Murió Fidel Castro uno de los hombres más excepcionales del mundo que bajo el manto de la cubana le impuso su liderazgo a su país. La otra Cuba desde entonces la tuvo al frente en La Florida –Miami donde muchos festejan su muerte, en cambio donde más lo lloran son los pueblos africanos donde él puso a germinar la semilla de la libertad.
Fidel y sus barbudos brotaron de los montes de la Sierra Maestra a punta de balas hasta La Habana contra Fulgencio Batista lo que sublevó a 10 presidentes de Estados Unidos, 5 Demócratas y 5 Republicanos, que se quedaron con las ganas de derrocarlo. No es cualquier cosa retar a las naciones más poderosas del mundo como estados Unidos y Rusia. Tampoco Juan Pablo II le pudo sacar el diablo de la cabeza porque en ella no estaba el Dios de los cristianos sino las deidades africanas. En las grandes luchas libertarias de Angola, El Congo y la Sudáfrica de Mándela, Fidel jugó un papel estelar. Igual en las grandes epidemias como el Ébola en África y el Cólera en Haití donde muchos de sus médicos más destacados dejaron la vida.
Ojala muchos de los revolucionarios de América Latina tuvieran la coherencia de Fidel Castro quien se atrevió a fusilar a 5 de sus generales que intentaron introducir Cocaína en el pueblo cubano. Cualquiera de estos revolucionarios le da una pela en opulencia, derroche, corrupción, bailando Son Cubano, en trajes, carros blindados y fortuna en el exterior pero ninguno lo supera en el conocimiento del hambre en el mundo, su visión sobre la Deuda Externa, el papel de la ciencia y la educación. Ahora su muerte le ha dado fuerza a los tambores del cambio que se escuchan en la Isla desde Miami. Donald Trump anda saltando en un sólo pié y ojala lea las reflexiones de Fidel Castro Ruz sobre el Calentamiento Global para que le suministre luz a su ignorancia sobre este tema que tiene en vilo a toda la humanidad. Tengo lágrimas en los ojos no por su muerte sino por esas palabras huecas y enfermas de la hipocresía con las cuales se le pretende honrar
Es posible que más tarde, cuando se hable de las equivocaciones políticas de América Latina, se diga que Fidel puso a su hermano y Chávez puso a su hijo
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