Reforma constitucional, partido unido, etc

¡Felices Años!

El diciembre de la gozosa tradición cristiana y la gran fiesta del condumio criollo, aumentó en esta ocasión su signo de alegría con la clamorosa victoria popular del primer domingo del mes. Tres razones en una para que Venezuela, su inmensa mayoría, convirtiera en santísima trinidad de júbilo la fase terminal del 2006. Concurrencia impresionante: la Natividad de Jesús, símbolo del cristianismo originario, nacido entre humildes para servir a los humildes y fustigar a los egoístas y saciados, y el pueblo en doble presencia, luciendo sobre el traje de los festejos pascuales los distintivos y las botas del combate triunfal recién librado.

Dentro de ese ambiente la voz del líder emerge para evitar la embriaguez y retomar a paso redoblado los rumbos de la liberación nacional y social; para desnudar errores, establecer correctivos, remarcar la línea general, reorganizar el equipo de gobierno y ratificar con reclamo de urgencia las metas inmediatas, el carácter de cuya trascendencia es evidente: la formación del partido unido revolucionario, la reforma de la Constitución, la discusión en profundidad de los rasgos esenciales del socialismo en marcha y perspectiva y la transformación del aparato estatal, todo ello en medio del despliegue y aceleración de los planes y programas en desarrollo. La velocidad del presidente, su capacidad de mirada panorámica y acción concentrada en el objetivo, cualidades forjadoras de las victorias ganadas con el pueblo, exigen de sus colaboradores esfuerzo máximo y dedicación exclusiva, así como eficiencia, rechazo de la burocracia y probidad sin fisuras. Contra las perversiones enquistadas en el Estado el presidente ha desenvainado las espadas y llamado a la lucha colectiva.

Todas y cada una de estas exigencias son indispensables para configurar las expresiones históricamente viables de socialismo en nuestra patria. El partido unido proporcionará la coherencia, organicidad, direccionalidad y eficacia que pueblo y líder necesitan para que el potencial contenido en las entrañas de la sociedad pueda llegar a adquirir su mayor entidad; la Constitución Bolivariana requiere los ajustes o desenvolvimientos correspondientes a la nueva fase del proceso; la práctica revolucionaria, para serlo en toda su dimensión posible, exige el despeje de las principales cuestiones atinentes al proceso de superación del capitalismo, al ritmo y la especificidad de las transformaciones, a las formas y condiciones de la propiedad social, a la revolución cultural y la profundización de la democracia, a la asunción cabal del poder por el pueblo; el nuevo Estado que traduzca la hegemonía social de la mayoría trabajadora y sea un órgano de servicio público honrado y eficiente, debe surgir de la reconversión pacífica pero firme y organizada del viejo aparato, construido para gestionar intereses dominantes y no para servir a la gente.

El año que comienza está preñado de preñeces sucesivas y sin límites de tiempo, y en la felicidad de cada parto estamos comprometidos todos los venezolanos de buena voluntad. No digamos, pues, sólo feliz año. ¡Digamos felices años y felices partos!

freddyjmelo@yahoo.es


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Freddy J. Melo


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