El perdón de Chávez y la purga de Erdogan

El intento de golpe de Estado en Turquía es uno de los hechos más confusos de los últimos tiempos. Si bien con los días se han ido aclarando algunas cosas, la hegemonía la siguen teniendo las hipótesis y especulaciones de toda clase. En el mismo momento en el que se desarrollaban los acontecimientos las opiniones se dividían en polos que iban desde la afirmación de que detrás del golpe se encontraba Estados Unidos motivado por el acercamiento entre el gobierno turco y Rusia, hasta la idea de que el ejército se había cansado del apoyo que ese gobierno diera a los militantes del Estado Islámico. Hoy un análisis cobra más fuerza, el Presidente Recep Tayyip Erdogan habría al menos dejado pasar el golpe sabiendo que estaba todo bajo control, para poder consolidar su poder.

A la fecha es evidente que el único beneficiado por los acontecimientos es el propio presidente turco. Erdogan ha podido afianzar su poder, dando una estocada en una pugna interna que lleva varios años, logrando finalmente tomar acciones definitivas contra sus principales oponentes en las instituciones políticas y militares. A su vez, consolida una fachada democrática para que Occidente siga legitimando sus despóticas acciones. Aunque sabemos que ni Estados Unidos, ni Europa ha tenido ninguna reserva a la hora de apoyar regímenes como el de Arabia Saudita, conocido por su violación sistemática de los derechos humanos.

Una semana después del intento de golpe las repercusiones tienen dimensiones difíciles de asimilar. Lo que se ha calificado como una “depuración” por parte del gobierno turco ha resultado en el arresto de 8.660 personas para el día martes, entre ellas 6.219 soldados, 210 policías, 1.481 jueces y fiscales así como 650 civiles[1]. A este número ya bastante elevado se suman 9.322 soldados, jueces y policías a los cuales se les ha abierto un proceso judicial[2]. Llama la atención que un golpe que se puede catalogar de “cívico-militar” en el que participan activamente tantas personas haya fracasado tan rápidamente y se realizara con esos niveles de torpeza.

Pero la purga de Erdogan no ha parado con las cifras y sectores referidos anteriormente, la oportunidad ha sido utilizada para llevar a cabo el despido de centenares de funcionarios públicos, especialmente de la oficina del Primer Ministro y la agencia de Asuntos Religiosos. Como cumbre de toda esta cadena de persecuciones se han suspendido a 15.200 empleados de Ministerio de Educación, pedido la dimisión de 1.577 rectores y decanos de las universidades turcas y retirado la licencia a 21.000 maestros. Por supuesto, se ha aprovechado para retirar las licencias a 24 canales televisión y emisoras de radio.

Todos estos procedimientos están vinculados al señalamiento del líder opositor y empresario Fathullah Gülen como cabecilla del golpe, con lo cual no sólo se ha procedido a arrestar a quienes han sido vinculados directamente con la acción, sino perseguir a todos los que pudieran estar asociados con Gülen, haciendo especial hincapié en el sector intelectual, educativo y religioso. Se trata de una arremetida contra la oposición política de dimensiones poco vistas en los tiempos recientes. A lo cual se suma que los seguidores de Erdogan, han procedido a linchar y asesinar en público a personas cientos de personas que han sido identificadas como partidarias del golpe y del líder opositor.

Es curioso que desde los primeros momentos del golpe había gente en Venezuela que intentaba identificar el golpe con el que se le dio a Hugo Chávez el 11 de abril del año 2002. Algunos confundidos por imágenes de manifestantes en las calles apoyando a Erdogan y otros por pura retórica que quiere referirse a ambos como “dictadores de la misma calaña”. Pero lo cierto es que no hay comparación posible entre un personaje como Recep Tayyip Erdogan y el líder venezolano, no sólo porque son antagónicas sus visiones sobre la política, diferenciándose completamente sus acciones de gobierno, sino porque son personalidades muy diferentes.

Algunos intelectuales, periodistas y opinadores de venezuela y otras regiones han dicho en las redes sociales que el comportamiento de Erdogan es el mismo al de Chávez. Toca salir al paso ante una manipulación de ese calibre. Ambos golpes son difíciles de comparar, porque el de Turquía ha estado envuelto en el nivel de confusión que hemos destacado y finalmente han aparecido indicios de que el gobierno podría haber estado al tanto de que algo iba a suceder ya que tenía listas de jueces que purgar en las primeras horas de la noche del viernes.

Lo más importante es la diferencia entre las acciones posteriores de ambos dirigentes, Chávez y Erdogan. Mientras el presidente turco ha realizado todo lo que hemos descrito, realizando una purga política poco vista en tiempos recientes. Hugo Chávez, habiendo sido arrestado, sus partidarios masacrados, trasladado a varios lugares, sufriendo intentos de humillación, regresó al Palacio de Miraflores con un crucifijo en mano, pidiendo a miles de seguidores que fueran a casa, llamando al diálogo y la paz.

No se realizó persecución los días posteriores, ni se hicieron llamados a purgar la sociedad de los traidores golpistas, a pesar de que todos quedaron en evidencia el día siguiente del golpe cuando ellos si intentaron hacer purgas y celebraron por todo lo alto la toma del poder político nacional. Se iniciaron los procesos judiciales en casos muy específicos y tal fue la dinámica que los militares golpistas estaban en las calles unos meses después pidiendo la renuncia del presidente.

A finales del año 2007 esta actitud de Chávez respecto a los golpistas llegó al punto de traducirse en la firma de una ley de amnistía, donde se liberaban de las causas judiciales a los responsables del golpe que no incurrieron en delitos de lesa humanidad. A pesar de haber sido así, los golpistas mantuvieron su agenda violenta hasta el fallecimiento del presidente en el año 2013 y no han dejado de mantenerla.

Muchos han criticado a Chávez haber perdonado a los golpistas y no aplicar las medidas correspondientes para que pagaran con cárcel su gesta antidemocrática. Aún muchos lamentan que no se haya respondido con “mano dura” ante esas agendas violentas, que hoy en día siguen activas. Pero sin duda, la historia queda plasmada para que generaciones se acerquen a ella y hoy en día cuando se ve la resuelta venganza con la que actúa Erdogan en Turquía salta a la vista el espíritu humanista y por qué no cristiano de Hugo Chávez.

Esta diferencia no debe ser desestimada, ni para la historia mundial reciente ni para el estudio de la ciencia y filosofía política. Los que quieran acercarse a la figura de Hugo Chávez se van a encontrar múltiples acontecimientos donde el componente propio de su personalidad quedó en evidencia y donde se hizo patente su visión de lo político. El ejercicio digno de la política tiene en Chávez un ejemplo que sigue siendo una brújula para la acción.

Notas

[1]http://www.elmundo.es/internacional/2016/07/19/578e3e7022601d74738b4634.html

[2] http://www.eldiario.es/politica/Jueces-advirtieron-Erdogan-Puede-volvamos_0_538596836.html

[3] http://www.aporrea.org/internacionales/n294114.html

[4] http://gaceta.es/noticias/denuncian-linchamientos-manos-seguidores-erdogan-16072016-1636

[5] http://www.20minutos.es/noticia/2799442/0/ue-turquia-lista-preparada-jueces/

[6] http://www.aporrea.org/actualidad/n106880.html

 

manuel23470@gmail.com



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