No voy a enumerar las diversas razones que le asisten a nuestro gobierno bolivariano para hilar fino, de aquí en lo adelante, en el manejo de las relaciones diplomáticas y comerciales con Colombia, debido a que quien asumió ayer la presidencia de la república, representa a mi juicio; la continuación de la política de agresión hacia los pueblos de la región, y en especial hacia nuestro país, que caracterizó los dos periodos de gobierno de Uribe.
En cambio, es oportuno que repasemos muy brevemente, de donde viene y cual ha sido la conducta y la posición del nuevo presidente neogranadino en lo interno y en relación al proceso revolucionario bolivariano.
Actualmente, el propio Juan Manuel Santos y su familia, quienes aprovechándose del estado y los gobiernos de la ultra derecha para su enriquecimiento personal, son accionistas mayoritarios del imperio mediático denominado Casa Editorial El Tiempo (CEET), de la cual forman parte diversos medios de comunicación como el periódico El Tiempo; y los semanarios Llano 7 Días, Boyacá 7 Días y Tolima 7 Días, el diario Hoy y el canal de televisión Citytv; además de distintos portales de Internet y una decena de revistas.
Así mismo, la CEET es dueña del 48% de la Revista Cambio, y comparte la propiedad de TV Cable Bogotá, la mayor empresa de servicio de televisión por suscripción, con la familia Pastrana, el Grupo Santo Domingo y la organización Ardila Lulle.
Todo este monopolio mediático, dirigido por la familia Santos, y por quien fuera jefe de campaña para la reelección del Dr Varito, nada mas y nada menos, fue puesto al servicio de la mentira y la manipulación para lavar la trayectoria política del presidente saliente, y a su vez construirle los altos índices de popularidad, que bastante ayudaron en sus intenciones de reelección, y en la reciente elección del propio Santos.
El presidente Juan Manuel Santos, obsesionado enemigo, al igual que su antecesor, del Comandante Chávez, seguirá valiéndose de todo su poder mediático para desacreditar con la construcción y difusión de los falsos positivos al gobierno bolivariano, continuando la función de acuerdo al guión ordenado por el departamento de estado norteamericano, en donde la supuesta dictadura, la cubanización y el apoyo al terrorismo son el plato fuerte.
No obstante, nuevamente es el propio Chávez quien extiende su mano al pueblo colombiano y a su recién posesionado gobierno, alabando desde su programa Alo presidente, el “discurso interesante” de Santos e invitando al diálogo con respeto, al tiempo que califica esta etapa, como un nuevo momento para la búsqueda de la paz para los colombianos, que también es la paz para sus vecinos.
Mosca Comandante.
