Algunas consideraciones previas al “sacudon” del Gobierno Bolivariano

Faltando unas pocas horas para que el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela anuncie las mediadas de transformación con “carácter estructural” del gobierno, junto a medidas y nuevas políticas económicas y financieras, quisiera comentar brevemente algunos aspectos pendientes con los camaradas y amigos, sobre los retos que se nos plantean en este momento crítico.

Participación o Regresión

El Presidente Chávez anunciaba en no pocas oportunidades que la Revolución Bolivariana había elegido el camino más difícil, el de hacer la revolución por los caminos democráticos. Ayer mismo, el Presidente Maduro resaltaba la importancia de cumplir con las normas del juego democrático, a propósito de la expectativa que se genera al rededor de las próximas elecciones parlamentarias del 2015, aludiendo a las dificultades que enfrentaría el proceso revolucionario en caso de que los resultados de esos comicios fuesen adversos al PSUV y sus aliados.
Creo que el planteamiento de Chávez es erróneo. Si la revolución no es democrática, no es revolución. No hay atajos, ni caminos “más fáciles”. Al estadio de la justicia social plena, del nuevo hombre y la nueva mujer, de la nueva sociedad socialista, sólo se arriva por la participación organizada y plena del pueblo. La historia nos indica, sin excepción, los precipicios y los abismos por los que se han ido las más nobles intenciones de liberación y justicia, cuando se opta por el autoritarismo y la centralización.

En la gestión pública revolucionaria, aplica la democracia y sus principios esenciales de participación plena, responsable y transparente. Si la idea de una revolución socialista es cambiar a un nuevo esquema de relaciones sociales, que garantice la igualdad de hecho, la única forma de hacerlo es garantizando la participación de los perjudicados por la desigualdad existente. Eso debe aplicar con claridad en todas las facetas de las políticas públicas implementadas. No creamos que vamos a combatir con resultados concretos la especulación, el acaparamiento y el contrabando, por ejemplo, sin abrir los espacios para que los consejos comunales y las comunas ejerzan el poder popular, y decreten, por ejemplo, que las poligonales de esas organizaciones son zonas libres de especulación, para evitar y arrinconar al bachaqueo y al aprovechamiento por unos pocos de las necesidades de las mayorías. La policía y la guardia no se dan abasto, y no pueden
dárselo, si no actúan con respaldo popular, y no son controlaos por los ciudadanos. No es un camino fácil, diría el Presidente Chávez, pero es el camino. Si no lo intentamos, aumenta la probabilidad de caer en la historia conocida de la corrupción y la complicidad.

Improvisación o Planificación

Urge retomar la planificación como herramienta fundamental para lograr asertividad. Planificación participativa y estratégica, por cierto. A la Revolución le afecta mucho el estado de zozobra e incertidumbre con el que vivimos la gestión pública. Cada nuevo anuncio del Presidente regenera expectativas cruzadas y algunas parecen no haberse consultado con análisis y evaluaciones de políticas y medidas anteriores: El área social es especialmente proclive a esta desviación antirevolucionaria. No hemos medido suficientemente el impacto de las Canaimitas, de Barrio Adentro, de La Gran Mision Vivienda Venezuela, y montamos sobre lo ya hecho, sin reflexión suficiente, nuevos programas y nuevas acciones.

Montar bases de misiones, por ejemplo, a pocos metros de módulos de Barrio Adentro en los que no se cumplen los horarios, no se tienen mediciones del perfil epidemiológico comunitario, no se dotan de medicinas e implementos médicos con regularidad, es un despropósito costoso y desesperanzador, porque las bases de misiones contendrán nuevos consultorios médicos, para mejorar la salud de la comunidad, sin evaluar las acciones que el mismo gobierno ha tomado en ese sentido, en el mismo sitio, y sin haber garantizado la continuidad de los programas y las misiones sociales ya establecidas. Otro tanto pasa con el sector educativo. Se montarán aulas educativas multipropósitos, con las bases de misiones, a pocos metros de Escuelas Bolivarianas, enmontadas, descuidadas al máximo en su infraestructura, sin dotación de muebles ni mantenimiento mínimo de sus instalaciones sanitarias; y son Escuelas Bolivarianas!!!, el gran logro social del gobierno de
Chávez!!!, en las que funcionan no pocas veces las misiones Ribas y Sucre, en horarios nocturnos. Es decir, vamos a inaugurar dentro de poco Bases de Misiones, sobre Ruinas de Misiones.

Puedo dar fe de muchos otros ejemplos en los que no hemos cumplido con esa fase fundamental de la planificación, que consiste en la evaluación de las políticas y medidas implementadas. Pero la falla está en nuestra cultura administrativa dominante, y se refleja dramáticamente en todos los ciclos de la planificación. Hay gerentes y ejecutivos, que preguntan qué se está haciendo ya, para “enmarcarlo” dentro del Plan de la Patria, cuando el proceso debe ser exactamente al contrario. Es decir, entender y debatir primero el sentido y el alcance de los objetivos del Plan de la Patria, y diseñar con participación popular estrategias y acciones para alcanzarlos. Después ejecutar esas acciones y luego evaluarlas, para proponer correctivos, incentivos reparaciones cambios etc., que nos permitan lograr los objetivos de manera eficiente y eficaz.

Lamentablemente, una buena parte de las decisiones de carácter público siguen siendo producto de la improvisación y, la desconsideración al pueblo. Así se afecta de sobremanera, al ciudadano, al usuario, al cliente de la empresa pública, cuando se cambian procedimientos, y se exigen nuevos y cuantiosos requisitos para ser obtener un nuevo requisito que piden en otra instancia. El que se acerca a un establecimiento de la banca pública para pedir un crédito para su negocio o para mejorar su vivienda, le piden una constancia de residencia, entre otro montón de papeles. Cuando va a la Alcaldía a solicitarla, (por que el banco del estado no considera válida la emitida por el consejo comunal legal y legítimamente establecido, ¡¡¡Insólito!!!), resulta que te piden 8 papeles mas, y dos testigos presenciales con copia de su cédula: Hay que levantarse a las 3 de la mañana, porque dan unos números limitados, y si llegas a las 6 am, ya es tarde.
Si a alguien se le ocurre una forma más eficaz de matar los votos, como decía el Profesor Luis Brito García, que me lo hagan saber.

Responsabilidad o Impunidad.

Una forma muy buena que tendría el presidente de abrir su alocución hoy, sería indicando con detalle y sin reserva, quienes fueron los que estafaron a la nación haciendo trámites fraudulentos en CADIVI. La revolución está herida de muerte, si no hay sanción efectiva contra la corrupción administrativa, y CADIVI nos iguala y nos pone en peor situación que la derecha con su RECADI. Esto debe también llamar la atención en el caso del contrabando y la extracción ilícita. Cuando vemos al Vicepresidente y a parte del alto mando militar, denunciando el contrabando y exponiendo la mercancía recuperada, pero a la vez aproximándose al impacto que tiene esta actividad sobre el desabastecimiento (¡¡¡70%, ha llegado a afirmar algunos voceros del gobierno!!!), uno se pregunta, y ¿dónde están los que se han llenado con ese negocio, antes de que el gobierno se aplicara abiertamente a su persecución. Es decir, ¿dónde están lo empresarios, los
transportistas y los oficiales que antes de que se aplicara la Ley de Precios Justos, ya estaban contrabandeando o haciéndose la vista gorda? ¿Van a quedar impunes?. ¿Es que antes de la aplicación de esta Ley, no había responsables de los puestos fronterizos? ¿O es que antes no era pecado?

A este respecto sólo quiero hacer saber que una de las patas más débiles de la Revolución Bolivariana está en la impunidad, no sólo por razón de índole moral, que ya sería mas que suficiente para que cualquier gobierno sea cuestionado, (y mucho mas si es o pretende ser socialista) sino que no podemos seguir poniendo a pagar las consecuencias del robo y el contrabando a los más débiles. Los casos de CADIVI y del Contrabando, por nombrar solo estos casos, desangraron nuestra economía, afectaron, en términos reales, los salarios de los trabajadores, generaron escasez y malestar para las mayorías. No pueden quedar impunes en un gobierno revolucionario que se debe a esas mayorías.

No es cambio de caras, solamente.

No es sólo que no debe haber rotación en los cargos. Necesitamos nuevos dirigentes, de base en las más altas responsabilidades publicas. Pero, lo que urge, más que nuevas caras, es un combate claro y sin piedad a las taras de nuestra cultura política y administrativa, para no repetir lo errores del pasado, y afincarnos en una gestión pública más transparente, más eficaz y mejor orientada a la transformación social estructural que nos proponemos como revolucionarios.


cantonio_dg@yahoo.com


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