La anticosecha del reguetón es el sub-arte de la violencia en Puerto Rico

Organizaciones femeninas denuncian en Puerto Rico la violencia contra la mujer e indican que hay primero manifestaciones psicológicas del fenómeno.  

Pero esa violencia es sólo un matiz más de la agresión generalizada que pesa sobre el vuelo de su cultura amparada en la cobardía de los enemigos internos de un varón auténtico como lo fue Filiberto Ojeda.  

Lo que me parece insólito es que no se entienda a estas alturas que la formación extracurricular es la que hoy determina las asimilaciones definitorias de la conducta humana y es el podrido anti-fruto luego de dos décadas en que se ha envilecido la entidad artística de su identidad penetrada con ese bodrio supremo: el reguetón, hiper-videado con todo tipo de imágenes cómplices de la degradación humana como manifestación decadente de octava categoría colocada por la fuerza de la monstruosa “mediática” dominante, repetitiva y omnipresente y que ha “preparado el terreno” precisamente psicosocial, colocando como “modelos” a farsantes faranduleras promotoras de la propia muerte de la verdadera feminidad, pues son pura carne para el deseo físico-sexual, y canalizan las líbidos superfluas con que la industria de la conciencia domina las marionetas humanas luego de colocar bien hondo el cadáver del gran Tite Curet, o luego de arrinconar su enorme riqueza musical-literaria plena de contenidos como en Danny Rivera, Roy Brown,  Mike Rivera, Andy Montañez, Mapeye. 

No es posible que esto no se asocie con su maltrecha anticosecha y se siga en la torpeza de creer que la enorme ofensiva estético-comunicacional de la dominación es “inofensiva” para la conducta humana cuando es precisamente la que determina la subjetividad neurofisiológica-afectiva y emocional del ser desde su niñez-adolescencia. Qué esperan cosechar sino tormentos, pues?  

Pero esto no sólo vale para ellos, sólo que levantar la supuesta propiedad de ese bodrio sub-éstético y todo su entorno sub-cultural conectado a la degradación humana, tiene un claro propósito de auto-someter a su poblaciones a la entrega de la voluntad de transformación social y total. 

La anticosecha del reguetón es el sub-arte de la violencia en Puerto Rico.  

De nada vale que las organizaciones aludidas reclamen la lentitud de las autoridades, por cierto, de una soberanía entregada al imperialismo vivo que aletea herido el mar Caribe, si lo dejamos. 

Lolita Lebrón es la antíttesis de la mujer envilecida del reguetón.

Es también  la egregia virtud de la bella caribeña, contra esa complicidad de las propias mujeres que se dejan envolver por su propio envilecimiento cuando entran en ese juego decadente de letras de novena y bailes prostituidos.  

Allí  está el caldo de cultivo que ha preparado la nueva ideologización pentagonista de Washington y su industria ideológica del envilecimiento del arte y de los seres humanos que caen a sus pies de inmundicia.  

En su bruma caótica, reclamo la autenticidad de Héctor Lavoe contra la estética de la falsedad de un simulador entreguista como un tal señor Marc Antonhy que ni siquiera es capaz de mantener la herencia secular de su propia lengua, aunque ésta ya arrebatara sus antepasados.  

17 mujeres asesinadas en la bella borinquen por estos demonios son sólo la consecuencia de una permisividad y complicidad social que se muestra indefensa entre la trampa falso-democrática de la “libertad de expresión” y el bombardeo perpetuo de unos medios de pacotilla y una tendencia a-social de supuestos “predicadores” que sólo colocan su visión del destino humano más allá de la muerte, sin luchar por cambiar el estado de cosas de esta dimensión que apuntan claramente su sujeción al imperio del norte. 

Viva Lolita Lebrón!!

Viva la valentía de la mujer puertorriqueña que un día se levantará definitivamente contra la cobardía de una masculinidad entregada al vicio proimperialista que carcome su liberación definitiva!! 

Viva la borinqueña que denuncia a sus propias congéneres entregadas a la debilidad de su ética !!. 

Vivan Haydee Beltrán, Lucy Barrios, Ivonne Meléndez, Dylcia Pagán, Alicia Rodríguez, Ida Luz Rodríguez, Alejandrina Torres, Carmen Valentín. 

Viva la memoria del Grito de Lares, Los Macheteros y Albizú Campos. 

Viva el alma herida de la patria madre de Borinquen contra su degradación mediática entregada a falsos íconos que hasta cambian sus nombres en los bodrios agringados de su esclavitud narcótica, como la señora López. 

Viva el mare magnun del Caribe que un día salíó en los indómitos “Caribes” de “Veneciuela” y en el tiempo hundido de sus heroínas reclamará un día su ventisca libertaria ¡! 
 

evaristoarte@yahoo.com


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