Resumen del libro de Enrique Dussel, sobre ética comunitaria, praxis, el trabajador y la vida, el salario, la vida del trabajador, el trabajador su sangre y carne, el pecado capitalista de explotar al otro humano. Pueden leer el texto completo del libro "Ética Comunitaria" de Enrique Dussel en la página web enriquedussel.com. 285 pág.
"Corremos muchos riesgos. Deseamos ser simples y claros, pero al mismo tiempo científicos. Deseamos ser comprensibles, pero al mismo tiempo profundos. Deseamos ser pedagógicos, pero al mismo tiempo realistas. Iremos, como nos dice Tomás de Aquino en la introducción a su Comentario a la Ética a Nicómaco, de lo «simple a lo complejo», o, de otra manera, de «lo abstracto a lo concreto. (Enrique Dussel Ética Comunitaria pág. 10),
"...la esencia de la vida cristiana es la comunidad, el estar junto a los demás; y también es la esencia del Reino: «estar junto a Dios», cara a cara con él en comunidad." (Ibidem pp 15).
PRAXIS COMO ACTO Y RELACIÓN:
"...praxis y práctico quiere significar el acto humano que se dirige a otra persona humana; acto hacia otra persona y relación misma de persona a persona: «los creyentes vivían unidos".
La praxis es la manera actual de estar en nuestro mundo ante otro; es la presencia real de una persona ante otra...Por ejemplo, la «relación» de un padre (persona 1) con respecto a su hija (persona 2, con flecha a) es la de paternidad. La relación de la hija al padre (flecha b) es la de filiación. Se es padre al estar en relación (al tener) una hija o hijo. Quien no tiene ningún hijo no es padre. La relación práctica entre personas es la praxis...Praxis significa operar (operare), obrar con y en otro u otros; poiesis significa fabricar, hacer (facere), producir con o en algo, trabajar la naturaleza. Relación persona-naturaleza. (Ibidem pp 16).
Cuando estoy con mi rostro ante el rostro del otro en la relación práctica, en la presencia de praxis, él es alguien para mí y yo soy alguien para él. El estar «rostro ante rostro», de dos o más, es el ser persona...Cara a cara, persona a persona, es la relación práctica de proximidad, de cercanía como personas. La experiencia de la proximidad entre personas como personas es la que constituye al otro como «prójimo» (próximo, cercano, alguien), como otro; y no como cosa, instrumento, mediación. (Ibidem pp 17).
Eros era considerado por los primitivos cristianos como signo de colocar al otro como mediación para mi proyecto (es la amistad hedónica o placentera, en la que coloco al otro como medio para mis goces). Filía era, en cambio, considerada como el amor a los iguales...Amar al pobre, al miserable, era despreciable y depravaba al que así amaba.
El amor al otro como otro es encanto, belleza, bondad, santidad, don...don de sí mismo, entrega, opción sin retorno: «No hay mayor amor que el que da su vida por el amigo» (Jn 15,13). (Ibidem pp 18).
EL «NOSOTROS» DEL CARA A CARA: LA COMUNIDAD
Hablar de relación «persona-persona» o «cara a cara» es, cuando se piensa en dos personas, algo abstracto. En concreto, históricamente, en el cara a cara del amor de justicia (agapé) o caridad (en su sentido auténtico y no en el sentido de las «obras de caridad» de las damas de beneficencia), el amor cristiano se vive en plural, en comunidad, en pueblo.
"...en el cara a cara de la unidad, es lo que denominamos «comunidad...La «comunidad» es la que tiene todo en «común... En la comunidad todos son personas para personas; las relaciones son prácticas, y la praxis es de amor... cada uno sirve al otro por el otro mismo en la amistad de todos en todo...una comunidad donde la individualidad se realiza plenamente en la plena comunicación comunitaria...La comunidad es el sujeto real y el motor de la historia; en ella estamos «en casa», en seguridad, en común. (Ibidem pp 19).
Para partir y repartir el pan, hay que tener pan...El pan es el futuro del trabajo, es un producto real, material, hecho también para otro...Por ello la relación no es sólo práctica (persona-persona), sino igualmente productiva (persona-naturaleza)...la relación es práctico-productiva: al otro se le da el fruto de la producción. Esta compleja relación es económica...El amor se probaba por los «hechos» y no en las palabras. «Comían juntos» y no sólo realizan juntos «las oraciones». Era un sentido integral de la existencia; toda la «carnalidad» estaba comprometida. (Ibidem pp 19)
NECESIDAD, SATISFACCIÓN, FIESTA.
La praxis, como acción y como relación, tiende a la realización integral, que es la felicidad plena, el gozo y la alegría, que son fruto de la satisfacción. Cuando el amado está con la amada, cara a cara, boca a boca (el beso del Cantar de los Cantares), está de fiesta, Es la realización plena de la praxis. (Ibidem pp 20).
Por qué la persona humana es viviente, participación finita de la vida de Dios, consume su vitalidad en su ir viviendo. Por ello, después de un día de trabajo está cansada o con hambre. Es necesario suplir lo que se ha consumido, muerto. Esta falta de comida, descanso, vestido... es la necesidad...Pero la negatividad ( el no tener para comer: el hambre) de la necesidad es el punto de partida y el «criterio» absoluto del juicio final: «Tuve hambre». Es evidente que dicha hambre no sólo es física, sino histórica.
La «satisfacción» como acto de comer y como goce y alegría es negación de la negación (quitar el hambre que es falta de) y positiva afirmación del reino de Dios. Nos dice la Praxis de los Apóstoles: «comían juntos...». Por ello, la vida de la comunidad realizada, justa, final, es una fiesta
Preguntas:
¿Qué es praxis?
¿Qué es ser persona?
¿En qué consiste la experiencia del cara a cara?
¿Quién es el prójimo?
¿ Qué es una comunidad?
¿QUÉ ES LA MALDAD, EL MAL?
"...el origen del malo del pecado es un negar al otro, a la otra persona, al otro término de la relación..."
«Caín atacó a su hermano Abel y lo mató... La sangre de tu hermano me está gritando desde la tierra» (Gén 4,8-10). Matar, robar, humillar, deshonrar, violar... al otro, a Abel, es destruir el otro término de la relación cara a cara...La praxis de dominación es el mal, el pecado...como instrumento, como medio: se le mata, porque es su enemigo; se le roba, como instrumento de riqueza; se la viola, como instrumento de placer, etc. De tal manera que el otro, de persona que era, ahora es cosa, medio al servicio del dominador.(Ibidem pp 27).
"...el pecador, el malhechor es el que «devora a mi pueblo como pan"...Este acto por el que uno mismo se afirma como el fin de otras personas -como el dueño de una fábrica que cree tener derecho a la ganancia, aunque esta ganancia sea el hambre de sus obreros (véase 12.10)- es la idolatría. Los profetas lucharon contra la idolatría de los cananeos y aun de los israelitas. En el «mito adámico» la tentación se concreta en «querer ser dioses», ser el absoluto, no estar más en la relación persona a persona y al servicio del otro...
"No creamos que esto es una realidad del pasado. Ya veremos más adelante, por ejemplo, que cuando el dueño del capital se olvida que todo el valor de su capital es trabajo ajeno objetivado (12.9), olvida el otro término de la relación que dio origen a su riqueza: el otro como trabajador asalariado. En este caso, al olvidar al otro y al robarle su trabajo, su vida, absolutiza, fetichiza, constituye al capital como un ídolo al que sacrifica la vida de su prójimo. Esos «dioses» modernos son producto de la lógica del pecado, de la dominación del hombre sobre otro hombre, constituido como mediación para «su» propia riqueza". (Ibidem pp 28).
"...si una persona (o grupo de personas) domina estable o históricamente a otra persona ( o grupo de personas) (como los encomenderos a los indios, el propietario del capital a los asalariados, el varón a la mujer en el machismo, etc. ), podemos decir que esa praxis de dominación, falta o pecado, es institucional, social: es un tipo de relación social objetiva, real, en los grupos históricos." (Ibidem pp 30).
"Cuando la subjetividad individual de la persona accede a la libertad efectiva (psicológicamente, en la adolescencia), se encuentra ya siendo un burgués o un proletario, un campesino o un pequeño burgués, una mujer o un varón, etc. «Ya» es así. Sobre ese fundamento podrá construir su vida; pero, inevitablemente, «desde» la originaria constitución recibida, heredada.
"... las palabras «moral», «moralidad», etc. -de origen latino-, indicarán en este trabajo el sistema práctico -del orden vigente, establecido, en el poder".
Por «ético», «eticidad», etc. -de origen griego-, se significará el orden futuro de liberación, las exigencias de justicia con respecto al pobre, al oprimido, y su proyecto de salvación
"...comunitario» o «comunidad» indicarán el cara a cara de personas en la relación de justicia "
LA BONDAD «COMUNITARIA» (Ibidem pp 52)
La «pequeña comunidad» "...indican el ámbito institucional donde la «relación» persona-persona, como cara a cara en el amor, ha sido reconstituida...De esta manera el bien no es sólo la buena voluntad de una persona, ni siquiera el acto aislado y personal de alguien bondadoso, no. Ahora es también una «comunidad» que tiene consistencia real, empírica, sociológica..."(Ibidem pp 52).
En la comunidad, los justos comparten el pan. Lo producen, lo reparten, lo distribuyen, no hay necesitados...Dar de comer al hambriento, el comer mismo del hambriento en la historia, es un acto «espiritual» -no es meramente «material»-, porque es un acto de servicio, de diaconía, de amor, de riesgo contra el sistema. «Dichosos los perseguidos por luchar por la justicia..., porque lo mismo persiguieron a los profetas que les han precedido» (Mt 5,10-12).
¿En qué consiste lo «ético»? Es la praxis -como acción y relación (véase 1.2)- hacia el otro como otro, como persona, como santo, absoluto. Lo ético no se rige por las normas morales, por lo que el sistema vigente indica como bueno.
.. se rige por lo que el pobre reclama, por las necesidades del oprimido, por la lucha contra la dominación, las estructuras, las relaciones establecidas por el «príncipe de este mundo». Lo ético es así trascendental a lo moral. Las morales son relativas: hay moralidad azteca, hispánica, capitalista, comunista. Cada una justifica la praxis de dominación como buena. La ética es una; es absoluta: vale en toda situación y para todas las épocas..." (Ibidem pp.62)
EL POBRE, «SUJETO» DEL REINO
El pobre como sujeto de la pobreza es víctima del mal, del pecado. Su pobreza es muerte y fruto de la dominación y la rapiña del rico. Pero, en tanto el pobre cobra conciencia, escucha la voz del Otro, del otro pobre en el seno del pueblo y se transforma en el sujeto del Reino, el constructor privilegiado, el protagonista principal. El pobre, como dominado en el orden <> de este mundo, acepta frecuentemente con pasividad la estructura de dominación. En cuanto dominado-pasivo es parte de la «multitud» (en griego, ojlós; en hebreo, rabím); los «muchos», masa, que han introyectado las normas de la carne (Ibidem pp 62)
ETICIDAD DE LA PRAXIS DE LIBERACIÓN
Si hay entonces una «moralidad» de la praxis del sistema vigente, hay también una «eticidad» de la praxis de liberación. El acto es «moralmente» bueno en el sistema dominador cuando cumple las normas vigentes. El acto será «éticamente» bueno en situaciones de mayor dificultad, y, principalmente, ante la conciencia ética del mismo sujeto liberador . Muchas veces los héroes y los grandes críticos de la dominación «echan por la borda» la ética porque descubren la inhumanidad de la «moral» vigente. Es necesario restituir legitimidad y honra a los héroes y los mártires, ya la ética. Ibidem pp 67).
POBREZA CULTURAL
El pobre no sólo sufre en su carnalidad, en su sensibilidad, la falta de bienes materiales de consumo. Sufre también la falta de otros bienes. La vida se afirma por medio de órganos naturales, tales como los ojos, las manos, los miembros, que permiten moverse en el espacio. «Órganos naturales» de los seres vivos para cumplir con las funciones vitales: ver, manipular, transportarse... El hombre, sin embargo, ha sabido prolongar sus órganos naturales por medio de órganos artificiales, históricos, culturales. Son objetos producidos con los que se cumplen acciones que son prolongación de las acciones naturales. En el comer, el cuchillo prolonga los dientes, el tenedor las manos; el martillo golpea más que los puños... Instrumentos culturales prolongación de la propia corporalidad, carnalidad.
El pobre no sólo no tiene pan, casa, vestido -bienes de consumo--. Se le han arrebatado igualmente sus bienes productivos, los instrumentos para reproducir su vida. No tiene tierra ni trabajo propio, ni medios de producción. Sólo tiene su «piel» sufriente y su trabajo como una mercancía que puede vender. Por ello hoy podríamos decir no sólo «Tuve hambre...», sino «No tuve trabajo y no me ayudaste; no tuve tierra y me explotaste; no tuve instrumentos...»
La cultura como totalidad instrumental, la tecnología como prolongación de la corporalidad, cuando falta al hombre es igualmente causa de dolor, sufrimiento, desigualdad. La totalidad de la cultura es la «carne», y el pobre sufre su carencia. (Ibidem pp 78).
DISTINCIONES NECESARIAS
Como en los otros temas, deseamos desde el inicio volver sobre algunas distinciones que ya hemos indicado antes. «Ilegal» significa algo que se opone a la ley. Sería ilegal una acción que se opone a la ley que es promulgada en vista de realizar concretamente la «moralidad», las normas morales, las instituciones «sociales» vigentes.
Por el contrario, es «legal» todo aquello que cumple con la ley vigente, que tiene de su lado el poder y la coacción de las instituciones «legales» (gobierno, ejército, policía, etc.). De esta manera, el héroe (véanse 7.6 y 9.3), al no cumplir las leyes vigentes (Washington se oponía a las leyes inglesas; San Martín, Bolívar o Hidalgo, a las hispánicas; el comandante Borge, a las somocistas; Jesús mismo se opuso a las leyes o mandatos herodianos, romanos o del templo), es un «ilegal».
Su «ilegalidad» es un signo de su bondad, de su santidad, ya que no cumple las leyes opresivas, injustas, antihumanas. Al servir al pobre, el cristiano frecuentemente se opone a la legalidad dominante.
Lo que importa no es la «ley» (el sábado), sino el «hombre» (el pobre como persona). Pero, es necesario no olvidarlo, el ilegal para la legalidad vigente del orden dominador es legal en vista de la ley de los pobres, del pueblo en camino de liberarse. Hidalgo fue declarado hereje por la Facultad de teología y excomulgado por los obispos mexicanos. Su praxis, sin embargo, era legal, bondadosa, adecuada, en vista de una legalidad futura de la nueva patria, la «tierra prometida» (no ya el México como colonia de España, sino como nación emancipada) (Ibidem pp 82).
PRINCIPIOS DERIVADOS DEL PRINCIPIO ÉTICO-COMUNITARIA
El principio absoluto es el respeto a la dignidad o la santidad de la persona humana en todo lugar y tiempo. En concreto, 1a persona del «rico» no puede ser respetada «como rico»; mientras que es la persona del pobre, «como pobre» o dominado, la que exige respeto y praxis de justicia.
Teniendo un salario ( el precio de su capacidad expresado en dinero, el pobre tiene derecho a la vida por medio de la posesión y consumo de los bienes básicos necesarios: comida, vestido, casa, salud... (Mt 25,42-43). Para él, para su familia, para sus hijos. Si la sociedad no puede otorgarle a través del dinero logrado en su salario esos bienes, se trata de una sociedad injusta, dominadora; ha atrapado al trabajador en una estructura de pecado
Pero, además de los bienes básicos necesarios, son igualmente necesarios, como derechos inalienables del pobre (como persona humana digna), los bienes culturales: ciencia, arte, información, objetos culturales mínimos. y todo esto como bienes humanos.." (Ibidem pp 87).
Leemos en el periódico de todos los días noticias sobre el trabajo, las empresas, movimientos populares, organizaciones indígenas.
Leemos en la Sagrada Escritura:
Amarás a tu prójimo como a ti mismo...(Ibidem pp 91).
RELACIONES «SOCIALES» DE DOMINACIÓN.
Cuando un zapatero cambia sus zapatos por el pan del panadero, se establece una relación entre personas: el intercambio es praxis (véase 1.2), pero la producción del zapato o del pan es poiesis (véanse 1.2 y 11.2). Dichas relaciones no son siempre sociales de dominación; pueden ser comunitarias.
Llamamos relaciones sociales de dominación entre los productores cuando dos personas en el proceso de producción no están en estado de igualdad, de justicia y bondad, sino que una domina a la otra. La relación entre los productores o en el proceso de producción es de desigualdad, de pecado, de dominación
Las relaciones morales sociales son las reales e infraestructurales, relaciones prácticas entre los productores mismos, dentro de los modos de producción históricos. Allí se juega el destino de la moral (y de la ética) (Ibidem. pp 92)
RELACIONES «COMUNITARIAS»
Denominamos relaciones comunitarias entre los productores, o entre los miembros de un proceso de producción, al hecho de que dos o más personas se relacionen prácticamente en la justicia, la igualdad, sin dominación, como una asociació", de hombres libres...(Ibidem pp 93)
La ética no es primera ...Antes que eso, y como condición real de su posibilidad, es la vida real de la comunidad...En dicha comunidad, de hecho y realmente, en las relaciones comunitarias efectivas, los pobres eran felices, eran satisfechos, se los trataba como personas. Desde dicha vivencia concreta se enunciaban las normas y exigencias éticas. (Subrayado nuestro).
¿QUÉ ES «CLASE»? (Ibidem pp 93)
La «clase» es un grupo estable de personas que, dentro de la totalidad práctico-productiva de la sociedad, cumplen una función estructural determinada por el proceso productivo.
Las clases son, entonces, relaciones sociales de dominación inmanentes a las totalidades práctico-productivas, a un sistema tributario o capitalista, socialista real u otros. Cada tipo de relación social determina distintas clases sociales en cada sistema.
¿QUÉ ES EL «PUEBLO»? (Ibidem pp 94)
La «clase» no es el «pueblo». «Pueblo» es una categoría que debe constituirse clara y precisamente si la distinguimos de palabras con otra significación. La «cuestión popular» debe todavía debatirse en el futuro. «Pueblo» es una categoría más concreta, sintética, que la categoría «clase», más abstracta, analítica. Pueblo puede tener significados equívocos.
Pueblo es así el «bloque comunitario» de los oprimidos de una nación. Está constituido el pueblo por las clases dominadas (clase obrero-industrial, campesina, etcétera), pero además por grupos humanos que no son clase dominadora o cumplen prácticas de clase esporádicamente (marginales, etnias, tribus, etcétera). Todo este «bloque»--en el sentido de Gramsci- es el pueblo como «sujeto» histórico de la formación social, del país o nación. (Ibidem pp 95).
PRAXIS DEL PUEBLO «COMO OPRIMIDO»
"El pueblo, en tanto oprimido, es el bloque social de un país. Son todas aquellas personas que con su trabajo, con su vida, permiten vivir a los «ricos» -en sentido bíblico, como..."
La praxis de un pueblo como oprimido es una praxis imitativa, que reproduce el sistema de dominación, que permite la hegemonía de los dominadores, que consiente (consensus) con la estructura que lo inmola. En cuanto oprimido, la praxis popular es negativa, alienada, imitativa, consumista. Como multitud indiferenciada de una masa pasiva, el pueblo debe ser organizado políticamente en sujeto del reino de Dios, sujetos de un nuevo orden político.
La cultura popular, su lengua, su canto, sus costumbres. Su amistad solidaria, su comunicación y convivencia cotidianas. El pueblo sabe establecer las relaciones comunitarias (1.9); es el pobre cuando cree en el pobre, cuando ayuda al pobre, cuando ama a su hermano en desgracia. Todos estos aspectos exteriores al sistema de dominación constituyen la positividad del pueblo y la afirmación desde donde se origina la liberación (10.6). (Ibidem pp 96-97).
LA PRAXIS DE LIBERACIÓN DEL PUEBLO
La teología de la liberación supone un tipo de praxis sin la cual no podría existir, ya que es reflexión...
Praxis de liberación del pueblo hay cuando éste se pone en marcha, se pone de pie, comienza el proceso contra las estructuras del pecado (2.5-2.6). Es lucha contra la obra satánica de dominación, de injusticia, de pecado (2.10). Lucha de liberación contra el pecado, contra la dominación, contra la injusticia y el robo económico, el autoritarismo político, la alienación ideológica, el machismo tradicional, etc. Cuando el pueblo comienza esta lucha, su praxis, sus acciones y relaciones se liberan de las antiguas ataduras institucionales; puede ser la revolución (16.7), o su preparación, o sus consecuencias (Ibidem pp 99).
ÉTICA DEL TRABAJO (Ibidem pp 127)
Una teología del trabajo es el punto de partida carnal o material de una ética comunitaria. Sin ella todo es abstracto e irreal. Por aquí debe comenzar toda reflexión concreta.
NECESIDAD, VIDA
Porque la vida es actividad, el hombre, que es un ser viviente, consume energía. Por ello necesita recuperar energía, vida; satisfacer sus necesidades.
La necesidad es una falta de aquello necesario para la vida: hambre, frío, enfermedad, falta de vivienda... Necesitar algo es abrirse al mundo deseando los satisfactores. Llamamos a esta apertura necesitante: prágmasis (en griego: el necesitar usar algo). y por ello aquello que necesito es lo útil (prágmata en griego).
El círculo que se establece entre la necesidad (prágmasis) y lo útil (prágmata) lo llamaremos el «círculo pragmático». Las cosas son objeto de uso, permiten la reproducción de la vida de manera inmediata si están a la mano, si se logran sin trabajo, sin producción.
Sólo en el caso de que el objeto útil no estuviera al alcance de la necesidad (fuera entonces del «círculo pragmático» ), sería necesario obtenerlo, extraerlo, producirlo. En ese caso la apertura al mundo no es sólo necesitante, sino igualmente productiva (en griego, poiesis), y la cosa no sólo sería útil, sino producto de un trabajo (poiémata). Sólo en este caso aparece el trabajo como la actividad encaminada a producir el objeto inexistente o extraerlo u obtenerlo para que esté a la mano. El trabajo es así la actividad humana encaminada a poner en la existencia el objeto útil, antes inexistente o no a la mano. El «círculo productivo» es algo más que el pragmático, porque el hombre es el que pone la existencia del objeto o producto del trabajo. (Ibidem pp128).
EL PRODUCTO: VIDA OBJETIVADA (Ibidem pp 128)
El mero objeto de necesidad no-producido por la persona es útil, pero no tiene ningún valor. Valor tiene un objeto cuando es producto del trabajo humano. Aristóteles (Pol. I, 3, 1257a) llamó a este valor del objeto «valor de uso»: es la cualidad de un producto del trabajo (un zapato) que sirve «como zapato».
Para producir un objeto el hombre trabaja. Su trabajo se hace objeto. Trabajando la materia, transformándola (cambiándole de forma), la mera naturaleza se hace objeto de cultura. Ahora el objeto es humano: es trabajo humano objetivado. Llamamos «productualidad» (no productividad) del objeto al hecho de que el objeto es producto del trabajo, al producto como producto, al producto como trabajo objetivado.
Pero hablar de que el trabajo se ha hecho real en el objeto o se ha objetivado es lo mismo que decir que la vida del trabajador (y la vida tiene sagrada dignidad porque es humana, es de una persona) (1.3) se ha objetivado. El valor de uso del objeto producido es, nada menos, vida humana objetivada. Es «sangre», es vida, es circulación de vida humana del sujeto del trabajo al objeto trabajado: es sangre coagulada el valor del objeto producido. (Negritas nuestras).(Ibidem pp 129).
De esta manera la vida objetivada del sujeto del trabajo, del trabajador, puede ser intercambiada por otro objeto en el cual el otro trabajador ha objetivado la suya. El zapatero objetivó cinco horas de su vida en hacer un par de zapatos, y lo in- . tercambia por el trigo (alimento) que en cinco horas de su vida produjo el campesino. En ese cambio dicho intercambio es justo: tanta vida dio uno como recibió el otro. El zapato y el trigo tienen valor de uso (uno como zapato y el otro como alimento), pero no para el productor (que no lo usa, sino lo intercambia), sino para el otro término de la relación: el zapatero usará el trigo (se lo comerá) y el campesino usará el zapato (protegerá sus pies en su trabajo del campo). Es una relación práctica:
La justicia se ocupa, exactamente, de este tipo de relaciones prácticas ( entre personas) a través del producto de sus trabajos: relaciones práctico-productivas o económicas. En último término, relación de intercambio de vida humana, circulación de sangre (Mc 14,24), circulación de valor. (Ibidem pp 130).
La naturaleza, como mera naturaleza, no tiene valor. Es sólo potencia, materia de trabajo posible. En cuanto tal no vale. La tierra nada vale (como no vale la superficie de Saturno). Sólo vale cuando el trabajo humano la hace objeto, materia, de su trabajo. La tierra no vale; vale la agricultura, o el trabajo, o la vida humana objetivada en esa tierra. Es el trabajo subjetivo (como indica Juan Pablo II en LE 6) el que da valor al objeto. El «valor» es tan sagrado como la misma vida humana. Por ello robar a alguien el valor de su producto es matarlo (Eclo 34,22).
CAPACIDAD DE TRABAJO Y SALARIO (Ibidem pp 134)
El salario no es sino el precio del valor usado de la capacidad de trabajo del trabajador. Precio es la expresión en dinero del valor de algo. El dinero (11.8) es un producto (o conjunto de productos) cuyo valor (o conjunto de valores) mide a los otros valores. Cuando se expresaba el precio, por ejemplo, en «pesos oro», significaba que el precio del trigo era su valor expresado en oro (la vida humana objetivada en la producción del trigo era igual a la vida humana objetivada en la obtención del oro: ésta medía a aquélla).
El dinero fija entonces el valor de la «capacidad de trabajo del trabajador» (LE 12) (no de su trabajo, que no tiene valor porque es la «fuente creadora de todo valor»). ¿Qué es la «capacidad» de trabajo? Capacidad entendida en el sentido de potentia, para Tomás de Aquino, o dýnamei, para Aristóteles.
El hecho de que un trabajador «pueda» trabajar tiene como condiciones que haya comido, descansado, que tenga buena salud, fuerza, esté vestido, con casa, educación; que tenga esposa e hijos (que son los futuros trabajadores), y que ellos coman y se eduquen, etc. Todo esto es «condición de posibilidad» ( capacidad, potencia, fuerza) para que pueda trabajar realmente. (Ibidem pp 135).
Es decir, en realidad, el salario no paga al sujeto de trabajo (la persona humana, creada por Dios y procreada por los padres, el género humano) que es digno (y «gratis», porque no tiene valor), sino sólo paga su capacidad o potencia de trabajar .El valor de esa capacidad sí pasa al producto como parte del «valor del producto», pero el «valor del producto íntegro» incluye igualmente nuevo valor creado por el sujeto de trabajo, ya que el hombre no sólo reproduce los bienes necesarios para su subsistencia, sino que crea «de la nada» nuevo valor, desde su subjetividad creadora, y por ello hay progreso en la historia y desarrollo de la humanidad. El «valor del producto» es igual a la vida objetivada del trabajador en el producto, propiedad suya, ya que es obra suya: fruto de su trabajo. (Ibidem pp135).
COMUNIDAD ÉTICO-PRODUCTIVA (Ibidem pp 135)
El «ciclo de la vida» (4.8), en la justicia y según la naturaleza humana, es aquel donde la persona como ser vivo consume energía; por ello sufre necesidad, por ello trabaja, por ello se satisface con el producto de su trabajo: consume. Al consumir recupera la vida objetivada con creces (porque, en realidad, ha creado nuevo valor).
Sin el pecado, sin dominación ni robo, las personas podrían constituir «comunidades vivas», como la comunidad de Jerusalén, como las comunidades de monjes cenobitas, que tenían todo «en común» (tanto orientales como latinas o benedictinas, con su consigna: «Ora y trabaja»); como las «reducciones» jesuíticas, franciscanas y otras en la América colonial hispano-lusitana. «Comunidades» de vida, de producción, de consumo. Utopías en la historia, «asociación de hombres libres» en donde el producto es originariamente comunitario.
En una tal comunidad de producción, el trabajador debería tener plena conciencia y responsabilidad en el proceso productivo, en la planificación y en todas las decisiones, y así se podría realmente «hablar de socialización»
EL «POBRE» HOY (Ibidem pp139)
El pobre del que ahora hablamos es el pobre en la mayoría de las naciones del mundo, sobre todo del mundo periférico. Pero, todavía en general, esencialmente, en su sentido más profundo.
Pobre (pauper), como anterioridad, como exterioridad, es el que procede de una comunidad disuelta. Como un zapoteco de Oaxaca que debe venir al Distrito Federal en México a pedir trabajo. El mismo sistema dominante ha destruido su modo de vida anterior; lo ha expulsado de donde estaba seguro, con riqueza honesta, con su familia, parientes, nación, historia, cultura, religión. Pauper ante festurn (el miserable antes de la fiesta idolátrica que ha de englutirlo antropofágicamente).
Pobre, ahora positivamente, es la carnalidad misma del miserable que pide trabajo al que tiene dinero, al capitalista (en abstracto: al capital), siendo él mismo un sujeto, el sujeto creador de la riqueza, de todo valor posible. Ese pobre ahí, «ecce horno!», suplicante por trabajo, por salario, que en su hambre es Cristo mismo, es, sin embargo, el origen fundamental de todo el sistema actual dominante. En la exterioridad del «tirado y robado junto al camino)) del samaritano, no hay ningún samaritano que lo auxilie.
EL PECADO COMO RELACIÓN SOCIAL DE DOMINACIÓN
"...la praxis es una relación, que la praxis de dominación o el pecado es una «relación social» "...que es la ruptura de una «relación comunitaria» ...Deseamos hablar en este parágrafo del pecado institucional fundamental de nuestra época, en su nivel abstracto, muy general, en su esencia última.
«Cara a cara», persona a persona, está el «pobre» y el que tiene dinero para pagar su trabajo (el «rico», como categoría bíblica)....Uno es el miserable que suplica para comer, vestirse, tener casa, salud...El otro es el que tiene dinero (¿de dónde, gracias a qué medios?) y que desea aumentar su dinero gracias al pobre. (Ibidem pp 140).
Es así una «relación» entre dos: Yo te doy dinero (D) y tú me das tu trabajo, que, comprado como mercancía, ahora es propiedad del que tenía dinero...es una relación de dominación, de injusticia; es un pecado invisible, inadvertido. y esto porque el que tiene dinero usa la «fuente creadora de valor», pero sólo paga su «capacidad de trabajo». Es como si comprara el uso de una máquina o un auto pagando sólo el «servicio» (arreglos, piezas de recambio, electricidad o gasolina, etc.), pero no hubiera pagado o comprado la máquina o el auto mismo Recibo gratis al «sujeto creador» y pago lo necesario para que «no muera» -para que «pueda seguir trabajando»
EL «POBRE» COMO «ASALARIADO»
Es un sentido bíblico, «pobre» es el dominado, el asesinado por el pecado; económicamente, «pobre» es el miserable, el tirado en el camino, el fuera del sistema, en la exterioridad. Bíblicamente, «pobre» es el explotado, el Job cuyo sufrimiento es producto de la praxis de dominación, satánica, del pecador..."
De su comunidad originaria, de su seguridad anterior, el pobre fue lanzado al mercado del trabajo. En el «mundo de las mercancías»... «el trabajo se entendía y se trataba como una especie de mercancía»), el pobre, en su desnudez absoluta y pobreza radical, vende su «pellejo» como cosa...(Negritas nuestras)
Ahora es un «individuo» aislado, solitario, sin comunidad, en la sociedad dominadora (3.2), donde su «sociabilidad» la alcanza sólo en cuanto trabaja en el taller y en el mercado se vende y se compra. Tanto en el taller como en el mercado es el aislacionismo individual. (Negritas nuestras).
LA MÁS-VIDA ACUMULADA
"...el trabajador objetiva su vida en el producto; el salario por ser dinero contiene valor, es decir, vida; pero el valor o la vida objetivada en el producto es mayor a la que recibe en el salario; de lo contrario, ¿de dónde sale la ganancia, de D en D' ). (Ibidem pp 143)
El secreto del gran ídolo del capital se encuentra en que la ganancia lograda en el intercambio, en la circulación, se funda en la «más-vida» que logra en el proceso productivo, al pagar menos salario (x vida) que el valor producido por el trabajador en el producto. ...Como el «capital ha nacido del trabajo y lleva consigo las señales del trabajo humano», todo él está constituido por vida acumulada del trabajador. El trabajador ha sido previamente desposeído del fruto de su trabajo, y día tras día, por efecto del pecado estructural de nuestra época, va siendo despojado de «más-vida»
LA IDOLATRÍA CONSUMADA
Siendo el capital una relación social de dominación en su origen y esencia, la consumación plena de su moralidad, de su justificación, es olvidar, negar el otro término de la relación. El «absolutizarse», «totalizarse», pretenderse único, solo, desde sí, sin deber nada a nadie, es el carácter idolátrico del capital.
El pecado de Adán, el del Génesis, consistió en querer ser como Dios. El capital, igualmente, niega su origen (el trabajo del trabajador) y pretende que su acrecentamiento, su crecimiento, su ganancia sale desde sí (y no por extracción de «más vida» del trabajador).
"todo el capital es trabajo objetivado» y, por lo tanto, sólo trabajo".
Una vez absolutizado, idolatrizado o fetichizado el capital, se le inmola el mismo trabajador, ya que se le extrae vida (al no pagársele en el salario toda la vida que objetiva en el valor del producto) y es ofrecida al dios: Mammón o Moloch, a quienes se les inmolaban hombres vivos..." (Ibidem pp 147).
LIBERACIÓN DEL PECADO HOY (NIVEL ESENCIAL)
Dos posiciones contrarias son erradas. La de aquellos que piensan que el pecado es un hecho exclusivamente religioso, que se juega sólo en una relación directa con Dios (2.2): abstractismo, monofisismo -posición a la que la Instrucción sobre la teología de la liberación de agosto de 1984 tiende-. En este caso se excluye que haya pecado en niveles profano, secular, económico, político. Los que piensan, y es la posición contraria, que hay sólo pecado en estos niveles concretos. Ni lo uno ni lo otro. (Ibidem pp 156).
El pecado, por ser dominación de una persona sobre otra se efectúa en la praxis: como acción de dominación y como relación social de alienación del otro. En concreto (y esta distinción no la tiene en cuenta la Instrucción) es una dominación económica, política, sexual, ideológica... (Negritas nuestras).
En este nivel abstracto, fundamental o esencial, la liberación del tercer mundo dependiente significa superar esta «relación social» alienante, pecaminosa, Liberación es hoy, histórica, concreta y esencialmente, la disolución y salida (gigantesco éxodo) de esta «relación social» de dominación donde el «pobre» es asesinado.
Conclusiones (Una parte de las conclusiones de E. Dussel)
La teología o ética de la liberación interpreta la realidad sub pauperum lumine (desde el pobre). Estas conclusiones pueden parecer muy duras, muy unilaterales, muy apocalípticas. Creemos que son conclusiones éticas, evangélicas, realistas. Jesús, como teólogo hebreo que era -aunque algunos lo nieguen-, sacaba las conclusiones de sus premisas y no retrocedía ante dichas conclusiones, aunque en ello le fuera la vida. No sin causa «este hombre tiene que padecer mucho, tiene que ser rechazado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado...». Nuestra ética no puede ser una moral reformista. No quiere decir que pueda ser practicable en este nivel de abstracción ( abstracto o esencial no es irreal, pero no puede ser practicado sin mediaciones más concretas). Todas las tácticas son posibles dentro de las exigencias éticas, pero no pueden conculcarse los principios éticos por tácticas moralizantes, contemporalizantes ante el sistema vigente. Es necesario distinguir entre las exigencias tácticas del ejercicio de la profecía o crítica ética y la traición reformista del que en nombre del Reino acepta los supuestos del sistema de dominación. (Negritas nuestras). (Ibidem pp 148).
Pueden leer el texto completo del libro Ética Comunitaria en internet, página: enriquedussel.com libros en pdf.