En los tiempos de las Monarquías verdaderas, el Poder se trasmitía a los hijos por “derecho de sangre”. En la Democracia Burguesa” nos dicen”, que el poder se trasmite mediante elecciones. Sin embargo, gracias a la Ley de Herencia Capitalista, el Poder se sigue trasmitiendo por “derecho de sangre".

En este artículo me refiero al Poder.

Si hablamos del Poder, que puedo decirles a los trabajadores, que son la inmensa mayoría, de los pueblos de Argentina y Venezuela, en relación al Poder y a quienes lo ejercen en sus países?

Puedo decirles, por ejemplo, “Trabajadores, el poder lo trasmiten Ustedes”. Es con los votos de mayoría trabajadora, que los Capriles y los Macris, hijos herederos de terratenientes y comerciantes explotadores parasitarios, los gobiernan.

Podría agregar enojado “Si votan garrapatas hoy, no se quejen mañana, de que les chupan la sangre”.

Podría, podría….pero eso no sería totalmente justo.

Aquí les cuento porque elegí Argentina y Venezuela, para referirme al Poder.

Lo hice porque hubo un Perón y un Chávez y ahí nace esta nota.

Veamos: Argentina, tiene un Gobierno definidamente Capitalista, cuya Presidenta proviene de la clase Media Burguesa.

El Gobernador de Buenos Aires es Mauricio Macri, hijo heredero de un empresario capitalista, que hizo su fortuna sobornando y corrompiendo, a los funcionarios Municipales y participando, de cuanto negocio sucio era posible.

Sin embargo Macri Hijo, fue elegido en” elecciones democráticas representativas”, con la mayoría de los votos.

En Venezuela, tenemos un Gobierno de carácter popular, que se define hacia el socialismo. Donde está al frente un Presidente, perteneciente a la clase trabajadora.

El Gobernador del estado de Miranda, es Henrique Capriles, hijo heredero, de comerciantes, que hicieron su fortuna, con la explotación, del trabajo de obreros y empleados.

Sin embargo Capriles hijo fue elegido, en “elecciones democráticas representativas “con la mayoría de los votos.

Ambos Macri y Caprile desde hace tiempo se están postulando para Presidentes de sus países.

Esto debe hacernos reflexionar, pues parece ser que las “elecciones democráticas representativas” en la Argentina o en cualquier otro país en el mundo capitalista, tienen siempre la estructura de una tragicomedia.

Y casi todas tienen un final triste y dramático, porque el pueblo mayoritario trabajador…… elige siempre a sus enemigos.

Y así va a seguir siendo, seguramente, hasta que la Clase Trabajadora, que junto a sectores de la Clase Media Baja, son la gran mayoría de los votantes, aprenda a distinguir a esos, sus enemigos de clase, entre los candidatos.

No obstante sabemos, que es responsabilidad de la Clase capitalista en el Poder, el empleo de todos los medios de que dispone, para impedir a los trabajadores, adquirir la conciencia de las razones, por las cuales sufre la explotación de su fuerza de trabajo, en su perjuicio y para beneficio exclusivo de los patrones, y que consecuentemente, esto le impide distinguir, quienes son sus enemigos de Clase .

Porque si no fuese así, al votar a un candidato, no es acaso lo esencial, conocer a que clase social pertenece y si su ideología, coincide con los intereses de la clase trabajadora.

Y fundamentalmente, que piensa ese candidato al Poder, de los derechos económicos de todos los ciudadanos, dado que los derechos económicos, son el fundamento, de la vida material del ser humano.

Porque alimento, salud, vivienda y educación, solo son obtenidas, con una base económica que los sustente.

Y porque si el candidato al Poder , está convencido que, en lo que a la economía se refiere ,es justo y razonable que algunos pocos, tengan acceso a mucho , y muchos, tengan acceso a poco o nada ,es de esperar que el país bajo su gestión, inevitablemente terminara siendo, el paraíso de los pocos y el infierno de los muchos .

Y que pueden pensar, por ejemplo Macri, Capriles, Lorenzo Mendoza o De Narváez, que nacieron y se educaron, viendo a sus padres tener mucho, sin preocuparles que a su alrededor, los que para ellos trabajaban , tenían poco o nada.

Cosa que evidentemente “ los muchachos “ asimilaron, pues se han lanzado a la política, esgrimiendo los mismos argumentos que sus padres, defensa de la propiedad privada, desde los medios de producción, la propiedad de las tierras por los terratenientes, el manejo del dinero público por los Bancos Privados, las escuelas y la atención de la salud en manos privadas , para pocos, organizaciones sindicales proclives, a conciliar con los patrones etc.

Frente a estos candidatos, que pretenden llevarnos hacia atrás en la historia , quienes pensamos en un mundo donde todos estemos incluidos , en el usufructo inteligente de la naturaleza y participemos igualitariamente, en la distribución de la riqueza , debemos preocuparnos, por ese crecimiento de la conciencia de los trabajadores.

Y las perspectivas inmediatas para ello, son distintas en Argentina y Venezuela.

Eso se debe a la diferencia substancial, en la historia política de ambos países. Diferencia que equivale, a la que hay entre Chávez y Perón.

En Argentina el Peronismo, se inició como una copia adaptada del Fascismo Mussoliniano, sistema político admirado por Perón.

Y como tal, Perón siempre fue defensor del Capitalismo y de tener maniatada, a la clase trabajadora, bajo el arbitrio del Estado Capitalista, a través del movimiento sindical corporativo.

Su relación con los terratenientes fue muy amistosa y no afecto ninguna de sus posesiones.

Y con respecto al Imperio Yanqui, alardeo en sus primeros 4 años de independiente, mientras el Imperio estaba distraído, en la Guerra Mundial y luego, se entregó plenamente, colaborando con los yanquis.

Apenas 9 años después de haber iniciado, su primera Presidencia, huyo cobardemente, dejando el Estado en manos de la oligarquía terrateniente, abandonando a su pueblo y a importantes sectores del Ejercito, que aun creía en él .

Siguieron 20 años en el dorado exilio de la España fascista de su amigo Franco, viviendo como un millonario gracias al dinero que había depositado en Suiza, producto de sus negociados y comisiones varias.

También producto de su activa colaboración, con jerarcas de la Alemania Nazi, a quienes a cambio de dinero, protegió y trajo a la Argentina y América del Sur por centenares, cuando huían al final de la guerra.

Hizo de la demagogia, su principal arma política y todos los funcionarios y los gobiernos que lo continuaron, con la etiqueta peronista, siguieron manipulando a la clase trabajadora, a través de los sindicatos corporativos, para conciliar con las patronales, aumentando los beneficios del Capital nacional y extranjero.

Ayudo a crear y desarrollar, una importante clase media, protectora natural del capitalismo.

Chávez fue militar también, como Perón, pero su ideología se nutrió, de la gesta independentista y anti colonialista bolivariana.

Y fue tan consecuente, que a él se le debe la creación e instalación, de la nueva conciencia independiente de Latinoamérica, con la creación del Alba, Unasur, etc., verdadera hazaña, enfrente del Monstruo Imperial.

Y así, casi naturalmente, paso de la defensa del ser humano, humillado y explotado por el Imperialismo, a descubrir el socialismo, y hasta a respetar a sus teóricos, que como Marx, tenían a la justicia económica, para todos los seres humanos, como primordial objetivo de sus luchas.

Se impuso Chávez, la obligación de construir el socialismo en su patria y desde el principio hacerlo con la intervención directa de su pueblo, a quien exhorto constantemente, a participar través de las comunas, misiones, etc.

Al revés que Perón, que con su slogan “de casa al trabajo y del trabajo a casa “, siempre desarmo y desanimo a la clase trabajadora, a la participación directa en la vida política, reservándola para él y sus jerarcas sindicales y políticos.

Chávez fue enemigo de la Demagogia y siempre, trato de hacer, lo que decía que había que hacer,

También en eso, fue consecuente y sabiéndose morir, saco fuerzas sobrehumanas en la última campaña eleccionaria, para impedir a la oligarquía, volver al Poder.

Su relación con la acumulación privada de riqueza, fue tal, que siendo el más odiado, de los líderes populares del mundo, por los yanquis, no pudieron difamarlo como corrupto.

Ni ellos, ni la propia oligarquía venezolana, cuya máxima acusación, es que “dilapido la riqueza proveniente del petróleo”.

Y que lo hizo decían, en las misiones, a favor del pueblo humilde venezolano, apoyando a Cuba, a los países del Caribe y de América del Sur, siempre a favor de la construcción, de la independencia económica de Latinoamérica. Siendo que los oligarcas venezolanos, estaban acostumbrados a llevarse esa riqueza, a sus bolsillos privados y en especial, a regalársela, a los petroleros norteamericanos.

Por todo ello, aunque Chaves fue un estadista gigante, al lado de un Perón oportunista, ambos dejaron herencias ideológicas.

Chávez, el socialismo como posibilidad concreta, con su pueblo despertando a la vida política participativa.

Perón, dejo a su pueblo educado por él, a no participar, empantanado en el lodo de la demagogia , y a sus patrones capitalistas jugando al gallo ciego, con una clase trabajadora con una venda en los ojos.

Argentina, tiene por delante sacudirse el peso ideológico del oportunismo peronista, que le impide avanzar hacia el socialismo, único camino que tiene el mundo hacia el futuro pos capitalista. .

Y los hijos herederos de la oligarquía, pueden encontrar en la demagogia peronista, la máscara que los esconda, ante la ingenuidad del pueblo.

Venezuela, en cambio, tiene hoy las posibilidades mejores, para enfrentar a los hijos herederos de la oligarquía. Tiene las armas que le da el socialismo. Entre las cuales, la principal es la participación, consciente y directa del pueblo, en las tareas y decisiones de la política.

Y luego, la regulación de la propiedad, que es el talón de Aquiles del Capitalismo, especialmente de los medios de producción y medios de comunicación etc.,

Debemos confiar, que la herencia política de Chávez, de su honradez y dedicación, a la causa del pueblo, sea la guía de sus sucesores.


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