Economía y supervivencia social

El capitalismo ha adolecido de una contradicción inmanente, señalada por los economistas clásicos quienes la consideraron una deformación del principio fundamental del sistema.

La gran fortaleza del capitalismo sería la “libre competencia” que los burgueses franceses consideraron su fundamento y formularon con la divisa “laissez faire, laissez passer” (dejar hacer, dejar pasar).

Mediante ella, los individuos emprendedores podrían desarrollar sus talentos y enriquecer la sociedad ofreciéndoles, de paso, empleo a quienes no poseyesen tan singular disposición natural.

Guiados por la inevitable vanidad, su capacidad empresarial, que no es poseída por todos (o que, tal vez, desprecian esos supuestos ineptos), indicaría cierta superioridad genética, a juicio de quienes sacrifican su vida esclavizados por la codicia que los impulsa a la explotación del prójimo y al saqueo inmisericorde de la Naturaleza en aras de un enriquecimiento personal insaciable, enfermizo, denigrante y destructor.

USA, en particular, al carecer de los lastres aristocráticos y serviles de Europa, se convirtió en la mítica “tierra de las oportunidades” netamente capitalista. O sea, nació con la teoría del “laissez faire” y, presuntamente, aunque la realidad dice que no, ha aplicado a plenitud dicha fórmula.

Al menos, aún sostiene esa ilusión, como lo confirmó Obama en su rendición de cuentas a la nación el 25 de enero, aunque es evidente que el pequeño y mediano empresario están a merced del enemigo mortal incubado por el inmisericorde sistema. Y ni hablar de los inmigrantes desamparados o del rebuscador independiente, como las víctimas del derrame de petróleo en el golfo, ahora condenadas a la miseria.

Tal enemigo del sistema económico ideado por la burguesía, está en la base de su contradicción esencial, cual es la existente entre la ambición privada y el beneficio social.

Tan evidente contradicción causa diferencias sociales crecientes que, progresivamente, les niegan a cada vez más ilusos la oportunidad de desarrollar su talento empresarial o sus habilidades laborales. 
Se ven obligados a servirles a los oligopolios y a los monopolios que arruinan a cualquier competidor modesto y son la consecuencia de la ambición desmedida del individuo cuando no encuentra frenos ni oposición.

Estos efectos perversos del sistema de competencia individual, que lo desnaturalizan, aunque son el fruto lógico de su impostura, serían los grandes enemigos del capitalismo al conformar el peor obstáculo para desarrollar la competencia libre entre empresarios independientes e iguales cuya existencia y permanencia obedecerían al estricto control por el Estado de esta supuesta deformación del capitalismo que destruye la libre empresa y les niega a las mayorías el derecho a la propiedad.

En la misma USA, durante el siglo pasado eran notables los espectáculos judiciales montados alrededor de las demandas contra los monopolios y oligopolios, acusados de desvirtuar abiertamente ese dogma de la libre competencia. 

No son pocas las leyes que, presuntamente, los combatirían a fin de conservar las condiciones ideales para cumplir su destino de sociedad libre e igualitaria, totalmente contradichos por la realidad.

No importa que existan quienes no se hayan dado cuenta, ni que quienes impiden ese sublime destino de sociedad libre e igualitaria que garantizaría la libre competencia traten de ocultar o restarle importancia al imperio incuestionable de los monopolios mulinacionales. La realidad es tozuda y ya salió a la luz para todo el mundo.

No obstante, en la actualidad y para complacencia de los potentados, eso ni se menciona en los medios de manipulación de masas (que prefieren llamar medios de comunicación). Se ha vuelto de mal gusto dado el enorme poder que han adquirido los monopolios privados ante todos los gobiernos.

No obstante, desde que el capitalismo renunció a las luces de la razón para entender la realidad económica, no opera la “mano invisible” que optimizaría el funcionamiento del sistema clasista, según afirmaba Adam Smith pero, eso sí, siempre y cuando los monopolios y oligopolios no alcanzasen el poder  para tomar en sus garras esa tal  “mano invisible” y ponerla a su servicio particular completamente adulterada.

Sin dudas, lo que temía Smith es lo que ha ocurrido desde que el brutal y fantasioso Neoliberalismo se impuso como sabiduría y doctrina económicas superiores por los potentados interesados en precipitar la destrucción del Mundo, según la más repugnante maldición de los sionistas enemigos de la Vida.

La negación rotunda de la libre competencia por el dominio creciente de los monopolios y los oligopolios degenera el fundamento ontológico del sistema; a saber, el inalienable y supremo derecho a la propiedad privada que, su contraparte, los llamados países socialistas niegan condenándose al atraso deliberado y fundamentalista.

No sólo la propiedad de medios de producción (que son los determinantes en el desarrollo social) sino la de medios de consumo de media y larga duración, como los hogares, se les niegan a las mayorías en los países capitalistas.

Por ende, muchos ciudadanos sobreviven privados de lo esencial e inmediato.

En el mundo capitalista, mientras los potentados -dueños de los monopolios y los oligopolios causantes de todas las calamidades y resueltos a extenderlas y agravarlas- se apropian del tesoro público, sus víctimas son despojadas de sus casas.

Sucede gracias a las maniobras (que llaman pomposamente productos financieros”)  de los banqueros especuladores que causaron la pirámide hipotecaria.

Su poder es tal que, en vez de ser castigados o, siquiera, requeridos para que paguen lo que se robaron, continúan su actividad despojadora pretendiendo superar la crisis no sólo asaltando el fisco usano sino poniendo a los demás países a que la paguen.

Sin pudor ni consideración con sus socios ni con sus ancestros, están arruinando a Europa, como lo evidencian Irlanda, Grecia, Portugal, España. Italia y muchos más a medida que la abusiva estrategia usana se impone.

En vez de rectificar, agudizan las causas de la crisis y amplían su ámbito. No les importa el largo plazo. Quieren seguir su vida privilegiada de potentados mientras eluden los castigos que se merecen pero que ningún gobierno tiene poder para imponérselos.

Por eso, ahora que lograron trasladar sus consecuencias a Europa, los usanos se ufanan de haber superado la crisis cuando, en verdad, la han aplazado para aumentar su poder de destrucción, pues siguen aplicando sus medidas de casino, inevitablemente ruinosas.

De ahí que pretendan crear un mercado bursátil mundial que le ofrezca una base más amplia a la pirámide especulativa, de modo que la siguiente manifestación de la crisis se demore más en explotar. 

Cuando lo haga, sus efectos devastadores serán globales, no se restringirán sólo a la metrópoli sionista de América, lo que los hará más funestos.

En su ofensiva, los potentados están resueltos a extender –por todo el mundo y en todos los hábitat sagrados, auténticos nichos de vida absolutamente irremplazables- la explotación minera a gran escala. 

Buscan causar el mayor daño posible, a unos costos inconmensurables, muy superiores al valor de lo que estos criminales logren extraer y convertir en “riqueza” personal, la única que les interesa y reconocen, sobre todo si empobrece y subyuga a los demás.

Son ciegos y sordos para la riqueza auténtica, la frágil, hermosa y sagrada que la Naturaleza nos ofrece generosamente pero que los criminales sionistas sostienen que es la herencia que les dejó Yahvé para que la tratasen como les viniese en gana.

En esas estamos. De cada uno depende que sigamos ahí o que castiguemos y despojemos a esas bestias que están resueltas a acabar con todo, fundadas en supersticiones e ideologías que reniegan de la razón y los mejores valores de la Humanidad, remplazándolos por dogmas absurdos, devastadores, delirantes y excluyentes.

No podemos olvidar que los grandes personajes de la Historia han sido los más desalmados de cada generación y de cada pueblo, enceguecidos de ambición y resueltos a lo que sea para saciarla.

Por eso tenemos la obligación de superar ese período antropológico para ingresar a uno nuevo y superior, fundado en valores universales o globales forjados y concertados por todos en vez de ser impuestos por los opresores tradicionales de las mayorías vilipendiadas.

El desafío es definitivo y para todos. Nadie se lo puede apropiar ni pretender solucionarlo a nombre de los demás, como es la costumbre absurda de la artificial democracia representativa que tanto desprecia y subestima al ciudadano elector, sujeto pasivo de esta farsa pero víctima activa de quienes la alimentan en su beneficio.

El asunto es de democracia directa (o auténtica). O sea, de la decisión libre, soberana y autónoma de cada ser humano dispuesto a ser protagonista de su destino, que está indisolublemente relacionado con los de la Humanidad y la Vida.

El descrédito de las lacras que actualmente controlan los gobiernos, tanto como el de sus amos monopolizadores del poder y la riqueza, son anuncio claro de su decadencia definitiva.

Pero tenemos que cuidarnos de sus pataleos y los feroces jadeos de su agonía, no vaya a ser que salgan adelante con sus planes depredadores y, efectivamente, adelanten todas las explotaciones mineras que les han exigido a los cipayos gobernantes en los países dependientes.

O, peor aún, que logren desatar la guerra mundial que los tiene obsesionados porque la consideran la forma más idónea y efectiva de evitar su decadencia y los castigos que se han ganado, que se merecen y que la Humanidad cada vez está más dispuesta y capacitada para aplicarles.

El tiempo apremia. Tu participación es tan importante como la de cualquier humano. No permitas que te suplanten; respétate.

En síntesis, la idea fundacional de USA de que “cada uno puede forjarse un futuro”, recordada por Obama en su informe a la nación, ha perdido totalmente su vigencia a raíz del imperio absoluto de los monopolios, tan adelantados en su propósito de construir el Nuevo Orden Mundial de los potentados.

Este designio autocrático y despótico se está desplegando, según lo comprueban los desastres que los perversos halcones del complejo industrial militar usano han causado y siguen causando, cada vez con peores consecuencias sobre la biosfera y las formas de vida que la habitan, incluyendo los humanos sometidos a toda clase de catástrofes y calamidades a causa del propósito de los potentados de rendirnos por hambre. 

Haití es el país piloto donde se han probado con más decisión las armas monstruosas del Club de Bilderberg, padrino y beneficiario del proyecto HAARP, tanto como patrocinador del designio de extinguirnos por epidemias y hambrunas adicionales a la guerra que no les ha cuajado todavía y que sería su gran victoria así como la gran derrota de la Humanidad y la Vida.

Pero el títere Obama no se ha dado cuenta de que la libre competencia es una entelequia cuando el poder de los monopolios es intocable y desmesurado, hasta el punto de que sus amos lo han utilizado y vapuleado a su antojo, buscando echarle toda el agua sucia del cochino gobierno de los Bush y sus potentados compinches...

Protegiendo los intereses de sus amos que todavía confían en que sus medios de comunicación pueden garantizar el engaño y la ignorancia colectivos, el primer presidente negro de la colonia sionista intenta seguir alimentando wl mito de la “tierra de las oportunidades” difundido por los sionistas desde la fundación de la nación por la masonería, dirigido a ocultar la dictadura depredadora de los potentados.

No se puede esperar nada de este arribista demagogo que anuncia que USA se está reinventando.

Al efecto dijo estar financiando investigaciones sobre energías limpias.

Pretende que ignoremos que ya existen y están suficientemente probadas desde mediados de los 1990. Más bien, su retórica busca que lo olvidemos. 

Pero ahí está el video de los autos eléctricos, encabezado por los EV-1 de la General Motors. Evidentemente demuestra la existencia probada de alternativas energéticas limpias fundadas en la electricidad doméstica, el hidrógeno, el agua, el sol o las pilas eléctricas.

Vuelvo a anexarlo para establecer si es una obra fantástica de algún resentido con el sistema o, realmente, da cuenta de avances ya viejos que los petroleros y demás productores de necro combustibles nos impiden adoptar y se esmeran en ocultar.

Mientras tanto,  aceleran la destrucción de la biosfera para enfrentarnos a hechos cumplidos que todavía podemos evitar, como sucede con las explotaciones programadas por la Barrick Gold y otros monopolios criminales, muchos de cuyos crímenes todavía son proyectos aunque hayan recibido la aprobación de los gobernantes cipayos y vendepatria. La ciudadanía consciente y digna puede revertirlos y exigir castigo para los traidores.

En estas circunstancias, la demagogia del mestizo que funge de presidente en USA es vergonzosa, patética, ofensiva. 

Si sus intenciones fuesen serias, desde que asumió la presidencia la General Motors -que pasó a ser propiedad pública por la bancarrota causada por los potentados- podría haber desempolvado las patentes que exponen la novedosa forma de producir carros eléctricos, ya producidos con éxito desde 1996.

Esos vehículos causan cero contaminación atmosférica y sonora al tiempo que ofrecen un rendimiento superior al de los movidos con necro combustibles, de modo que son auténticos regalos para la Vida y el medio ambiente, pero significan la ruina inevitable de los potentados depredadores.

Dadas las aterradoras consecuencias de su flaqueza, tenemos que insistir en que si Obama -en vez de hacerse el pendejo aparentando buenas intenciones y deseos de acertar- hubiese exigido que la General Motors retomase la producción del Vehicle Electric 1 (VE-1) desde comienzos de 2009, cuando asumió la presidencia de USA, no sólo se habría evitado la humillación personal ante el mundo entero de ser manoseado públicamente por la BP. Quizás la misma catástrofe causada por la multinacional petrolera en el Golfo de México se habría evitado

También se hubiese evitado sus viles autorizaciones para explorar y explotar petróleo en zonas que ni el vil Bush se atrevió a condenar en aras de la codicia de los potentados petroleros.

Igualmente, como consecuencia elemental de la decadencia del combustible proveniente del petróleo (tanto como los agro combustibles), se hubiesen evitado muchos atropellos contra la biosfera cometidos por los supradichos bandidos de cuello blanco explotadores despiadados del llamado oro negro.

Además, el desmantelamiento de las funestas plataformas de extracción podría haberse iniciado e ir bien adelantado.

Pero el impostor es un promesero mentiroso que funge como presidente sin disponer del poder para imponer sus iniciativas retóricas, propias de un Premio Nobel de Paz espurio.

Semejante honor es otra charada para cautivar ingenuos, que carece de cualquier fundamento en la realidad de éste farsante dedicado a escalar la guerra mientras insiste en que está acabándola.

También mantiene en el limbo jurídico a los presos que llevó a Guantánamo, víctimas desamparadas del terrorismo de Estado del Imperio que ningún poder se atreve a retar, aunque no cesan y, más bien, aumentan sus violaciones a los derechos humanos y sus arbitrariedades de todo orden y en todas las latitudes.

Los potentados lo manejan a su antojo, en su propia conveniencia de halcones wasp y sionistas causantes de todas las grandes calamidades de la Humanidad.

No tenemos derecho a olvidar que el empeño de los enemigos de todos y depredadores del planeta, es desatar la guerra mundial que diezme a la población antes de que ésta se yerga, se rebele y les cobre sus crímenes, ya innegables y evidentes para todos los aficionados a la Verdad.

Ante el engaño obvio, es innegable el carácter de elemento de distracción y chivo expiatorio que la extrema derecha representada por los halcones de Washington le asignó al notable orador, tan incapaz para la acción y tan impotente para tomar decisiones y gobernar. 

Hay que insistir en que su subordinación a la British Petroleum Company a raíz del derrame en el golfo de México con sus terribles consecuencias sobre los nichos de vida de Luisiana y las aguas del Caribe, demuestran su impotencia y le quitan cualquier posibilidad para defender la Vida, sin importar sus alharacas y sus giras  y monerías demagógicas promoviendo las energías limpias.

En consecuencia, el asunto del futuro está en las manos de todos y cada uno pero, jamás, en las de los potentados y sus lacayos. Las suyas sólo conciben y predestinan ruina y desolación.

Lo positivo del engaño sostenido por los potentados durante toda la Historia, es que cada vez más gente lo entiende, asume su soberanía y deja de creer en gobernantes y representantes (esos politiqueros profesionales que viven de lagartear posiciones oficiales engañando a los electores y abriéndose de patas ante los amos imperialistas). 

También tú puedes, es tu derecho soberano, ejércelo.



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