No tuvimos que esperar mucho para que los medios escuálidos, trataran a través de todos sus argumentos de dorar la píldora sobre la revolución de Egipto, tratan de todas las formas esconder que el Presidente defenestrado por el pueblo era un dictador de la DERECHA, títere del Imperio y del Gobierno de Israel, pieza clave para los planes de conquista de territorio en el Medio Oriente, que como sabemos posee inmensas riquezas sobre todo de petróleo.
Ya veremos cómo los vergonzosos medios de aquí, van a comenzar a intentar meterle en la mente al pueblo venezolano que aquí puede repetirse un evento similar, para que sea la gente en la calle quien igual que en ese país, obligue a Presidente a entregar el poder.
Sabemos que lo están pensando, lo están añorando cual niño ante un juguete nuevo, y lo hacen porque sus neuronas no les dan para más, son tan brutos, brutalidad que están demostrando ahora que regresaron a la Asamblea Nacional, que no pueden ver las enormes diferencias entre una situación y otra, además aquí el escualidismo no tiene los riñones como para emprender tamaña empresa, ya lo intentaron y cuando parecía que lo lograron les salió el verdadero pueblo y puso las cosas en orden y luego reincidieron con el paro, y no durante 18 días como en Egipto, sino más de sesenta y fueron vencidos de forma contundente y todo ello sirvió para que tanto el liderazgo como el pueblo, renacieran en capacidad de accionar contra los enemigos de una revolución, que no tiene parangón con otra, porque si no fuese así, la que pudiera iniciarse sería si y solo si, Chávez se volviera loco y de repente le comenzara a entregar el país a los intereses imperiales, de los cuales nos hemos venido liberando paulatinamente.
La revolución egipcia es contra la derecha, es contra el imperio y sus ansias de dominación y en ello coincide con la nuestra en sus objetivos, por ello los escuálidos ni se imaginan que si de este evento, surge un líder progresista, y así debe ser, si no para nada habrá servido, las relaciones de ese líder, su gobierno y su pueblo con nuestro gobierno y nuestro pueblo van a ser muy especiales por la empatía que obligatoriamente debería haber.-
Eso lo saben los medios de la derecha, no solo de aquí sino del mundo, pero no tienen el coraje de admitirlo, porque hacerlo sería aceptar una enorme derrota, una más ya no en nuestro continente, sino en donde nunca les pasó por la mente a los explotadores eternos de los pueblos, tener que vivir la reacción de un pueblo que por fin se percata de su inmenso poder y exige un trato justo, igualitario, de solidaridad, es decir algo, si no igual, muy parecido a lo que hasta ahora hemos conocido como Socialismo, que aquí estamos comenzado a disfrutar, y allá, Dios quiera, pueda iniciar una nueva época para bien de ese pueblo milenario.
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