No es necesario caer en términos rebuscados ni intelectualismos baratos. En Venezuela no hay Socialismo, ni siquiera en construcción. Socialismo es planificación, trabajo, producción, cumplimiento de metas, calidad, eficiencia, cultura, seguridad personal, en fin, calidad de vida digna para todos. No significa lujos. Es el buen vivir como lo decía el Comandante Chávez. Pero lo que vivimos con este Gobierno es todo lo contrario. Y no hay rectificación, sólo excusas que ya cada vez menos gente se cree.
Para ir al Socialismo se requiere producción nacional, generación de tecnología propia, investigación, innovación en las técnicas productivas, y en última instancia, industrialización de la economía. Aquí hacemos todo lo contrario: se prioriza la economía de puertos importando casi todo (claro, ello genera beneficios económicos para algunos), mayor dependencia de tecnologías foráneas, no se invierte en investigación e innovación, de hecho se desprecia el conocimiento científico por lo que muchos profesionales altamente calificados tienen que irse del país a buscar trabajo en su área porque aquí se les niega espacio. Incluso para todo esto, para desarrollar el país e industrializarlo se requiere generación de energía, abundante y eficiente, pero vemos que se han invertido miles de millones de dólares durante los últimos años para la generación eléctrica y como resultado tenemos plantas termoeléctricas inservibles, racionamiento cada vez más extendido y que se intensifica en épocas de sequías, y un sin número de denuncias de corrupción y despilfarro de los recursos. Ni hablar de los proyectos de energía eólica, por ejemplo, para los cuales se hicieron inversiones que se perdieron quien sabe como y donde.
Socialismo no significa expropiar empresas y permitir que se pierda la producción. No puede ser que el Socialismo signifique improvisación, ineficiencia, despilfarro y corrupción. Tampoco se puede hablar de Socialismo y entregar parte de nuestro territorio a empresas depredadoras en el llamado Arco Minero y tratar de justificarlo creando un ministerio de "minería ecológica". No da risa.
¿Que hay que seguir apoyando a este Gobierno porque no podemos permitir que los enemigos de clase tomen el poder, como dicen algunos "camaradas super-revolucionarios"? ¿Hasta cuándo será el chantaje? ¿Disentir del Gobierno es apoyar a la MUD y sus locos? ¿El Gobierno seguirá ciego y sordo ante las críticas que se le hace por la deplorable situación en que se encuentra el país? Seguramente no tendremos respuestas a estas angustias, lo más probable es que sigan haciendo anuncios de anuncios y prometiendo rectificaciones que no llegan, siempre hablando en futuro: haremos, debemos, seremos, lograremos, etc.
La oposición hizo su jugada en la Asamblea Nacional. Era de esperarse ante el hecho de cerrar las puertas a la consulta electoral, cuando ni siquiera se ha permitido que recojan las firmas para un Referéndum, que además no se haría este año. Con las condiciones puestas por el CNE era casi imposible que lograran recabar todas las firmas, aun cuando estamos claros que tienen mucho más de 20% de electores que les apoyan. ¿Entonces para qué torpedear esa figura constitucional de manera tan torpe? Se les dio la excusa que buscaban.
Y en vez de ofrecer argumentos para rebatir las acciones de la oposición, un grupo de personas entra violentamente en la Asamblea. Según denuncian algunos periodistas presentes, hubo agresiones físicas hacia algunas personas, incluso robo a mano armada de celulares y cámaras. En internet se encuentran videos de algunos heridos en estas acciones. Algunos dicen que es el "Pueblo" que entró en esos espacios. El Pueblo no agrede ni roba, esos son malandros y por gente como esa es que estamos como estamos. Esa gente no representa al Pueblo y mucho menos a una Revolución que debería dar el ejemplo de responsabilidad.
¡Viva Chávez! ¡Abajo la mediocridad!
davidgarcia2016a@gmail.com