Renovación, una necesidad objetiva

Los seguidores del chavismo sobre el socialismo: "Esto se refiere a problemas tan importantes como son la propiedad social, las relaciones entre las clases, la cantidad del trabajo y la del consumo, la producción cooperativa, los métodos de gestión económica, la democracia y el autogobierno, la lucha contra el burocratismo, la esencia revolucionaria y transformadora de la ideología socialista, los principios de la enseñanza y la educación, las garantías del pueblo".

Apareció una serie de factores que debilitan los instrumentos económicos de poder, formándose un singular mecanismo que bloquean socioecómico y las transformaciones progresistas que permiten revelar y aprovechar las ventajas del socialismo. Las causas de ese bloqueo están en las deficiencias en el funcionamiento de las instituciones de la democracia socialista en los planteamientos político y teórico, que a menudo están divorciados de la realidad, así como en el conservador mecanismo de gestión.

Se debilitó la atención hacia el desarrollo de la industria. Los trabajos de investigación y de diseño quedaron rezagados respecto a las necesidades de la economía, no responden a las tareas de su reconstrucción técnicas. Las compras de equipos de muchos otros artículos en el mercado capitalista son excesivas y no siempre justificadas.

La lucha contra los ingresos ilícitos se sostiene de manera indecisa. Es incoherente la política de incentivación moral y material del trabajo altamente productivo. Sin justificación alguna se pagaba grandes por concepto de primas y gratificaciones complementarias, falseaba los datos para lucrarse. Se avivaron los ánimos parasitarios, en la conciencia de la dirigente comenzó a arraigarse la psicología del "igualitarismo", lo que iba en detrimento de los trabajadores que podían y querían laborar mejor, facilitando la vida a quienes se habituaron a trabajar con desgana.

Los elementos de corrosión social que surgieron estos últimos años han afectado el clima moral del pueblo, empezaron a derrubiar subrepticiamente los altos valores morales que siempre han sido inherentes al pueblo y de los que no enorgullecemos; el convencimiento ideológico, el entusiasmo laboral y el patriotismo bolivariano.

El menosprecio a la ley, el engaño, la corrupción, la delincuencia, el estímulo del servilismo y la adulación tienen un efecto funesto en el clima moral de la sociedad. Con frecuencia la verdadera preocupación por la dirigencia, por sus condiciones de vida y trabajo y por el bienestar social se suplanta con flirteos políticos. Se crea el ambiente de impunidad y se disminuían las exigencias, la disciplina y la responsabilidad. Aumenta el abismo entre el mundo de la realidad cotidiana y el del pomposo bienestar.

Tampoco se puede silenciar la justa indignación del pueblo ante la conducta de aquellos dirigentes que abusan de sus poderes, ahogan la crítica y obtienen beneficios ilícitos. Algunos de ellos se convirtieron en cómplices, e incluso en organizadores de crímenes.

—Hoy es preciso volver a manifestar cómo entendemos la renovación. Tal viraje radical es imprescindible, porque no tenemos otro camino, no podemos retroceder ni tenemos hacia donde retroceder.

¡La Lucha sigue!



Esta nota ha sido leída aproximadamente 983 veces.



Manuel Taibo


Visite el perfil de Manuel Taibo para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes: