El trueque conserva el dinero

Entre las ventajas del intercambio comunal destaca la posibilidad de que a través de este instrumento de comercialización el dinero se mantiene en reserva o en depósito. En consonancia con el artículo 5 de la Ley para el Fomento y Desarrollo de la Economía Popular (LFDEP) publicada en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela 5.890 del 31 de julio del presente año, se establecen dos tipos de intercambio: directo e indirecto. El primero no requiere de un sistema de compensación, porque sucede cuando los valores de los saberes, bienes y servicios son equivalentes. En cambio, el segundo tipo de trueque sí requiere de un sistema de compensación con el fin de equilibrar los diferentes valores de los saberes, bienes y servicios a intercambiar y “establecer de manera explícita (las) relaciones de equivalencia” entre los valores que “no son mutuamente equivalentes”.

La moneda comunal (MC) facilitará el intercambio por cuanto permitirá crear la equivalencia de valores entre los saberes, bienes y servicios; y tendrá valor dentro del ámbito territorial para el cual fue aprobada por los grupos de intercambio debidamente registrados. La MC tendrá equivalencia con el Bolívar Fuerte (BF) según las resoluciones que emita el BCV al respecto. Esto significa que al no utilizarse de manera cotidiana el BF o la moneda de curso legal, ésta se mantendrá en reserva y podrá conservarse para atender otro tipo de contingencia o adquirir productos de otras localidades donde no tenga validez la MC. Si por alguna circunstancia una comunidad no dispone de efectivo en moneda de curso legal el intercambio entre los miembros de esta comunidad no se paralizaría; se podrán permutar, adquirir y vender los saberes, bienes y servicios que este ámbito territorial produce. El mercado entre pobladores seguiría funcionando y cada quien adquiere lo que necesita. El comercio dinamizaría las actividades productivas por las expectativas favorables que se crearían, dado que cada productor generaría los bienes sin riesgo de perderlos porque no tendrían mercado. En este caso cada oferta tendría su demanda o la garantía que habrá quien lo pueda comprar.

En consecuencia, el trueque además de conservar el dinero como objeto, también contribuye a conservar el valor del dinero o capacidad adquisitiva, dado que la inflación tiende a abatirse porque no habría necesidad de acaparar productos, atesorar dinero y ganancias. Los productos tenderían a venderse a sus costos de producción y las ganancias o utilidades se distribuirían de manera equitativa entre los miembros de la comuna. La brecha entre ricos y pobres, entre los que tienen y los que no tienen, tiende a desaparecer. Por tanto, se construiría una sociedad de iguales en bienes, sin ricos ni pobres. Mejor dicho, de ricos; porque todos tendrían para satisfacer sus necesidades. Todos producen para todos lo que necesitan; intercambiando según sus necesidades.

En Sucre, el trueque incorporaría a comunidades incomunicadas carentes de dinero de curso legal y producirían según su vocación productiva. Cumanacoa cambia productos agrícolas por fertilizantes y chivos de Araya o por pescado del Morro de Puerto Santo. Araya chivos por artesanías y dulces de coco de Cerezal; y cacao de Río Caribe. Guiria ganado por productos agrícolas. Los estudiantes intercambian libros de un año por libros de otros años o bulto por libros. Con el trueque el socialismo va. HASTA OTRO ENFOQUE.

cortezuno@gmail.com


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