Venezuela entre Reformismo y Conspiración

La historia de las revoluciones en el mundo ha dado grandes ejemplos, de cómo una vez derrotados los enemigos naturales de la misma, internamente de su mismo seno irrumpe su contra revolución. La guillotina francesa, los fusilamientos o asesinatos selectivos del régimen estalinista y sin ir tan lejos de nuestra lucha por la independencia, frenaron en ninguno de estos casos la fuerza de los enemigos internos que terminaron desviando y derrotando a la corriente revolucionaria más comprometida con las clases populares.

Por ello es importante comprender, que todo proceso de cambios lleva internamente la contradicción: revolución – contra revolución, cada una tratando de imponer su programa entendido en términos leninistas: “es lo que se aspira y por lo que se lucha”, otra máxima del mismo autor nos ilumina el camino al precisar que: Los hombres han sido siempre, en política, víctimas necias del engaño ajeno y propio, y lo seguirán siendo mientras no aprendan a descubrir detrás de todas las frases, declaraciones y promesas morales, religiosas, políticas y sociales, los intereses de una u otra clase”.

Hoy nuestra revolución, amenazada interna y externamente, sufre de un lado el ataque reformista que trata de cambiar todo, para que todo siga igual, contaminado toda reivindicación social con el populismo electoralista, usando la maniobra como estrategia política y burocratizando todos los programas sociales de la revolución, del otro lado el imperialismo, estimulando todas las desviaciones ideológicas presentes en nuestro pueblo y sirviéndose de la miseria humana de la corrupción para crear el escenario propicio, de seguir alentando la conspiración usando como epicentro la guerra económica para generar condiciones objetivas para un estallido social o un proceso de desgaste que se traduzca en escepticismo electoral.

Con los elementos arriba descritos, podemos concluir que estamos ante una de las arremetidas contra revolucionarias más largas que hemos enfrentado y ante tal situación debemos recordar el método de trabajo y orientación que nos definió el Comandante Chávez en su última proclama: Unidad, Lucha, Batalla y Victoria entendiendo con la madurez política del caso que derrotar los enemigos históricos de este proceso pasa por asumir:

UNIDAD, que debe ser lo más amplia posible entre los sectores patriotas y revolucionarios para enfrentar y derrotar al imperialismo, por ello todo el que se asuma antiimperialista es revolucionario; LUCHA, en el plano ideológico-programático, contra el viejo Estado Burgués y su forma democrática representativa y en lo político, la democracia participativa y protagónica, debe ser el escenario para debatir ampliamente para elevar los niveles de conciencia y organización como pueblo; BATALLA, por construir el Partido Revolucionario que necesitamos con fundamento en la Juventud como la de 1814 que derrotó al ejército realista del Imperio español; VICTORIA, como resultado de la derrota del Imperialismo, la construcción del socialismo y la constitución del pueblo en Estado. Entendiendo a Bolívar cuando dijo: “No puede haber República donde el pueblo no esté seguro del ejercicio de sus propias facultades”.

 

No Podemos Optar, Entre Vencer o Morir, Necesario es Vencer

Chávez Vive, La Patria Sigue

 

gascama@gmail.com



Esta nota ha sido leída aproximadamente 1215 veces.



Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter