Insiste en la preponderancia de los movimientos sociales para madurar la idea. Considera irreversible la acumulación de fuerzas progresistas en América Latina. Será homenajeada este jueves en la Sala José Felix Ribas del Teatro Teresa Carreño

Acuciosa, audaz, reflexiva y lúcida se mantiene Marta Harnecker. Colaboradora del Centro Internacional Miranda, hoy recibirá un homenaje en el Teatro Teresa Carreño por su destacada trayectoria, fundamentalmente en el estudio de instrumentos para la toma efectiva del poder de las comunidades y sus aportes a la teoría marxista.

Al realizar un paneo sobre la correlación de fuerzas en América Latina, se ríe de quienes le recriminaron el “fracaso” de la izquierda en todo el hemisferio. Es una apasionada del periodismo, aunque nunca estudió la profesión. De hecho fue directora de la revista Chile Hoy, editada durante el gobierno de Salvador Allende.

Autora de más de 70 libros. Su obra más representativa es “Los Conceptos elementales del Materialismo Histórico”, cuyo origen se remonta al año 1969 para interpretar los postulados históricos de Louis Althusser, a quien le debe su formación inicial como intérprete marxista.

Desde el 2002 está en Venezuela, después de asilarse en Cuba por espacio de 29 años.

Siempre estuvo en la lista negra de los esbirros de Augusto Pinochet. Aquí, ha participado en la construcción de diversas experiencias de participación popular. Al ser consultada sobre la convocatoria a la V Internacional asegura que la necesidad es evidente pero que se debe tener mucho cuidado en la forma cómo se construyen esos proyectos.

“Si nosotros queremos construir una nueva Internacional se requiere una nueva cultura de la izquierda. Porque si nosotros vamos a sumar en esta Internacional a los mismos partidos con todas las taras que tienen del pasado, sin superar las desviaciones, se puede transformar en una V Internacional burocrática”, agregó.

-¿Cuál es la propuesta concreta? ¿Qué se debe hacer?

-Creo que debemos pensar en la relación entre los movimientos sociales y los partidos. Hay que incluir a los movimientos sociales. Hacer un gran frente (partido- movimiento). Esa son cosas que tenemos que madurar entre todos. Eso es lo difícil. Chávez debería convocar una pequeña reunión de trabajo con aquellos líderes políticos y sociales, incluyendo a los representantes de los partidos comunistas por supuesto. Hay que entender una V Internacional de trabajadores y trabajadoras en su concepto amplio. Por ejemplo la mujer que trabaja en su casa, no en el sentido clásico del término. Ahora la idea me parece buena, pero insisto debería reflejar una nueva cultura de la izquierda, porque sino seguirá existiendo, hoy menos que antes, un rechazo a los políticos por amplios sectores sociales que siguen viendo una práctica política muy parecida a la de la derecha.

DESAFÍOS INTERNOS

-¿Cuáles son los principales desafíos que enfrenta Venezuela en la ruta hacia el socialismo?

-El gran desafío que tiene este proceso radica en cómo vencer la distancia entre los proyectos que tiene el presidente Chávez y la realidad. El Presidente es el primer líder que ha entendido que sin poder popular no se puede avanzar. Ahora, si tú hablas de poder, pero no le entregas la posibilidad de tomar decisiones a la gente, eso realmente no es participación.

-¿Y qué impide que ello ocurra?

-Chávez ha hecho un esfuerzo muy importante para entregarle los recursos a la gente para que pueda decidir. Él nos podría llevar a la sociedad del futuro si hubiese una gran coherencia en todo el equipo que lo apoya porque sus ideas son extraordinarias, el problema es que entre las ideas y la práctica hay una gran distancia. Deberíamos preguntarnos ¿Qué estamos haciendo? El caso venezolano para mí es un proceso revolucionario que ha tenido las mejores condiciones del mundo.

¿DOS IZQUIERDAS?

-¿Qué está pasando en lo interno del bloque de gobiernos progresistas en América Latina? Algunos hablan de dos izquierdas

-Hay gobiernos que siguen haciendo políticas neoliberales. Pero no se debe ser inflexible. Pienso que se debe juzgar la correlación de fuerzas que tiene cada gobierno a lo interno y por lo tanto hay que juzgarlos no por el ritmo con que avanzan, sino por la dirección hacia donde avanzan.

-¿Cuáles son los criterios para juzgarlos de acuerdo a la dirección hacia donde avanzan?

-A Lula, por ejemplo, no se le puede pedir lo mismo que se le puede pedir a Chávez, pero evidentemente a Lula se le podría pedir más de lo que hace. Para saber si un gobierno avanza o no hacia la meta (el socialismo) es bien importante ver: ¿Qué han hecho con respecto a las nacionalizaciones? ¿Qué han hecho frente a la participación de los trabajadores en las empresas? ¿Qué han hecho con respecto a la propiedad cada vez más social de los medios de producción? ¿Qué han hecho respecto a los medios de comunicación y el protagonismo popular?

-¿En cuánto a la derecha? Tomando en cuenta Perú, Colombia y Panamá

-Hay gente que dice que lo que está pasando en América Latina es un ciclo y pronto vendrá un ciclo en contra. Yo soy optimista en cuanto a la correlación de fuerzas (favorable a la izquierda). En Uruguay sigue el movimiento y hace irreversible el proceso de acumulación de fuerzas en América Latina. Los pueblos están entendiendo una vez más que es muy diferente tener un gobierno progresista, aunque no sea revolucionario, que uno de derecha.

-¿Y en su Chile natal?

-Mientras la izquierda se dedicó hacer politiquería en los partidos, la derecha se dedicó a trabajar con las comunidades. Allá hay mucho trabajo de la derecha con la gente. Ya Michelle Bachelet no tiene el mismo apoyo popular que antes.