24 de agosto 2009. -Osamu Nishitani, uno de los más renombrados filósofos en Japón, especializado en filosofía moderna y reconocido por sus propuestas sobre el tema de la globalización, consideró que lo que está ocurriendo en Venezuela con la Revolución Bolivariana, es un intento de gran envergadura para transformar las condiciones sociales impuestas por el capitalismo occidental europeo y el estadounidense.
En el coloquio realizado en el Teatro Teresa Carreño de Caracas, sobre las "Visiones distintas, problemas comunes: Asia y Latinoamérica", intelectuales de la nación nipona y expertos venezolanos, ofrecieron sus puntos de vista sobre el impacto de la Revolución Bolivariana. Por Venezuela participó Arístides Medina Rubio, recientemente designado como embajador venezolano en Perú.
Osamu Nishitani dijo que la Revolución Bolivariana no se puede posicionar como una más de la tradición de las revoluciones en Europa, continente que impuso la llamada libertad individual a costa de la competencia, característica del industrialismo occidental.
Manifestó que, generalmente, las Revoluciones históricas socialistas importantes que se han dado en el mundo tenían como premisa el problema de la sociedad del industrialismo occidental. Descartó que la Revolución Rusa sea antecedente para la Revolución Bolivariana, pero sí hizo un paralelismo con la Revolución Mexicana, la cual dijo nació como protesta contra el dominio de la civilización occidental moderna.
Dijo que ambas visiones de la libertad individual, la europea y la de EEUU, aplastaron a la humanidad cuando se desplegaron en el mundo. Primero con el llamado "descubrimiento" del nuevo mundo: América, donde se perpetró lo que llamó "heridas" a los pobladores, a partir del siglo 16, y luego con el surgimiento del poder tecnológico y cultural de EEUU.
Sin embargo, dijo que en la América del Sur la conquista del imperio español no llegó a desarraigar lo autóctono de su población original y por ello Suramérica se convirtió en un gran marco criollo para la independencia, aunque luego fue víctima de la penetración cultural estadounidense.
"Quienes eran considerados que no podían tener terrenos fueron rechazados, como consecuencia de ello, convirtieron en bienes raíces las tierras, y la libertad en EEUU se basó en el derecho a la propiedad y el dominio de la naturaleza y lo económico. Su resultado es la omnipotencia...y convertir todos los bienes naturales en mercancía", dijo el intelectual japonés. "La vida misma del ser humano es una mercadería".
"Por consiguiente, cuando EEUU se independizó de Europa trató de colocar el hemisferio occidental bajo su dominio, inclusive Suramérica, y allí empieza otra esclavitud: la de EEUU", explicó.
"Cuando uno aprovecha la libertad para dominar a otros, se convierte en violencia", acotó sobre la histórica conducta norteamericana.
Dijo que la libertad tiene significados distintos para aquellos que no lo disfrutan, y consideró que en Venezuela se está dando un movimiento en defensa de los derechos sociales que escapa a esa visión europea, incluso de la visión norteamericana.
"La historia mundial occidental que ha venido estableciendo en los últimos 5 siglos, y las heridas sufridas y teniendo en cuenta esas heridas, Venezuela esta tratando de crear otra imagen de América que nació sobre la (propiedad) de la tierra en el siglo 16".
"Entonces empieza lo que está ocurriendo en Venezuela", argumentó, señalando que es una autonomía regional de distinta forma, y la posibilidad de otro mundo.
Dijo que EEUU representa el intento de convertir en mercancía todo lo que se podía, en su pretendido orden mundial global.
"Pero en Venezuela están tratando de reconstituir el orden global: la autonomía regional y con la asociación de las distintas regiones cambiar el principio del orden global. Creo que la experiencia de Venezuela se convierte en ese intento".
