Crítica ácida

Maracargentinazo 2021 futbol vacuna a un covidiota

Un vocero de Greenpeace identificado como Rómulo Batista, reveló que la deforestación en la selva amazónica de Brasil en los últimos meses afectó incluso espacios territoriales de pueblos indígenas. Más de 3 mil 609 kilómetros cuadrados de selva amazónica destruidos en el primer trimestre de 2021, superficie tres veces más grande que Nueva York, y lo reveló el canal Deutsche Welle, "La Voz de Alemania", no un diario de izquierda y menos de nuestra Venezuela socialista bolivariana antiimperialista y soberana siglo XXI con orgullo inmarcesible.

El imbecilócrata electo por la derecha brasilera resguardándose de parecerse a Venezuela, no se cansa de abrir la boca y meter la patita, peleándose con periodistas, gente que lo adversa y grita en su contra, descalificando habitantes indígenas, y los depauperados que pululan en favelas o ranchos, que estaban siendo rescatados en los gobiernos de izquierda presididos por Luis Inacio Lula Da Silva y Dilma Rouseff, a quienes con maniobras del capital internacional pretenden impedirles ser candidatos presidenciales y por ello mancillan la ley a su antojo.

Venezuela no cae en esas artimañas de elegir monigotes parecidos a Jair Bolsonaro, por algo salió derrotado el que bautizamos "ah muchacho p´a bobo", aquel que estuvo en contra de reconocerle constitucionalmente derechos a los descendientes de etnias indígenas en nuestra nación, y opinó en campaña electorera y fuera de ella en forma similar al desprestigiado Bolsonaro, que descuida el pulmón vegetal del planeta, récord en junio 2021, tala a 106 mil 200 hectáreas bosque, la peor reportada en Brasil según la agencia de noticias británica Reuters.

Expertos del medio ambiente aseguran que este nuevo récord de destrucción se debe a la no existencia de control y medidas del presidente Bolsonaro, incapaz de castigar a las empresas del ramo maderero que se lucran explotando la Amazonia. En medio de este desbarajuste llegó el futbol y Argentina ganó a Brasil la Copa América, juego final en el Maracaná de Rio de Janeiro parte de la permisología de un imbecilócrata que pensó titularse campeón, para salvarse del desprestigio de 84 % de rechazo que le acompaña, por su indolencia al atender la salud pública.

El marargentinazo, un segundo maracanazo en la historia del futebol brasilero, culminó cinco horas antes que Francisco, el actual PAPA por cierto de origen argentino, expresara el Domingo 11 de junio 2021 que no puede ser desechada la atención gratuita a la población mundial, aterrorizada por la pandemia, porque sea más fácil negociar esa responsabilidad dando las vacunas a empresas privadas. Tiempo de inquirir a la inmensa mayoría católica de Brasil, si favorecerán electoralmente, candidatos Bolsonaros "honestos y decentes", inundados de avaricia y capitalismo brutal en "democracia representativa".

Los insultos de un endemoniado politiquero al pueblo brasileño que es uno de los más católicos del mundo, reciben a manera de advertencia a quienes gobiernen en forma similar a Bolsonaro, el castigo a su prepotencia y el reconvenimiento divino, por intentar burlarse de la fe ejecutando un absurdo proceder con el cual no ha podido en la historia, ningún ocupante ocasional del poder político. Perder la perspectiva es perderse, la pandemia calamidad natural, lo demuestra de manera indubitable.



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Luis Sánchez Ibarra


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