Pueblo reclama soluciones, se cansó de blá blá blá

Hablando de socialismo que genere soluciones tales como alimentos, medicinas y desarrollo de la economía popular para superar la emergencia  ecónomica llena de colas, bachaqueros, inflación, escasez y altos precios, nos atrevemos a señalar elementos revolucionarios que deben ser observados para rescatar el proyecto socialista venezolano, derrotando la corrupción y el burocratismo al igual que el sabotaje contrarrevolucionario.

Ver video, crítica marxista al socialismo del siglo XXI: https://youtu.be/NQiM9Ir7h60

2016 nos ha presentado una situación nunca vista en la República Bolivariana de Venezuela: la obligación de superar una derrota electoral en la Asamblea Nacional y defender la primera revolución popular pacífica de larga duración que la historia universal ha conocido.

Ese objetivo implica impedir que la derecha neoliberal asalte el poder presidencial y desde allí destruya fatalmente el proceso liberador iniciado en 1989 con las revueltas del pueblo y luego profundizado con la llegada de Hugo Chávez a la jefatura del Estado.

Quienes desde larga data conocen el devenir de las luchas sociales, saben perfectamente que todas las revoluciones pueden atravesar inmensas dificultades en su lucha por implantar la igualdad social. Urgente es impulsar mayor productividad en las industrias de la nación porque la ausencia de bienes es la negación del socialismo que describió Marx.

Socialismo hipotético o populista ya ha existido tristemente en Francia, España, Portugal, Grecia, entre otros muchos países.

Ni la ciencia revolucionaria, ni los intelectuales progresistas y menos aun los pueblos, somos culpables de que durante décadas (sobre todo después de la Perestroika) muchas vanguardias reformistas hayan manoseado la bandera del socialismo para ganarse el favoritismo de las multitudes y más tarde traicionarlas. Tarde o temprano se quedaron sin pueblo.

La joven Revolución Bolivariana nos reclama confrontar a oportunistas, mecenas (aduladores) y conservadores que dentro de nuestras filas impiden la unidad popular, la industrialización como modelo económico principal, la abolición del burocratismo. 2016 todavía puede ser el año del reimpulso y reunificación de un chavismo de masas cuya multiplicación de aliados salve la esperanza socialista.



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Jesús Silva R.

Doctor en Derecho Constitucional. Abogado penalista. Escritor marxista. Profesor de estudios políticos e internacionales en UCV. http://jesusmanuelsilva.blogspot.com

 jesussilva2001@gmail.com      @Jesus_Silva_R

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