Mientras en Venezuela millones padecen las consecuencias de una terrible crisis económica, caracterizada entre otras cosas por la presencia de una carestía que parece ilimitada, representantes tanto del Gobierno "revolucionario" como de la llamada MUD, supuesta oposición, se reúnen en la caribeña isla de República Dominicana, aparentemente dialogando en pro del bienestar de la nación suramericana. Y ciertamente han estado dialogando pero en beneficio de sus propios intereses, los de la élite en Venezuela y los de sectores poderosos a nivel internacional (estadounidenses, chinos, rusos, entre otros), evidentemente con intereses económicos en Venezuela. Dialogando para renegociar cuotas de poder y para concertar mecanismos y estrategias que permitan proteger al Estado burgués, ante un posible estallido social a raíz de la desesperada situación que golpea durísimo a la mayor parte del pueblo venezolano.
La verdad es que no son más que unas ratas todos esos politiqueros con su pacto, al más puro estilo del puntofijismo. Mientras que en Venezuela el hambre aprieta cada día más, e incluso hay compatriotas que se han visto en la necesidad de buscar desechos en la basura para alimentarse, compitiendo con los perros al respecto, un puñado de individuos, con los gastos a cargo del Estado venezolano, están en realidad disfrutando de las paradisíacas playas de República Dominicana, despreocupados por lo que pasamos millones de venezolanos. Comen y beben en abundancia gracias a los fondos públicos destinados para ello, fondos que deberían estar destinados a auxiliar a los más necesitados del golpeado país caribeño (Venezuela). Desgraciados que con la complicidad de la comunidad internacional y el gran capital negocian con el sufrimiento material y moral de prácticamente todo un pueblo, que en buena parte aún confía en algunos de los líderes "revolucionarios" y "opositores", por más lacras que éstos sean.
En pocas palabras, el diálogo que llevan a cabo el Gobierno "socialista" y los "opositores" de la MUD, demuestra que la elite política venezolana es una sola en el fondo, y como sector privilegiado solo defiende sus intereses y no los de la mayoría. Para ellos los pobres apenas importan desde el punto de vista electoral; los pobres existen cuando votan, de resto son un cero a la izquierda.
