes alimenticios a pesar de las sequías, inundaciones, plagas u otras contingencias, que han mermado la producción. Pero, el mercado, las bolsas de valores y los intereses financieros de quienes manejan el mundo a su antojo, definen esta desigualdad, avalada por el silencio cómplice de muchos y muchas, pero denunciada, alertada y condenada por otros miles que levantan su voz contra el sufrimiento de estos pueblos.

Surgen, entonces, estrategias para mitigar los efectos del hambre. La cuerda, es una de ellas. Una cuerda, atada a nivel del estómago para que acalle la falta de fe y de comida, para que ate las horas sin alimentos ni bebidas, para que amarre las ganas de gritar por tanta injusticia y para que el sufrimiento parezca menos.

La cuerda es un recurso. Seguro quisieran ponerla en otros cuerpos, menos castigados y quizá hasta muy celebrados, por allí…a nivel del cuello…pero, ¿cómo podrían? Si su miseria, su desgracia, su debilidad y su desesperanza están tan lejos de quienes les someten a estos atropellos…

Tenemos entonces, a millones de seres humanos cuyo principal delito es haber nacido en ese continente eternamente saqueado y agraviado: África. A este se unen, indefectiblemente, el color de piel, la pobreza y la dispersión en cientos de tribus o clanes, esto último muy bien fomentado por quienes saben que “en la unión está la fuerza” y que, consciente y arteramente, siempre han dividido para vencer… Ese conglomerado de personas que sufren sin poder llorar, porque no hay lágrimas posibles con tanta deshidratación, que van entregando sus carnes hasta quedar como sombras de lo que fueron, que tienen bebés que nacen y, quien sabe si crecen, con el estigma de la desnutrición severa, sin embargo, resiste.

La resistencia es una característica propia de estos pueblos. Su fortaleza está más allá de lo físico y se fundamenta en una consciencia colectiva, en un espíritu de cuerpo cuyo origen se remonta a los inicios de la historia y trasciende siglos de ignominia, esclavitud, segregación, sometimiento, colonización, saqueo e injusticia. A pesar de tanto atropello, aún vive la cultura, el SER AFRICANO.

La cuerda, entonces, es otra estrategia de resistencia. Es una aparente flagelación para contrarrestar otra peor: El hambre. La cuerda, es un vínculo con la vida, es un lazo con lo que se es. Es una respuesta ante la agresión del mundo. Es la esperanza de sobrevivir y, algún día, usarla para amarrar las miserias humanas y las inagotables apetencias de países colonizadores.



(*) Frente de Izquierda Revolucionaria Alberto Müller Rojas

Movimiento Continental Bolivariano-Capítulo Aragua

nymphamar2@yahoo.com.mx


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Ninfa Monasterios Guevara (*)


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